Madrid

Carmena hace «su reforma de la reforma» de Cibeles

La alcaldesa rediseña la planta noble para reducir su despacho, hacer una nueva sala para las juntas de Gobierno y una zona para los miembros de su gabinete. Ésta es la tercera remodelación del Palacio en cinco años. Una obra sin presupuesto conocido. El Ayuntamiento informó ayer del inicio de los trabajos, a cargo de un arquitecto municipal, sin detallar el coste de los mismos

La hasta ahora sala institucional seguirá siendo un espacio diáfano con puestos de trabajo para personal del Ayuntamiento
La hasta ahora sala institucional seguirá siendo un espacio diáfano con puestos de trabajo para personal del Ayuntamientolarazon

La alcaldesa rediseña la planta noble para reducir su despacho, hacer una nueva sala para las juntas de Gobierno y una zona para los miembros de su gabinete. Ésta es la tercera remodelación del Palacio en cinco años

El Palacio de Cibeles afronta su enésima reforma en unas obras que son el cuento de nunca acabar. En 2007, Alberto Ruiz-Gallardón se gastó 500 millones en el traslado del Ayuntamiento de Madrid desde la Casa de la Villa hasta el Palacio de Telecomunicaciones que convirtió a su vez en centro cultural. Una obra que se presupuestó en 80 millones, que se duplicaron durante la reforma y que finalmente, si se tiene en cuenta las permutas y otros gastos adicionales, se disparó en tres centenares de millones más.

Después llegó Ana Botella, que se acomodó al enorme despacho de Gallardón pero que decidió aprovechar hasta el último rincón, creando despachos y salas hasta en el pasillo de entrada. Además y como parte de su política de austeridad, trasladó 282 funcionarios del Área de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad a las plantas más altas de Cibeles. Así hasta aglutinar a más de 2.000 funcionarios muncipales en el edificio insignia del Ayuntamiento. Quizás lo más curioso es que la actual alcaldesa, Manuela Carmena que, junto con su equipo de Ahora Madrid, criticó duramente las obras de sus predecesores y el gasto que supuso para las arcas públicas, inició ayer su propia reforma. La primer edil ha iniciado la remodelación de la llamada «planta noble», que incluye la reducción del despacho de Alcaldía, la creación de una sala de para las juntas de Gobierno y una zona para su gabinete.

Entre crítica y crítica sobre lo poco aprovechado que estaba el espacio en el Ayuntamiento de Madrid, que tanto dinero costó a las arcas municipales, Manuela Carmena ha decidido que vale la pena gastar un poco más para, como hizo Botella, crear despachos en salas infrautilizadas. Así, ayer comenzaron las obras para reestructurar la planta cuarta del Palacio de Cibeles, donde se encuentra el despacho que la alcaldesa calificó como un «pequeño apartamento» en una visita de la prensa.

En concreto, la planta noble en la que se ubicaba el lugar de trabajo de la regidora, la sala de juntas, la sala institucional y varias salas de visita se transformarán en pequeños despachos colectivos, una sala de juntas más reducida y deja en la mitad el espacio de trabajo de Carmena en la parte en la que se ubicaba un cuarto de baño. De este modo, el espacio que diseñó Gallardón se dividirá en tres partes: una será la sala de juntas –lo que es ahora la zona en la que se sitúa la mesa de trabajo de Carmena, en la esquina de la plaza de Cibeles con Alcalá–, otra será utilizada por los miembros del gabinete de la Alcaldía y el personal administrativo, y el tercer espacio será el despacho de la alcaldesa, en el que se habilitará un lugar para recibir visitas.

El gran salón institucional que ocupaba el «puente» entre la calle Alcalá y la Galería de Cristales y donde los regidores madrileños recibían, por ejemplo, a los equipos deportivos de la capital y de la Selección, se convertirá en un espacio diáfano donde se instalarán diversos puestos de trabajo. El mismo destino tendrá la sala que hasta ahora utilizaban la primera edil y sus concejalas de Gobierno para las juntas, pasando a ser el espacio de tres puestos de trabajo. Por último, el salón de madera, que se utiliza poco en la actualidad, será la estancia que dedique la alcaldesa para las reuniones y visitas más numerosas.

El diseño de la reforma ha corrido a cargo de arquitectos municipales, que para su ejecución han optado por la instalación de paneles de pladur, que permiten separar el espacio interior de forma reversible. Están formados por una estructura metálica ligera sobre la que se fijan una o más placas que se atornillan a ambos lados de la estructura metálica. Este sistema es el mismo escogido para la reforma de la Casa de la Villa en las plantas de oficinas con el objetivo de albergar la Escuela de Formación municipal, ya que, al ser un edifico declarado Bien de Interés Cultural, no se pueden hacer modificaciones de gran calado.

Sin embargo y pese a que fue a primeros de junio cuando Carmena comentó su interés por reformar Cibeles y así lo confirmó su portavoz Rita Maestre en una de las ruedas de prensa posteriores a la Junta de Gobierno pocos días después, aún no se conoce el presupuesto que ha consignado la alcaldesa para las obras en el Ayuntamiento de Madrid.

Cuando, en 2003, Alberto Ruiz-Gallardón decidió trasladar el Ayuntamiento de Madrid al Palacio de Cibeles –proyecto que también llevaba la candidata socialista, Trinidad Jiménez, en su programa electoral–, el presupuesto inicial fue de 80 millones para una obra que comenzó en 2006. Poco más de un año después se inició el traslado –aunque no se culminarían los trabajos de reforma hasta 2010– y a comienzos de la tercera y efímera legislatura de Gallardón, el alcalde confesó que el gasto había superado los 126 millones. Pero esta cifra tenía truco, al menos para UPyD, que ante la última Corporación Municipal denunció que el coste de la obra de Cibeles se elevaba a entre 466 y 530 millones si se tenía en cuenta el coste de los edificios que incluyó la permuta acordada entre el Ayuntamiento y la Administración del Estado.

El proyecto del arquitecto Francisco Rodríguez Partearroyo incluyó la transformación de las viejas oficinas de Correos en un nuevo Salón de Plenos y las infraestructuras municipales, y también recuperó más de la mitad del Palacio para los madrileños, convertido en el centro cultural Centro Centro, así como la espectacular Galería de Cristales.

Tres diseños

- La gran reforma de Gallardón

Fue el impulsor del traslado del Ayuntamiento desde la Casa de la Villa al Palacio de Cibeles. Invirtió casi 500 millones de euros entre las obras y las operaciones inmobiliarias necesarias para hacerse con el edificio. Diseñó a su medida el despacho y el nuevo Salón de Plenos.

- Más funcionarios con Botella

La sucesora de Gallardón decidió aprovechar el espacio de Cibeles reubicando a los funcionarios del Área de Medio Ambiente, Seguridad y Emergencias en las plantas más altas y así, además, ahorrar en el alquiler de otras sedes. Puso despachos hasta en el pasillo de entrada.

- De planta noble a «funcional»

Amiga del «petit comité», Carmena prefiere las distancias cortas y la cercanía con sus colaboradores, por eso transformará la planta noble de la Alcaldía en pequeños despachos y salas de visita más reducidas dividiendo sus dependecias en tres y prescindiendo de la sala institucional.