El PP no mostrará el trabajo final para «no estirar el chicle»

Los pasillos de la Asamblea de Madrid tuvieron ayer más actividad que el propio hemiciclo. Los corrillos entre los diputados de las distintas formaciones eran constantes, pero todas las miradas buscaban a la protagonista del día. Cristina Cifuentes aprovechó la comparecencia de los portavoces de la oposición ante los medios de comunicación para entrar en el salón de plenos y evitar así a la multitud de periodistas que copaban la sede de la soberanía madrileña. La estrategia de la presidenta fue guardar silencio, un mutismo que rompió su mano derecha y portavoz del Gobierno regional, Ángel Garrido, para asegurar que los populares dan la polémica por zanjada escudándose en las explicaciones que ofrecieron el miércoles los responsables de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Ante la pregunta más repetida, la de si Cifuentes hará público su «Trabajo Fin de Máster» (TFM) para cerrar el debate acerca de las condiciones en las que aprobó las ya famosas dos asignaturas, Garrido contestó de forma negativa. El Gobierno no va a contribuir a las intenciones de las formaciones de la oposición de la Asamblea de «estirar el chicle».

«Si entregáramos el trabajo al día siguiente pedirían una prueba pericial de las firmas o cualquier otra cosa. La oposición no tiene ningún interés en saber la verdad sobre nada porque la verdad ya está escrita y documentada», añadió Garrido. Ante la duda de por qué no fue la propia Cifuentes la que explicó los pormenores de la polémica, el portavoz del Gobierno argumentó que, ya que a su juicio la confusión ya se ha aclarado, «sobran cualquier tipo de explicaciones»: «Hoy siguen disparando con tirachinas pero no vamos a seguir tirando de una cuerda que quieren seguir estirando». Garrido aseguró además que la responsabilidad de justificar el supuesto pago de tasas académicas meses después de que Cifuentes presentase su TFM –una información que desveló «Eldiario.es»– corresponde a la propia Universidad, al igual que la presunta irregularidad en la confección del tribunal que juzgó el documento elaborado por la por aquel entonces Delegada de Gobierno en la región. A su vez, el edil popular defendió que la oposición comenzó una «cacería» contra Cifuentes porque se trata de la «mejor política» de Madrid.

Pese a que el PP vetó la intención de la oposición de forzar la comparecencia de Cifuentes, ninguno desaprovechó su turno de palabra en el pleno para lanzar pullas al contrario. Mientras que Lorena Ruiz-Huerta, la portavoz de Podemos, repitió la palabra «notable» durante su intervención, Ignacio Aguado, su homólogo en Ciudadanos, se cuestionó los conocimientos sobre financiación autonómica de Cifuentes: «Porque estudió el máster, ¿no?». Las justificaciones de la presidenta no convencen tampoco al socialista José Manuel Franco que no descartó presentar una moción de censura contra Cifuentes. «Por este chanchullo que pone fin a 30 años de irregularidades le diré algo. Dimita señora Cifuentes», atacó Ruiz-Huerta. El momento idóneo para atacar a la presidenta de la Comunidad llegó con el debate sobre el informe experto acerca del Sistema de Financiación Autonómica, un tema que coincide con el máster de Cifuentes.

Tras una jornada convertida en un constante tira y afloja, la polémica no se queda entre los muros de la sede de la Asamblea. Ciudadanos ya ha registrado la comparecencia de Cifuentes para que explique las informaciones «contradictorias» sobre su máster en la URJC. La exposición llegará después de Semana Santa.