El PP abarrota la comisión sobre corrupción para arropar a Cifuentes

Cristina Cifuentes se convertirá hoy en la primera presidenta de la Comunidad de Madrid en activo que comparece en una comisión de investigación en la Asamblea regional.

Cristina Cifuentes se convertirá hoy en la primera presidenta de la Comunidad de Madrid en activo que comparece en una comisión de investigación en la Asamblea regional. Lo hará a petición de los tres grupos de la oposición después de que se filtraran dos informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en el marco de la Púnica, en los que se pedía que se investigara a Cifuentes por las adjudicaciones –sospechosas de haber sido amañadas– de los contratos de la cafetería de la Cámara autonómica a Arturo Fernández en 2009 y 2011. Tal es la expectación que por primera vez se ha tenido que mediar en el reparto de invitaciones asignadas a los grupos para ver en directo la comparecencia de la también jefa del PP en Madrid. Finalmente se hará de forma proporcional al número de escaños, después de que sólo el PP pidiera ayer más de 45 invitaciones para «arropar» a su presidenta en tan polémico trance.

Aunque es hoy el día en el que Cifuentes tendrá que explicar los pormenores de las adjudicaciones realizadas siendo ella presidenta de la Mesa de Contratación, la presidenta de la Comunidad ya tuvo que hacer frente ayer al «aperitivo» de lo que se va a encontrar hoy en el «Tribunal de la Inquisición», tal y como calificó ella misma a la sesión extraordinaria convocada dentro de la Comisión sobre Corrupción Política que echó a andar en octubre de 2015.

Cifuentes mantuvo dos duros enfrentamientos con el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, y con la de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta, que la acusaron de emplear los servicios de la Abogacía General de la Comunidad para «temas propios» y para «defenderse de una posible acusación procesal», en referencia al informe que los abogados de la Comunidad realizaron a raíz de los informes de la UCO sobre los contratos de la cafetería de la Asamblea, que apreciaban indicios de delitos de cohecho y prevaricación en el papel de Cifuentes.

«No quiero ni necesito defenderme de nada porque ningún juez ni fiscal me ha acusado de nada», respondió a Aguado después de que el portavoz de Cs le acusara de «utilizar» a la Abogacía del Estado «en beneficio propio» y «para quitarle peso» a los informes de la UCO: «El cortijo se acabó. Los funcionarios públicos trabajan para todos los madrileños, no para ustedes». El portavoz de Cs acusó además a la presidenta regional de haber «desprestigiado a la Guardia Civil» al pedir dichos informes jurídicos, lo que elevó el tono de la respuesta de Cifuentes: «Mientras usted estaba tumbado en el sofá, yo estaba en la Delegación del Gobierno defendiendo a la Guardia Civil de los ataques de personas que ahora están sentadas en este Hemiciclo», aseveró.

El rifirrafe con Lorena Ruiz-Huerta, de Podemos, no se quedó atrás: «Su único afán con esta personación es usar nuevamente un recurso público para defenderse de una posible acusación procesal», afirmó. La respuesta de Cifuentes encendió a la bancada morada, ya que la presidenta aseveró que «representan lo peor de la vieja política» al señalar que «sus dirigentes son los de las “becas black”. los que especulan con viviendas sociales o los que tienen trabajadores sin contrato», al tiempo que afirmó que llevan en sus listas electorales a «pederastas, agresores o antiguos terroristas» ya condenados.