Tribunales
El juicio de Coslada, contra las cuerdas
Las defensas de los policías imputados por delitos de extorsión y cohecho pidieron ayer la nulidad del procedimiento por numerosas irregularidades en la primera sesión del juicio
Las defensas de los policías imputados por delitos de extorsión y cohecho pidieron ayer la nulidad del procedimiento por numerosas irregularidades en la primera sesión del juicio.
Acusaciones «vagas» e «imprecisas» por parte del Ministerio Público y multitud de irregularidades en el proceso de investigación policial y a lo largo de toda la fase de instrucción. Las defensas de los acusados del «caso Coslada», –que investiga una supuesta trama de corrupción policial en la localidad–, que se sentaron ayer ante la Sección 17 de la Audiencia Provincial coinciden, en líneas generales, en denunciar lo «chapucero» del proceso a lo largo de los casi diez años en los que se ha ido dilatando en el tiempo la investigación. Así, pidieron la nulidad del procedimiento. La primera sesión del mediático juicio comenzó a eso de las 11:10 horas (con una hora de retraso) en la Sala 0 de la Audiencia y se centró en las cuestiones previas, en las que las partes exponían las consideraciones que consideraron oportunas del procedimiento.
Así, el primero en tomar la palabra fue el fiscal, que acusa al principal imputado, Ginés Jiménez, de los delitos de extorsión, cohecho, amenazas condicionales, depósito y tenencia ilícita de armas, y blanqueo de capitales. Suponen 26 años y ocho meses de cárcel. Al lado de Ginés, y sin tener ninguna relación entre la causa del uno y del otro, estaba el presunto proxeneta Catalin Avramescu, quien supuestamente gestionaba la prostitución de un polígono de Vicálvaro junto con otros dos compatriotas rumanos que se encuentran en busca y captura y, por tanto, no se sentarán en el banquillo.
La acusación particular, el Ayuntamiento de Coslada, renunció a la misma y se adhiere al Ministerio Público. El letrado Eulogio García, que lleva la defensa de tres policías locales acusados de cohecho impropio (por aprovecharse de su condición de policías para mantener sexo gratis con estas prostitutas) fue muy duro con el procedimiento. Asegura que la Fiscalía no ha concretado qué agentes hicieron qué y a qué mujeres por lo que la situación de indefensión es evidente. «¿De qué les defiendo?», se preguntó, al no exponerse el delito cometido. Además, subrayó que a lo largo de toda la instrucción se les acusaba de abuso sexual y asociación ilícita (por eso fueron detenidos) pero que, sin ninguna explicación, el fiscal modificó la calificación a cohecho impropio sin explicar un sólo motivo.
«Todo esto empieza con la denuncia de dos prostitutas en 1 de enero de 2008 en la comisaría de San Blas. Denuncian a Catalin y dicen que suele ir con Carlos (policía local de Coslada). De repente, el caso lo empieza a llevar la Udyco. ¿Por qué? ¿Buscaban algo o a alguien?», sostuvo García. Por su parte, Oskar Zein, abogado de Ginés, su mujer y su hijo, pidió la nulidad, entre otras cuestiones, la prueba sobre de las armas requisadas. Alega que el registro no se autorizó por ese delito ni se siguió la cadena de custodia. Lo cierto es que hay ciertas partes de la investigación que se tambalean y puede comprometer algunas imputaciones.
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