Financiación autonómica
Puig idea una nueva financiación basada en la independencia fiscal
Incluye un fondo de contingencia que cubra los servicios básicos en periodos de crisis
La independencia fiscal de las Comunidades Autónomas es uno de los principales pilares del nuevo modelo de financiación ideado por el Consell de Ximo Puig, y que fue presentado ayer por el propio presidente.
La independencia fiscal de las Comunidades Autónomas es uno de los principales pilares del nuevo modelo de financiación ideado por el Consell de Ximo Puig, y que fue presentado ayer por el propio presidente. El sistema está basado en tres tramos; uno de ellos, denominado «tramo de autonomía», debe permitir, según dice el documento elaborado, «a las diferentes comunidades autónomas un espacio fiscal propio para decidir los niveles impositivos».
En este punto se establece que aquellas autonomías que obtengan más recursos por la recaudación de los tributos estatales obtendrán un incentivo económico por parte del Estado.
Otro de los tramos pasa por la creación de un fondo de contingencia al que los Presupuestos Generales del Estado deberán realizar aportaciones cuando la recaudación tributaria crezca por encima del PIB nominal, con el fin de evitar que las caídas de la recaudación en periodos de recesión pongan en peligro los servicios públicos fundamentales. Este fondo, lógicamente, deberá garantizar igualdad en la prestación de servicios para todos los ciudadanos.
Por último, el «tramo de suficiencia» estaría financiado por las propias autonomías y se destinaría a otras partidas como la seguridad y el orden público, los servicios generales de las administraciones públicas o asuntos económicos.
Decisiones propias
El equipo de Ximo Puig considera que las Autonomías deben tomar sus propias decisiones sobre asuntos como el déficit o el gasto destinado a determinados servicios. De ahí que se insistiera en la necesidad de una mayor «corresponsabilidad e independencia fiscal». Por ello, el nuevo modelo de financiación, que Puig enviará a todos los grupos políticos y agentes sociales, plantea que cada Comunidad Autónoma cuente con su propia Agencia Tributaria. Aparte, todas ellas deberían tener presencia y participación en la Agencia Estatal.
«Las Comunidades Autónomas también son Estado, deben de participar», dijo. Añadió que, más allá del problema con Cataluña, el país «tiene que reformarse en su conjunto» y aseguró que el Consell no toleraría que el Estado negociase un nuevo modelo únicamente con esta Comunidad sin tener en cuenta al resto.
Ahora bien, el presidente no detalló los nuevos criterios de reparto del modelo de financiación, y señaló que más bien se trata de reformar el modelo por completo. «Es un cambio desde la Comunitat Valenciana para el resto de España».
En relación a los regímenes especiales del País Vasco y Navarra, Puig apuntó que «en una comunidad de vecinos todos tenemos que pagar», si bien añadió que no plantea «la demolición de ninguna parte de la Constitución, sólo la igualdad entre los españoles».
Recordó, asimismo, que la Comunitat cuenta con una deuda de 40.000 millones de euros que se debe mutualizar con el Estado.
La deuda histórica sube a 16.000 millones
La deuda que el Estado tiene contraída con la Comunitat por la insuficiente financiación a lo largo de las últimas décadas, asciende ya a 16.000 millones de euros. Así lo aseguró ayer el presidente del Consell, quien en un principio dijo que desde agosto hasta la actualidad había pasado de 12.000 a 16.000. Fuentes de Presidencia explicaron posteriormente que el aumento se ha producido desde el año 2012.
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