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Isabel Bonig: «Con lo que cuestan los chiringuitos de Puig basta para que no haya listas de espera»

“El Consell de Puig y Oltra ha subido 3.200 millones el gasto corriente, la deuda en 7.000 millones. El mestizaje del Botànic ha sido un desastre, la Comunitat está paralizada. Yo no lo permitiré”.

La candidata del PPCV a la Generalitat valenciana, Isabel Bonig
La candidata del PPCV a la Generalitat valenciana, Isabel Boniglarazon

Isabel Bonig afronta con confianza la campaña electoral. Sabe que no será presidenta con mayoría absoluta, pero ve posible ser la primera presidenta de la Generalitat.

¿Ha llegado al final de legislatura con mejores o peores expectativas de lo esperado?

Con mejores. Siempre mantuve que habría partido, con humildad. Hay que movilizar a la gente del PP, quien quiera nuestra gestión tiene que votarnos.

El presidente Ximo Puig hizo una primera reunión simbólica con las víctimas del metro. ¿Usted con quien la haría?

Con los padres y madres y las distintas asociaciones que han visto cómo se han limitado sus derechos, especialmente en materia educativa. Los que se han batido el cobre por defender la libertad a elegir la educación para sus hijos. También los afectados por la xylella, que no han sido recibidos.

Su campaña tiene tres pilares: bajada de impuestos, libertad educativa y mejora Sanidad. ¿Cómo se pueden bajar los impuestos y mejorar a la vez los otros dos servicios que absorben el presupuesto?

Mejorando la gestión, eliminando lo superfluo de la Administración. El PP redujo 61 organismos que no eran necesarios y se ahorró 3.276 millones. En cuatro años se han aumentado 12 organismos públicos, «chiringuitos», que nos han costado 457 millones. Si se suma a la subida de las empresas públicas de personal «enchufados» hablamos de 700 millones. También hay que buscar fórmulas de colaboración público- privada que ahorran a la Administración sin dejar de prestar un buen servicio. Existe un círculo virtuoso, si tú bajas los impuestos, los ciudadanos tienen más dinero y consumen más. Ocurre igual con las empresas, si les das beneficios se instalan en la Comunitat. Ahora se van a Madrid o Andalucía, que también está aplicando estas medidas. Esto genera más ingresos, vía IVA, IRPF... El PP lo hizo de 2007 a 2009 e incrementamos 310 millones la recaudación.

Elija tres propuestas de campaña

Bajada masiva de impuestos, especialmente a la clase media para que todos lo que cobren hasta 35.000 euros paguen un siete por ciento menos de IRPF. Esta medida afecta a 1.900.000 valencianos, a nueve de cada diez. Para que luego me digan que esto es una medida de ricos... Eliminaremos el impuesto de sucesiones y donaciones. La libertad educativa: los padres podrán elegir la lengua y el centro. Por último, acabar con las listas de espera en Sanidad promoviendo la colaboración público- privada.

¿Qué modelo lingüístico defiende el PP?

El PP ha sido el único partido que ha estado al lado de los que sufrían la restricción de la libertad de los padres. Fue la única formación que acudió a los tribunales, no teníamos otra vía. A Puig le propuse en febrero de 2016 un pacto para sacar la educación fuera del campo político, pero prefirió unirse a los nacionalistas de Compromís y a la extrema izquierda de Podemos, que seguir el acuerdo que yo le ofrecía. La culpa no es del conseller de Educación, Vicent Marzà, es de Puig que ha asumido esa política lingüística. Proponemos volver a la línea en valenciano y a la de castellano. También que progresivamente, en uno de cada cinco colegios públicos tengan el 80 por ciento de sus clases en inglés. Será como si llevasen a sus hijos a un colegio bilingüe y saldrán sabiendo castellano, valenciano e inglés. Esto es una comunidad bilingüe y se tiene que enseñar valenciano, sin imponerlo. La exención en las zonas castellanoparlantes solo la pide el dos por ciento.

¿Se aplicará este modelo en los concertados?

Por supuesto

Habla de libre elección, pero las infraestructuras escolares son limitadas.

