Valencia

La Estación del Norte celebra su centenario

La construcción, diseñada por el arquitecto, Demetrio Ribes, fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1983

La construcción, diseñada por el arquitecto, Demetrio Ribes, fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1983

La Estación del Norte de València, gestionada por Adif, celebra hoy 100 años de servicio a los ciudadanos como la principal estación de ferrocarril de la ciudad desde su inauguración el 8 de agosto de 1917. Calificada como Monumento Histórico Artístico en 1961 y declarada en 1983 como Bien de Interés Cultural (BIC), la estación de València, obra del arquitecto Demetrio Ribes, constituye uno de los lugares más transitados de la ciudad, y también de los más fotografiados.

El edificio acoge la exposición “Encontres en l’Estació. València-Nord, un espai de modernitat (1017-2017)”, que muestra fotografías y planos de la antigua y nueva estación, cuyo estilo se adscribe al movimiento modernista, dentro de la corriente denominada “Sezesión Vienesa”.

La obra de Ribes no fue la primera terminal que hubo en la ciudad, ya que en las cercanías de la actual se ubicaba la antigua Estación de San Francisco, llamada así por encontrarse en la Plaza de San Francisco, hoy Plaza del Ayuntamiento de València.

La antigua estación de Ferrocariles, que fue construida en 1851 por los ingenieros James Beatty y Domingo Cardenal, inauguró el primer ferrocarril de la ciudad en 1852.

El proyecto de construcción de la actual estación nació como la ‘Estación de Ferrocarriles de la Compañía del Norte’ y las obras se iniciaron el 2 de agosto de 1906, aunque posteriormente se plantearon pequeñas modificaciones hasta que los inicios de la obra en 1909.

El coste total de la nueva estación alcanzó la cifra de 9 millones de pesetas y el proyecto contó con 15.476 metros cuadrados frente a los escasos cinco mil de la antigua, destacando el edificio de viajeros con la fachada principal en la calle de Játiva, que costó menos de 2 millones y medio de las antiguas pesetas.

Aunque la dirección de la obra se adjudicó al arquitecto Ribes, numerosos artistas contribuyeron a su construcción como José Mogrell, que diseño los panales de la fachada; los hermanos Maumejean, que interpretaron el mosaico veneciano o Muñoz Dueñas, que creó la decoración cerámica del café.

La Estación del Norte tuvo una inauguración sobria y marcada por las constantes huelgas y reclamaciones que retrasaron la puesta en marcha de sus servicios al 8 de agosto de 1907, debido al despido de una treintena de trabajadores de la Compañía del Norte.

Cinco días después de su puesta en marcha, la Federación Nacional Ferroviaria proclamó la primera huelga general revolucionaria de España, a la que se unieron la CNT y UGT, para exigir la readmisión de los trabajadores despedidos. Aunque ese día el paro en València fue total, el comité de huelga fue detenido y encarcelado la mañana siguiente.

A pesar de tener un inicio difícil, la Estación del Norte terminó consolidándose como la principal receptora y emisora de ferrocarriles de la ciudad y se caracterizó por un fuerte estilo arquitectónico modernista, una alegoría de la huerta valenciana.

Mosaicos con mujeres ataviadas con el traje típico valenciano y guirnaldas de naranjas y otros productos agrícolas decoran sus fachadas exteriores; mientras en el interior, en su lujosa recepción, los mismos mosaicos dan la bienvenida a todos los viajes con la frase ‘Buen Viaje” en todos los idiomas.

La fachada principal en forma de U trata de compensar su acentuada horizontalidad con la disposición de tres cuerpos resaltados, dos de ellos en los extremos formando torreones, y el tercero en el centro, marcando el acceso principal.

En el ático de la torre central se puede observar una imagen corporativa representando al mundo bajo un águila que simboliza la velocidad; mientras que a la fachada le precede un gran patio descubierto y cerrado por una verja de estilo vienés que separa la estación de la concurrida calle donde se ubica.

Otros de los elementos notables es la presencia de estrellas de cinco puntas, emblema de la Compañía de Ferrocarriles del Norte y la Sala que en su día estuvo dedicada a Cafetería y que, después de muchos años cerrada, ha vuelto a ser reabierta con el nombre de Sala de Mosaicos.

Con motivo del centenario, a lo largo del presente ejercicio Adif ha programado un amplio repertorio de actividades conmemorativas compuesto por conciertos de música clásica y tradicional valenciana, exposiciones de indumentaria regional, muestras de fotografía y modelismo ferroviario o demostraciones de baile, entre otros.