Comunidad de Madrid
Atrapan al agresor sexual de la parada
«El Romario» obligaba a las niñas con un cuchillo a tocarle. Metía a sus víctimas en un portal para agredirlas sexualmente. Vivía con su madre en Valdeavero. Este año estuvo en coma tras una reyerta en Alcalá
Tras ocho meses de investigación, la Policía atrapa a Nixon Eduardo Ceballos, un colombiano de 28 años que agredió en Alcalá de Henares a tres menores de entre 10 y 15 años, a las que abordaba cuando bajaban del autobús
Hacía cuatro meses que el pederasta de Ciudad Lineal había sido detenido tras una larga e intensa investigación cuando la alerta por la presencia de otro agresor sexual de menores sembraba el pánico, esta vez, entre los vecinos de Alcalá de Henares. Fue el pasado mes de enero cuando los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la comisaría de la localidad recibieron la primera denuncia. Luego llegó otra. Y otra. La alerta era máxima y la sombra del pederasta de Ciudad Lineal planeaba sobre unos agentes que, en esta ocasión, sí pudieron investigar sin la presión política y mediática bajo la que trabajaron los responsables de la «operación Candy». Y sobre todo, sin la presión de los vecinos que, lógicamente, viven con el miedo en el cuerpo hasta que un individuo así es atrapado.
Los agentes de Alcalá pudieron avanzar más rápido porque las niñas sí colaboraban y no habían sido sedadas (aunque sí amenazadas con un arma blanca), por lo que pudieron aportar una descripción certera del individuo y de su modus operandi. Actuaba siempre por la tarde y su objetivo estaba puesto en niñas adolescentes: las tres denunciantes tienen 10, 13 y 15 años. Se fijaba en que fueran solas y las abordaba en las inmediaciones de una parada de autobús de la vía Complutense (cuando éstas se bajaban del autobús), donde fue detenido el pasado día 5 de agosto. Una vez que había elegido a su víctima, la seguía de forma más o menos prudencial hasta que la abordaba y la metía en un portal amenazándola con un cochillo, según explicaron las víctimas a los agentes de la Policía Nacional.
Según explicó ayer una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en ocasiones se subía con ellas en el ascensor, pulsaba el botón del último piso y allí las obligaba a bajarse. Descendían entonces las escaleras hasta quedar en la entreplanta entre dos pisos para asegurarse de no ser pillado in fraganti por ningún vecino, ya que actuaba durante el día. Una vez que él se sentía seguro, las sometía a tocamientos y las forzaba hasta agredirlas sexualmente. Si se resistían, volvía a sacar el arma blanca para intimidarlas, según las víctimas.
La descripción del modus operandi permitió a los agentes saber que se enfrentaban a un sólo individuo y su descripción física (de tez morena y de estatura no muy alta) permitió establecer un dispositivo de búsqueda que dio sus frutos siete meses después de la primera denuncia. A priori, no se le impitan más agresiones que las tres denunciadas, según fuentes policiales.
Fueron los agentes del SAF de Alcalá de Henares los encargados de dar con el agresor sexual. Lograron detenerle el 5 de agosto a la altura del número 44 de la vía Complutense de la localidad, aunque los comerciantes de la zona no se percataron de la misma.
Tras pasar a disposición judicial, el magistrado decretó la prisión provisiobal para él y acordó el secreto de las actuaciones, por lo que no han trascendido demasiados detelles de la investigación.
El individuo se llama Nixon Eduardo Ceballos, es de nacionalidad colombiana, tiene 28 años y está empadronado en Valdeaveros, donde vivía con su madre (colombiana), el marido de ésta (un señor de nacionalidad española) y su hermana pequeña. También tiene otra hermana mayor, que vive en otra localidad con su marido y su hija. Precisamente el marido de ésta (el cuñado del acusado), Éric, acudió ayer al domicilio familiar de Valdeavero donde aseguró a este diario que desconocían el motivo por el que había ingresado en prisión. La madre del joven, sin embargo, rechazó atender a la Prensa.
En Valdeavero la familia es bastante conocida porque llevó durante muchos años el bar Jade –en la calle Julio Conca del pequeño municipio que casi linda ya con Guadalajara–, un negocio que ahora lo regenta otra familia.
«No sacaban muchos ingresos del bar porque no iba mucha gente pero aún así siempre se comentó de donde sacarían el dinero para comprar los cochazos con los que venían», comentó ayer un vecino. Al acusado de agredir sexualmente a tres menores le conocían en el pueblo como «Edu» o «El Romario», dado su parecido con el famoso futbolista brasileño. «No tenía mucho trato con nadie. No se relacionaban mucho con la gente del pueblo pero “Edu” parecía buen chico, no creo que sea capaz de hacer nada de eso», comentaba otra clienta de un bar cercano al Ayuntamiento de la localidad. A otros, sin embargo, no pareció pillarles por sorpresa la noticia dado el pasado «conflictivo» del joven.
En coma tras una reyerta
Este inviero, según comenta un vecino de la madre, «Edu» tuvo un grave percance que casi le cuesta la vida, según comentan en Valdeavero. Al parecer, una noche de fin de semana salió de copas por una zona de Alcalá de Henares llena de pubs frecuentados por latinos, por la zona del centro comercial El Val, conocido como La Vaguada de Alcalá de Henares. Estuvo invilucrado en una reyerta o directamente fueron a darle una paliza a él. El caso es que no sólo estuvo ingresado en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias de la localidad, sino que permaneció varios días en la la UCI, debido a las graves heridas ocasionadas. Tras su recuperación, no obstante, fue cuando «El Romario» cometió el peor delito que probablemente pueda cometerse. Ahora sólo cabe esperar que se quede mucho tiempo en prisión.
El detalle
Sospechas de tráfico de droga
- El bar Jade, uno de los pocos que hay en Valdeavero, estuvo durante muchos años regentado por la familia de «Edu» y en este pueblo del este dela Comunidad de Madrid comentaban que «no sacaban ni para pagar el alquiler ni la luz». Al parecer, siempre se rumoreó, aunque nunca se pudo corroborar, que quizás hubieran menudeado con el tráfico de estupefacientes. La hermana mayor de «Edu» o «El Romario» también lleva «un tren de vida demasiado alto», según explicó a LA RAZÓN una vecina de la localidad.
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