Con el modelo del PP, más del 90 por ciento de los padres lograba su primera opción. La elección de una escuela no puede imponerse por un código postal porque así lo decide alguien en la Conselleria.

Denuncian una estrategia de inmersión lingüística similar a la de Cataluña. Algunos les acusan de no querer promocionar el valenciano.

Nuestros cargos o militantes utilizan indistintamente las dos lenguas. Cuando llegó el PP en 1995 había 74.000 escolares que estudiaban en valenciano y lo dejamos con 235.000 alumnos. Nadie ha hecho más por el fomento del valenciano que el PP. Hemos sacado plazas de profesores, creamos las líneas en valenciano. La propia universidad ha tenido autonomía total para elegir la lengua vehicular de sus clases. Hablamos de dar libertad. Hay una sentencia del TSJ que enumera los municipios donde no hay oferta de castellano. Eso, visto lo que ha pasado en Cataluña es preocupante. El primer decreto del plurilingüismo que impugnamos, el del chantaje lingüístico, decía que si querías que tus hijos tuvieran un certificado de capacidad en inglés tenías que coger líneas en valenciano. No estamos en contra del valenciano. Es un arma que ha usado esta coalición sanchista.

Ya no hay «pacte del Titànic» ahora es «coalición sanchista».

Es que lo es. Sánchez abandonó los principios claves del PSOE por mantenerse en el poder y Puig ha hecho lo mismo. Ese es el problema, que Puig está de acuerdo con las tesis de Compromís.

El Botànic le dice que lo del nacionalismo es un fantasma

Hasta que se hizo realidad. Si el PP y la sociedad civil no para el proceso de inmersión lingüística tendríamos el mismo sistema que en Cataluña. De hecho, lo tenemos, pero está en los tribunales. Han continuado con las ayudas a las asociaciones pancatalanistas que no respetan ni la Constitución ni el Estatuto de Autonomía.

Entonces no se cree que el PSOE quiera pactar con Cs.

Puede que lo intente. Pacta con todo el mundo, con los separatistas, con la gente de Bildu... Luego nos enteramos del relator, de los 21 puntos de Torra y no dice que no habrá indulto a los golpistas. Por sus hechos los conoceréis. Creemos en un PSOE constitucionalista, pero no en este.

¿Dónde cree que se concentra el descontento del Botànic?

La gente está enfadada en materia educativa y en Sanidad. Son las dos áreas más damnificadas por la gestión del Botànic y si no han caído ha sido por los grandes profesionales. También entre el empresariado, sobre todo de las pymes. Hay mucho hartazgo de las trabas burocráticas, del sectarismo... Alcoinnova, Intu Mediterráneo... Todas esas inversiones se han quedado fuera. Qué mensaje damos.

Concrete el tiempo máximo de las listas de espera

Se establecerá por ley con la ayuda de las sociedades científicas y los colegios profesionales. Hablamos de operaciones menores y pruebas diagnósticas. Trascurrido el tiempo, el paciente decidirá si se queda en el hospital público o se va a un centro privado pagándolo la Generalitat.

¿De dónde sacará el dinero?

La federación de aseguradoras privadas de Sanidad cifra en 124 millones la cantidad para acabar con las listas de espera. Simplemente con los chiringuitos que ha puesto en marcha y con las pérdidas de À Punt de un año- 48 millones- hay suficiente. Estas son nuestras prioridades.

¿Cerrará todas las fundaciones y empresas del Botànic?

Haremos una auditoría para ver cuáles son necesarias. Algunas se pueden asumir dentro de unidades administrativas con funcionarios. Es más importante reforzar la Intervención y la Abogacía. Hay que hacerles caso, también a la Sindicatura de Cuentas o a la Airef que le está diciendo a Puig que de cara a las elecciones está aumentando el gasto de manera desproporcionada. Le ha dicho que no puede abrir una televisión pública que durante dos años incrementa el gasto un seis por ciento. El propio Sánchez le ha pedido un recorte de 1.500 millones que no explica de dónde va a salir.

Usted formó parte del Consell de Fabra donde también se pasaron serios apuros por la falta de liquidez.

