Con el pijama al pueblo

El sofocante calor que hace en al capital hace que muchos madrileños protagonicen un «éxodo» a las segundas residencias que tienen en algún pueblo de la sierra de la Comunidad. Localidades que llegan incluso a multiplicar por cuatro su población si atendemos a los gastos de consumo de agua que registran estos días los contadores del Canal de Isabel II.

En el «número 1» del ranking de pueblos que más aumentan su población durante estos meses está Becerril de la Sierra, que durante el verano multiplica por cuatro su población alcanzando los 18.000 habitantes. Muchos de esos residentes pernoctan en estas segundas residencias aprovechando su cercanía a la capital y después se van a trabajar por la mañana, «la gente viene sobre todo los fines de semana, aunque con la crisis se nota que este año han venido menos», explicó Antonio, un residente de Becerril de toda la vida, que pasaba la mañana tomando el fresco en la plaza del pueblo. Estaba acompañado de otros miembros de su «pandilla», como Josete, otro vecino de siempre que tiene muy claro porqué la que gente elige Becerril de la Sierra como segunda residencia: «Aquí se está muy bien, esto es sanísimo y está muy cerca de Madrid», aseguró. En una de las terrazas, un grupo de jóvenes toma un refresco a la sombra. «Se nota mucha más gente en verano, pero para los jóvenes no hay mucho que hacer» comenta Andrea, una de las chicas de Becerril. «Aquí hay que venir a buscar tranquilidad» añadió.

Otro de los pueblos estrella para tener una segunda vivienda es Villa del Prado, en la sierra oeste, que supera el triple de su población habitual situándose por encima de los 18.000 habitantes. Este municipio cuenta además con doble atractivo ya que se encuentra en la cuenca del río Alberche, donde muchos de sus habitantes disfrutan del baño.

En el tercer puesto está Miraflores de la Sierra, en la sierra norte, que pasa de los 6.000 habitantes en invierno a rozar los 20.000 en los meses estivales. Valdemorillo también forma parte de la lista: llega hasta los 20.000 habitantes, duplicando su número de vecinos, al igual que Nuevo Baztán o Manzanares el Real.

Un poco mas abajo de esta lista, en el décimo puesto, se encuentra Los Molinos que, de los 5.000 habitantes habituales, puede llegar a alcanzar los 15.000 en los periodos vacacionales, según los datos de gasto de agua. El gran atractivo de todos estos pueblos es la cercanía a la capital, el entorno privilegiado de la sierra madrileña, y la posibilidad de desconectar en un entorno totalmente diferente al de la capital.