Educación
Marzà rompe su promesa electoral y no bajará las tasas universitarias
Educación reducirá de 5,5 a 5 la nota de acceso a becas universitarias
Finalmente y en contraposición a lo que abogaban los programas electorales de los miembros del nuevo Ejecutivo valenciano, las tasas universitarias seguirán congeladas en los niveles actuales y no bajarán, como estaba previsto. Así lo anunció ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà, tras reunirse con el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, y la directora general de Universidad, Investigación y Ciencia, Josefina Bueno.
Así pues, tras un mes y medio de demora con respecto al año anterior, los estudiantes valencianos ya conocen que deberán desembolsar la misma cantidad que el pasado año académico para cursar sus estudios en las universidades públicas valencianas. Por su parte, Marzà argumentó que el objetivo es que la financiación de las universidades quede «estabilizada» y que «no se quede nadie fuera de la universidad» por lo que hay que «actuar sobre los que tienen máxima dificultad».
Asimismo, argumentó que con una bajada de un ocho por ciento de las tasas, tal y como estaba previsto, los alumnos apenas se ahorrarían 80 euros de las matrículas, y que además, las universidades perderían alrededor de 13 millones en financiación. «Ni solucionaríamos el problema de acceso por renta ni contribuiríamos a mejorar la financiación de las universidades».
Es por eso que los esfuerzos de su Conselleria se centrarán en frenar el abandono universitario por motivos económicos. Desde esta perspectiva, la Conselleria de Educación rebajará de 5,5 a 5 la nota necesaria para el acceso a la universidad e implementará una partida de un millón de euros para subvencionar la matrícula de unos 1.500 nuevos universitarios con rentas bajas a fin de que «nadie se quede sin estudiar por motivos económicos».
Siguiendo con este programa de subvenciones, abrirá otra vía de actuación que favorecerá a terceras o cuartas matrículas de universitarios con menos de 18 créditos. En estos casos, el precio de la matrícula se incrementa un 75 o 100 por ciento, algo que los estudiantes no pueden asumir.
A pesar de ello, tampoco se concretó el importe ni el número de posibles beneficiarios porque todavía tienen que analizar con las universidades cuántos estudiantes podrían estar en esta situación. «El abandono universitario es un fracaso del sistema, de la inversión que hace el Estado, la universidad y las familias, por eso es importante la rectificación», sentenció Bueno, quien explicó que será una comisión junto a la universidad la que evalúe cada caso.
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