Semana Santa

La Semana Santa llena las calles de recogimiento

Tambores y trompetas son los únicos que rompen el silencio de la noche. El distrito del Marítimo de Valencia acoge con especial devoción decenas de actos sobre la Pasión de Jesús

Las procesiones llenan durante horas las calles del barrio del Marítimo de Valencia
Las procesiones llenan durante horas las calles del barrio del Marítimo de Valencialarazon

Tambores y trompetas son los únicos que rompen el silencio de la noche. El distrito del Marítimo de Valencia acoge con especial devoción decenas de actos sobre la Pasión de Jesús

La devoción y la esperanza inundan estos días las calles de la Comunitat. La Semana Santa se celebra en todos las localidades valencianas, pero con especial intensidad en el Marítimo de Valencia. La semana Santa Marinera reina en los barrios del Grau, Canyamelar y Cabanyal para rendir tributo a la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Las calles del distrito se convierten en un hervidero donde el fervor se palpa en cada esquina y el silencio de un pueblo recogido rompe con el sonido de trompetas y tambores.

Al paso firme de una tradición ancestral, miles de fieles seguidores acompañaron a Cristos, Nazarenos y Vírgenes durante el Jueves Santo. Las procesiones comenzaron el jueves pasadas las ocho de la tarde, con el acto de la profecía que se celebró, como cada año, en el interior de la Iglesia de Santa María del Mar. Terminada la ceremonia, dio arranque la Visita a los Santos Monumentos. Desde el tribunal de las Aguas, pasando por la Avenida del Puerto, el Cristo del Grao, Ernesto Anastasio, Francisco Cubells, Rosario, la Avenida del Mediterráneo, Pintor Ferrandis, Escalante, Marina hasta culminar en la Nuestra Señora de los Ángeles. Una procesión donde solo el sonido de los tambores acompañaba el ritmo de los pasos.

A las diez de la noche tuvo lugar el Encuentro de la Virgen, donde cofradías y agrupaciones convergieron para escenificar la reunión de Jesucristo con su madre, uno de los pasajes bíblicos de mayor profundo sentimiento. Acto seguido, comenzó la procesión de las antorchas, dejando a su paso el reflejo de luces y sombras. Esta peregrinación, una de las manifestaciones de fe más antiguas y solemnes, se desenvolvió en un ambiente donde el fervor y la pasión se fundían en un todo unitario.

La Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles protagonizó, en torno a las once, la Procesión del Granaders de la Verge.

Pasada media noche, se preveía que fuese el turno de la Parroquia de Santa María del Mar. Portando un báculo luminoso, los cofrades transitaron por avenidas y calles durante la tradicional Peregrinación del Silencio.

Coincidiendo en el tiempo, la Parroquia de Cristo Redentor y la de San Rafael Arcángel realizaron el Vía Crucis de la Juventud. Precedido, momentos antes por el traslado Procesional del Santo Cáliz, en conmemoración a la Eucaristía de la Última Cena.

Desde las primeras horas de la mañana del viernes, el Grau, Canyamelar y Cabanyal viven con gran intensidad las celebraciones.

El Viernes Santo y a orillas de la playa, se celebra una ceremonia tradicional de la Semana Santa Marinera, que este año se dedica a rezar por los refugiados ahogados en el Mediterráneo, además de por los pescadores y marinos mercantes difuntos. Así, antes de las ocho de la mañana arranca uno de los actos más multitudinarios de la Semana Santa Marinera: el Encuentro de Cristos.

El momento más emotivo llega cuando el Santísimo Cristo del Salvador se traslada a orillas de la playa.

A partir de las diez de la mañana es el turno de los diferentes Vía Crucis. La Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y la Parroquia de Cristo Redentor y San Rafael Arcángel son las primeras en dar comienzo a este acto, en el que se revive el tránsito de Jesucristo camino del Calvario.

A las 10:30 horas comienza el Vía Crucis de la parroquia Santa María del Mar, la cual cuenta con la participación de cinco hermandades.

Por último a las once de la mañana, es el turno de la Parroquia de Santa María del Mar y la Parroquia de Jesús Obrero y San Mauro.

Al caer el día da comienzo el acto colectivo: la Procesión General del Santo Entierro, en la que se calcula la presencia de unas 4.500 personas entre personajes bíblicos, cofrades, clavarios, clavariesas y músicos.

En este multitudinario cortejo, hermandades, cofradías y corporaciones recorren las calles de los Poblados Marítimos donde el silencio y el recogimiento predomina, así como las tonalidades oscuras en los trajes de los cofrades.