La sinrazón del concejal

¿Cómo hay políticos interesados en revivir el odio entre españoles?

Me preocupa menos lo que pide. Me preocupa mucho más la procedencia del odio que rezuma el escrito de un concejal de Guanyar Alacant, la versión alicantina de Podemos, pidiendo que el 14 de abril ondee en el Ayuntamiento la bandera republicana «en homenaje a las personas que defendieron el periodo democrático truncado por la Guerra Civil».

Uno, en este caso yo, que ha vivido gozosamente los tiempos de la Transición, donde todos los partidos antepusieron el establecimiento de la democracia sobre cualquier otro interés a través de la reconciliación de los españoles, perciba ahora que algunos, dos o tres generaciones posteriores, tras 38 años disfrutar el sistema democrático, parezcan empeñados en abrir heridas que nos parecía haber suturado.

No voy a discutir las verdades o falsedades de su escrito. No es el motivo ni el eje de mis líneas, sino expresar mi sorpresa y sobre todo mi desazón al comprobar cómo políticos, que ni vivieron ni padecieron las consecuencias de la confrontación fraticida de nuestro país, den la impresión de interesarse por revivir el odio.

Miguel Ángel Pavón, así se llama el edil, acertaría más en trabajar por servir a los alicantinos, a todos, cualquiera que sea su procedencia, que en provocar un debate sobre los excesos, lo pesares y las excelencias de lo que el denomina, en referencia al Gobierno de 1934 «el primer régimen democrático de nuestra historia, que instauró un verdadero Estado de Derecho y proclamó la primera constitución democrática en España». ¡Toma ya! Así es la vida.