Infraestructuras

Cifuentes duda de la viabilidad de Puerta Norte

La Comunidad estudiará el proyecto de Carmena para Chamartín, aunque la acusa de «no haber contado con nadie»

Manuela Carmena, durante la presentación, hace un par de semanas, del proyecto Puerta Norte
Manuela Carmena, durante la presentación, hace un par de semanas, del proyecto Puerta Nortelarazon

La Comunidad estudiará el proyecto de Carmena para Chamartín, aunque la acusa de «no haber contado con nadie»

Al igual que las otras dos patas del culebrón en el que se ha convertido la «operación Chamartín» –Fomento y Distrito Castellana Norte (DCN)–, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se desayunó hace quince días la propuesta unilateral del Ayuntamiento de la capital para fulminar Castellana Norte y convertirla en Puerta Norte. Apenas una semana después, y a punto de liquidar el Pleno municipal el Plan Parcial para el proyecto que habían rubricado en 2015 las tres administraciones y los inversores de DCN, tuvo que ser la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, quien convocase una reunión para que la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena, les explicase su propuesta.

«Acabamos de recibir el proyecto, lo estamos estudiando y lo primero que hay que ver es si es viable o no», explicó Cifuentes a LA RAZÓN, y criticó que «va en contra de todo lo que se había acordado en los últimos veinte años». Desde su punto de vista, la responsabilidad no es tanto de la regidora, con quien dice que trata de encontrar los máximos puntos de acuerdo. Según la presidenta regional, el problema es la concepción de Podemos sobre el urbanismo, que calificó de «totalmente ideológico», y que está impidiendo la creación de 160.000 puestos de trabajo. «El concepto ladrillo ya les parece que es malo, tienen unos prejuicios que los llevan a considerar que los empresarios son malos, igual que lo piensan de la Policía», acusó.

Y no sólo esto, sino que Cifuentes denuncia que la actuación de Podemos en el consistorio madrileño, «con la complicidad del PSOE, que apoya de manera sistemática todas sus políticas sin cuestionar nada», está lastrando al Gobierno de la Comunidad, ahuyentando las inversiones extranjeras, «que necesitamos como el comer». Es por ello que, pese a que el Gobierno regional tiene mucho que decir sobre el plan Puerta Norte de Carmena, lo que más preocupa a la presidenta madrileña «es que el consistorio, de manera unilateral, rompa un convenio que contaba con el consenso de tres administraciones y los inversores del BBVA, que estaban dipuestos a asumir la construcción de determinadas infraestructuras que son muy importantes para la capital».

Porque en Castellana Norte, recordó Cifuentes, se incluía la creación de tres estaciones de Metro, la prolongación del Metro, un autobús en vía rápida y un nudo fundamental de carreteras en el norte que iba a mejorar toda la movilidad de la zona. «Inversiones que de no producirse suponen un lastre para nuestra economía», añadió. Por eso, aunque insiste en que la Comunidad de Madrid tiene «siempre la última palabra» en la aprobación o no de la modificación del plan general de ordenación urbana necesario para desarrollar Puerta Norte, ya que las competencias en materia urbanística son de la Administración autonómica, considera que «no sólo compete a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid» decidir sobre la aprobación –a la fuerza– de Castellana Norte, sino que Fomento también tiene mucho que decir.

«No es cuestión de bloquearlo, hay que ver si el proyecto que propone el Ayuntamiento es viable o no lo es», insistió Cifuentes, antes de conocer que el Ministerio de Fomento ha advertido a Carmena que podría reclamar jurídicamente los 700 millones de euros en infraestructuras relacionadas con la estación de Chamartín, cuya ampliación estaba comprometida en el convenio firmado con DCN, Ayuntamiento y Comunidad y que Ahora Madrid ha borrado de un plumazo sin contar con ellos, ni con nadie más.