Madrid

El número 2 de Flores oyó cómo Madridec ordenó abrir el portón

Miguel Ángel Flores (delante, d), principal acusado por la tragedia del Madrid Arena, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid
Miguel Ángel Flores (delante, d), principal acusado por la tragedia del Madrid Arena, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madridlarazon

Nadie admite haber abierto la rampa por donde entraron miles de jóvenes en masa.

Ha sido en la tercera sesión del juicio del Madrid Arena cuando han comenzado las acusaciones con nombres y apellidos. Una de las principales causas de la muerte de las cinco chicas en la fiesta de Halloween de 2012 fue, según el juez instructor, la entrada masiva de jóvenes por el portón de carga situado en cota 0 (directamente a pista) cuando pinchaba el Dj Steve Aoki, pero ayer nadie reconoció haber ordenado dicha apertura, que efectuó un empleado de Seguriber, la empresa encargada de la seguridad. Gracias a las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia se aprecia quién quita la valla y quien baja para ordenar abrir el portón, pero estos videos se visualizarán en sede judicial más adelante. El caso es que, siendo algunos de los protagonistas de estos videos los encargados de declarar ayer ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid, ninguno lo reconoció. La sesión de ayer comenzó con la declaración de Santiago Rojo, director general de Diviertt (número 2 de la empresa de Miguel Ángel Flores) quien, a los pocos minutos de comenzar, abrió fuego. Asegura que lo que escuchó «con el teléfono al señor Del Amo fue: “abrid el portón”». Francisco del Amo lo negó más tarde, pero antes fue el turno del número 3 de Diviertt y el responsable de la ubicación de las barras: Miguel Ángel Morcillo. Unas barras que, aunque bloqueaban cinco salidas de emergencia, él, bajo su experiencia «se cercioraba» de que no se tapara ninguna. Aunque asegura que las barras se montaban siguiendo «unos planos que manda la empresa» (Madridec), afirmó que él «revisaba si las barras estaban bien puestas o no. Nunca nadie me dijo que ninguna barra estuviera mal colocada», recalcó, a pesar de que cinco vomitorios estuvieran bloqueados. También metió en el barro a la Delegación del Gobierno, asegurando que los agentes de Policía Nacional que supervisaron el evento también dieron el «OK» a todo. Un extremo en el que ha incidido el «protagonista de la jornada», Paco del Amo, a la postre el máximo representante del Ayuntamiento en el evento aquella noche. El coordinador de proyectos de Madridec fue aquella noche al pabellón de casualidad, porque iba a reunirse con otros promotores. Del Amo, a quien dos testigos aseguran que ordenó abrir el famoso portón que daba acceso a la pista versó su declaración en que la seguridad del evento corría a cargo del promotor. Esto es que, fue Flores quien contrató a Kontrol, 34 y que si hubiera querido prescindir de Seguriber (la empresa «impuesta por el Ayuntamiento) podía haberlo hecho pagando un cánon. Pero Del Amo explicó que Flores siempre «regateaba» poner el mínimo número de personal de seguridad para «abaratar» costes. «Siempre decía que no le gustaba el personal uniformado». Respecto a aquella orden que dio por teléfono para abrir el portón (las acusaciones aseguran que una llamada le sitúa allí), insiste en que no la dio porque «nadie me lo pidió». Sí confirma que el empresario, a quien confesó que solía «mimar» como a cualquier cliente, le solicitó la apertura de una puerta en otro punto de la Casa de Campo y él así lo pidió, a un empleado pero finalmente no se pudo hacer por falta de personal.

Si Flores acusó el miércoles a Madridec de que el pabellón no estaba preparado para compartimentar los aforos por plantas, Del Amo le desmintió explicando que se podía poner seguridad en cada una de las ocho escaleras de bajada a cada nivel y que, de hecho «sí se ha hecho en otros eventos de Diviertt». Eso sí, el responsable de Madridec no se dio cuenta de que esa noche no se realizaba.