Salamanca
Cartagena 6 vuelve (apuntalado) a la normalidad
Las doce familias que fueron evacuadas el domingo de su edificio por riesgo de derrumbe volvieron a sus domicilios horas después.
Apenas unas horas estuvieron fuera de sus viviendas la noche del domingo los vecinos del número 6 de la calle Cartagena, aunque tardarán algo más en olvidarse del mal trago que pasaron cuando los bomberos prodecieron a desalojarles después de que se produjera el desprendimiento de parte de uno de los pilares del edificio, lo cual podría haber provocado el derrumbe del inmueble.
Aunque ayer muchos de ellos preferían no hablar con los medios, tuvieron suerte de que David, el hijo de los propietarios de la tintorería instalada en el bajo del inmueble, pasara por casualidad por el negocio familiar y se encontrara con los desperfectos. Al llegar, observó que la pared estaba agrietada y algunas losas se habían desprendido y de inmediato alertó a la Policía, que se encontraba patrullando. Una situación que, después sabría, también habían comunicado a las autoridades los clientes de un bar cercano. Los vecinos del edificio, alertados por los bomberos, pudieron comprobar que los escombros que habían aparecido sobre la acera provenían del desprendimiento de una de las pilastras donde se sitúa la tintorería. Hasta una treintena de personas tuvieron que ser desalojadas ante el peligro de derrumbe inminente. Ayer la propietaria de este negocio confirmó la existencia de grietas en el local desde hacía tiempo, pero relató que no imaginaba que estos desperfectos fueran a derivar en daños estructurales. Una vecina explicó por su parte que, según comprobaron las autoridades, la parte de las viviendas se encontraba en buen estado, de manera que les permitieron realojarse en sus hogares horas después del incidente. Además, aclaró que el problema, tras la inspección, residía en la tintorería, que actualmente se encuentra cerrada y en obras.
A lo largo de la noche, los Bomberos verificaron que la fachada estaba ligeramente abombada, por lo que apuntalaron la estructura de este edificio de los años 50, que cuenta con cuatro plantas y un total del 12 viviendas. Procedieron a apuntalar el inmueble mediante la técnica de «la cruz de San Andrés» para así reforzar la estructura, especialmente en el local del bajo, mientras se conseguía repartir la carga. Si no hubieran acudido de inmediato, aseguró el jefe de Bomberos de guardia el domingo, podría haber tenido lugar una catástrofe. Miembros del Samur Social permanecieron ayer junto a la vivienda como medida preventiva, pero afortunadamente ningún vecino resultó herido.
Este inmueble situado en el distrito de Salamanca pasó la Inspección Técnica de Edificios (ITE) correspondiente en el pasado año 2013, según aclararon ayer técnicos del Ayuntamiento de Madrid.
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