Madrid

Cámaras «de pega» en el Lavapiés más abandonado

Los vecinos se quejan de que el Ayuntamiento no limpia la pintura con la que los vándalos taparon el visor de los dispositivos de seguridad del barrio

En la esquina de Travesía de la Comadre hay una de las cámaras «tintadas»
En la esquina de Travesía de la Comadre hay una de las cámaras «tintadas»larazon

Los vecinos se quejan de que el Ayuntamiento no limpia la pintura con la que los vándalos taparon el visor de los dispositivos de seguridad del barrio

No sólo es uno de los barrios donde se acumula más suciedad de Centro (el distrito que más quejas recibe por parte de los vecinos por temas relacionados con la acumulación de basuras en vía pública), sino que el problema es que hay tipos de suciedad o dejadez por parte de la administración municipal, que afectan a la seguridad. Es el caso de las cámaras de videovigilancia instaladas en el barrio hace ya siete años y que han visto su función reducida a cero. Algún individuo decidió tapar su visión, como el ladrón que entra a robar al banco, y rociarla con un spray de pinturas para impedir que el objetivo captase la imagen exterior del barrio. El acto vandálico ha pasado sin pena ni gloria ya que los vecinos aseguran que el Ayuntamiento, pese a tener conocimiento de ello, no las ha limpiado o intercambiado por otra nueva, ya que sólo habría que reporner el visor. «No sé cuánto tiempo puede llevar eso así pero hace más de 10 meses seguro, que fue cuando nos dimos cuenta nosotros», explica un comerciante de la zona. El hombre explica que ya es vox populi el hecho de que las cámaras no graban pero ahora, al verse que están pintadas, ni siquiera pueden lograr ese efecto disuasorio que tenían para algunos delincuentes.

La instalación de estas cámaras ya fue polémic aen su día. Incluso la asociación Hetaria, que trabaja con las mujeres que ejercen la prostitución, denunció que vulneraban el derecho a la intimidad de estas mujeres y de los propios vecinos de la zona. Sin embargo, el TSJM archivó el caso y dio luz verde al proyecto en aras de garantizar una mayor seguridad al colectivo, ya que también son de gran ayuda para resolver operaciones policiales. No es la primera queja de los vecinos de este castizo barrio este verano. La semana pasada la Plataforma de Vecinos de Lavapiés denunció que sufrían una plaga de chinches. No es una novedad porque es un problema que, según denuncian los afectados, «nunca se llegó a solucionar». Así, la imagen de colchones abandonados en la calle ha vuelto este verano al barrio, dada la imposibilidad de acabar con el problema.