Elecciones 24-M
Día 1 de la campaña del pacto
Arranca la cuenta atrás más reñida: el PP es favorito y Ciudadanos, la llave de gobierno para todos. PSOE y Podemos pelean por los segundos puestos
Arranca la cuenta atrás más reñida: el PP es favorito y Ciudadanos, la llave de gobierno para todos. PSOE y Podemos pelean por los segundos puestos
Están condenados a entenderse. La palabra de moda entre los políticos es «diálogo». La campaña electoral que arrancó anoche tiene tres objetivos: convencer a votantes nuevos e indecisos, recuperar descontentos y, de paso y siempre que sea posible, empezar a hacer guiños a futuros compañeros de pacto.
Si hay algo en lo que coinciden todas las encuestas de intención de voto es que ningún partido logrará la mayoría absoluta en las urnas. En este fragmentado escenario, en el que el PP debuta después de una década de mayorías absolutas en la Comunidad, el centro derecha está obligado a llegar a un acuerdo si quiere mantenerse en las instituciones.
La llave la tiene Ciudadanos, a cuyo candidato el CIS le otorgó ayer entre 22 y 23 escaños de una Asamblea de 129 diputados, en la que la mayoría está en el número 65. Bien lo sabe la popular Cristina Cifuentes, que se presenta con un perfil más «progresista» y dispuesta a «dialogar con todos». La encuesta que ayer publicó el CIS da a la ex delegada del Gobierno entre 48 y 49 escaños y un 34,7 por ciento de los votos. Este resultado –pese a la pérdida de 23 diputados que estos datos suponen respecto a 2011– da la victoria a Cifuentes como líder de la candidatura más votada. Aún así, si el PP quiere acceder a la Puerta del Sol, antes tendrá que pactar con Ciudadanos, ya sea para que no se alíen con la izquierda o para que se abstengan en la sesión de investidura de la próxima legislatura, prevista para el 9 de junio.
Los de Albert Rivera se dejan querer y juegan al despiste. Dicen que no tienen intención de intercambiar apoyos por cargos y que obligarán a sus compañeros de pacto o investidura a firmar su código ético, un documento que exige medidas como la eliminación de los aforamientos, con la que está de acuerdo Cifuentes, y la reducción de diputados, idea con la que también casa el PP.
Pero ésta no es la única opción del «ciudadano» Ignacio Aguado. Si se cumple el pronóstico del CIS, el partido naranja sería también llave de un posible gobierno de concentración de la izquierda. El intelectual Ángel Gabilondo, que tampoco mantiene el resultado del PSOE hace cuatro años, necesitaría a su compañero de letras, Luis García Montero (IU), y también al candidato de Podemos, José Manuel López, para conquistar la Puerta del Sol. Sin embargo, los tres sólo sumarían un máximo de 59 escaños. Un resultado insuficiente para superar la suma de PP y Ciudadanos. El Gobierno de la izquierda necesitaría –como el PP– el apoyo o la abstención de los 23 diputados de Aguado para gobernar.
Pero el 24-M puede deparar un último y sorprendente escenario. Gabilondo, el «hombre dialogante», no ha cerrado nunca la puerta a un «pacto de Estado» con el PP. La suma de los diputados de los llamados partidos tradicionales superaría ampliamente la mayoría, con entre 75 y 77 diputados. No obstante, a nadie se le escapa que la abstención del contrario daría la victoria a la popular o al socialista.
Sólo un esfuerzo titánico daría la posibilidad a UPyD de sobrevivir a la fragmentación del voto de estas elecciones. El CIS no le otorga más del 5 por ciento necesario para lograr entrar en el Parlamento de Vallecas.
La vuelta de Esperanza Aguirre a la política no consigue la mayoría absoluta a la que estaba acostumbrada la ex presidenta de la comunidad más votada de la historia, pero sí que permite al PP seguir siendo la fuerza más votada en la capital. Aguirre, con un pronóstico de 22-23 concejales, sería alcaldesa siempre y cuando pactara una abstención, el apoyo de algún partido de la oposición, o evitando la pinza PSOE- Ahora Madrid. La presidenta del PP de Madrid ha mantenido una doble estrategia hacia Begoña Villacís de Ciudadanos, partido al que debe conquistar si quiere gobernar. Por un lado ha centrado sus esfuerzos en «desenmascarar» a los de Albert Rivera para recuperar los votantes desencantados del PP, y por otro, no ha dejado de hacerles guiños de cara al entendimiento necesario para cumplir su probable objetivo.
El otro panorama, que requeriría que PSOE apoyara a Ahora Madrid y que Ciudadanos se abstuviera o se votara a sí mismo, parece una carambola imposible, sobre todo teniendo en cuenta la fuerte personalidad de los candidatos Manuela Carmena y Antonio Miguel Carmona, que puede acabar relegando al PSOE a la tercera posición. Todo esto en un panorama en el que UPyD e IU no volverían a pisar el Pleno de Cibeles, una posibilidad que el CIS contempla pero que abriría la puerta a nuevos múltiples pactos.
El vuelco todavía es posible si en estos quince días unos u otros se hacen con el codiciado voto indeciso, que en la Asamblea asciende a un 36% y en el Ayuntamiento es todavía del 24,1%.
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