Ya nos hubiese gustado haber tenido los 3.051 millones más de recaudación que han tenido ellos gracias a la mejora de la situación económica. Aún así, hubiésemos seguido con la política de contención en la Administración pública, pero es que ellos han subido 3.200 millones el gasto corriente, la deuda en 7.000 millones, de 40.054 y ahora 47.074 millones de euros. ¿ Y qué han hecho? Ni un kilómetro de carretera ni uno de metro, ni poner en marcha la antigua Fe.

Dicen que están pagando las cosas que ustedes dejaron por pagar.

También lo hicimos nosotros, y pagaremos las que nos dejen.

¿Quién se va atrever a cambiar la financiación?

El PP, pero es necesario un gran acuerdo entre el PP y el PSOE. Cuando le escucho hablar de ese gran acuerdo pienso: bienvenido. Rajoy convocó el CPFF, a las comunidades, se hicieron los informes de los expertos de las comunidades y necesitábamos un acuerdo. En el Congreso se requieren mayorías cualificadas. En abril de 2018 Sánchez dijo que lo cambiaría. ¿Ahora ya no se monta una manifestación?

El PP logró mayorías absolutas defendiendo el valencianismo, llevando la bandera del agua y prometiendo una comunidad de primera. ¿Sirve este discurso?

No ha cambiado. Hay que reforzarlo siendo perfectamente conscientes de los errores cometidos pero mirando hacia el futuro. Esta tierra tiene un regionalismo valencianista positivo, integrador. A diferencia del nacionalismo no es totalitario. Hay cosas que se han hecho mal, la Justicia actuará y

pido perdón, lo he dicho 2.000 veces, pero no pido perdón por ser del PP.

¿Con quién se queda con Aznar, Rajoy o Casado?

Con los tres, sinceramente. Me afilié cuando el presidente era Aznar. Me gustaba el PP que creó. Aunó todo el centroderecha, hizo un partido reformista. A Rajoy le avala su gestión y me cautivó su sencillez y su personalidad. Es una persona infinitamente amable, cariñosa, comprensiva y empática. Casado le ha dado al vuelco al PP y lo entiendo en muchas cosas porque yo he pasado por ahí. No son fáciles las transiciones.

Concrete un poco.

De repente una generación se marcha, hay que asumir el liderazgo y hay que construirlo. No es fácil en un partido donde ha habido amplísimas mayorías y gente de primer orden político. Ahora veo que hay cosas en las que me equivoqué, hay que aprender de los errores.

¿Qué no volvería a hacer?

Algunas medidas que se tomaron las plantearía de otra forma.

¿Se refiere a Rita Barberá?

Algunas cuestiones personales las trataría de otra forma. De hecho, después se han tratado de forma distinta.

Usted ofreció un pacto al PSPV para que no gobernarse con los «radicales» de Compromís, ¿le pediría apoyo al PSPV para que no gobernar con VOX?

Eso es una cuestión que tendrá que ver el PSPV. Yo lo hice, pero ellos están a gusto en esa coalición. Tenemos muy claro con quién no pactaremos. Deben respetar la Constitución, la igualdad, el Estatuto Autonomía, la libertad educativa. El problema es que el PSPV no aceptó la mano tendida del PP y muchas cosas hubieran cambiado. Se lo digo de verdad.

¿Copiaría la fórmula del mestizaje del Botànic?

Primero hay que votar... pero ha sido un auténtico desastre. El conseller decía una cosa y el director general otra y al final la Comunitat paralizada. Yo no lo permitiré. Quien sirva bien y quien no, se va fuera.

El perfil

Es licenciada en Derecho y aunque como a ella le gusta repetir procede de familia de tradición socialista, muy pronto se dio cuenta de que su ideario estaba con el Partido Popular. Ganó contra todo pronóstico la Alcaldía de la Vall d’Uxó en 2007. Se reivindica como una admiradora de Margaret Thatcher y presume de ser una persona dialogante y que sabe escuchar. Vehemente en sus discursos, católica, española en la misma proporción que valenciana. Amante del pop inglés, y «no de Raimon», aspira a ser la primera mujer que se convierta en presidenta de la Generalitat.