Iñaki Zaragüeta

GRACIAS A SÁNCHEZ

No, presidente, la democracia española no dependía ni depende del lugar donde yaga el general. La democracia española es la que ha facilitado que tú ocupes el cargo gracias a partidos separatitas, simpatizantes de terroristas y fanáticos chavistas

La Razón
La RazónLa Razón

No, presidente, la democracia española no dependía ni depende del lugar donde yaga el general. La democracia española es la que ha facilitado que tú ocupes el cargo gracias a partidos separatitas, simpatizantes de terroristas y fanáticos chavistas

Los españoles estábamos equivocados. Gracias que tenemos a Pedro Sánchez salimos del error. Ni las elecciones de 1977. Ni Dolores Ibárruri «La Pasionaria» presidiendo el Congreso de los Diputados. Ni Santiago Carrillo con el Comité central del PCE abrazando la Monarquía y la bandera de España. Ni la Constitución de 1978. Ni los comicios constitucionales de 1979. Ni el pueblo español imponiendo la Constitución el 23-F. Ni la gran victoria socialista de 1982. Ni la consolidación de la alternancia en 1996. Ni el Rey Juan Carlos, ni Torcuato Fernández Miranda, ni Adolfo Suárez, ni los padres de la Constitución. Ni Felipe González. Ni José María Aznar... Nada comparado con la gran obra de Sánchez: la exhumación de Franco. Ha tenido que ser él quien ha realizado la gran machada de cerrar el círculo democrático de España. Para ello, eso sí, ha contado con una colaboración inestimable. Hace tiempo que soy un descreído del Tribunal Constitucional por algunas sentencias claramente inclinadas hacia la senda gubernamental. Nunca pensé que llegaría a sentir lo mismo sobre el Supremo, a cuyos miembros tenía en el pedestal del prestigio. Ha tenido que ser el fallo sobre la «más trascendente decisión política desde 1975 del actual presidente», para que los altos magistrados me acerquen al ateísmo, si consideramos a la Justicia como un dios de la trinidad que sustenta un Estado de Derecho. Puedo entender la exhumación, no la prohibición de depositarlo según deseo de la familia. No, presidente, la democracia española no dependía ni depende del lugar donde yaga el general. La democracia española es la que ha facilitado que tú ocupes el cargo gracias a partidos separatitas, simpatizantes de terroristas y fanáticos chavistas. Así es la vida.