Valencia

«Parkings» llenos, taxis vacíos y reservas anuladas y reservas anuladas

Los hosteleros hacen un hacen balance negativo del primer fin de semana con la prohibición de aparcar en el carril bus. Vaticinan despidos por el descenso del consumo

Cartel que avisa de la prohibición de aparcar en una de las principales vías de la ciudad de Valencia
Cartel que avisa de la prohibición de aparcar en una de las principales vías de la ciudad de Valencialarazon

Los hosteleros hacen un hacen balance negativo del primer fin de semana con la prohibición de aparcar en el carril bus. Vaticinan despidos por el descenso del consumo

El primer fin de semana con la prohibición de aparcar de noche en el carril bus de las calles de Valencia se ha saldado con pérdidas económicas para los propietarios de bares, restaurantes y locales de ocio. Según denuncian desde la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia, y a la espera de un informe sobre el impacto de económico de esta medida, la afluencia de clientes ha disminuido. De hecho, calculan que el descenso en el barrio de El Carmen llegó al cincuenta por ciento y que los locales del Eixample, Cánovas o Russafa también hicieron menos caja.

«Muchos anularon sus reservas y otros muchos llegaron tarde», cuenta al respecto el presidente de la asociación de pubs, Tico Corrons. A su juicio, la decisión del concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, es un «sinsentido», porque «tal y como estaba, no molestaba a nadie». Al respecto, asegura que los únicos que se oponían a que se pudiera aparcar en el carril bus eran los taxistas, «pero este fin de semana iban vacíos. Parecían un montón de lobos detrás de las ovejas, pero no consiguieron más clientes».

En cuanto a la alternativa de los aparcamientos públicos, Corrons afirma que fueron insuficientes. «El de Russafa se llenó muy pronto y en el resto de zonas no fue mejor. Además, los clientes se quejaban de que tenían que caminar mucho desde el ‘parking’ hasta los locales».

Por todo ello considera que Grezzi les ha dejado «con el culo al aire» y se ha equivocado llevando a esta situación a los hosteleros y que las consecuencias de su plan «se verán en cuatro o cinco meses, cuando nos veamos a despedir a gente debido al descenso del consumo».

No obstante, desde el Ayuntamiento defienden que existen más de 3.500 plazas con tarifas límite y cuatro líneas nocturnas de Empresa Municipal de Transportes con servicios doblados, a disposición de la ciudadanía y que la EMT registró un aumento del 43 por ciento de pasajeros en la docena de líneas que operan en horario nocturno.

500 locales afectados

A pesar de ello, el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, alertó de que la prohibición de aparcar en el carril bus afecta a más 500 bares de las zonas de Russafa y Cánovas.

Según la modificación puntual del plan especial de protección de Russafa-Sur Gran Vía, en esta zona hay 303 restaurantes, pubs, discotecas y salones «lounge» mientras que en la zona de Gran Vía-Cánovas hay 242.

Al respecto, el portavoz de C’s denunció que el alcalde Joan Ribó «amenaza el empleo al dificultar la actividad económica. Su ideología le lleva a actuar sin pensar en las consecuencias. La prohibición en el aparcamiento en el carril bus está restando clientes porque no se les ha dado alternativas donde dejar el coche».

También recordó que los clientes de la hostelería «son tanto los vecinos de la ciudad como los del área metropolitana».