Madrid
El Templo de Debod cierra a la espera de calor y presupuestos
Los fallos en el sistema de climatización obligan al consistorio a clausurarlo
Los fallos en el sistema de climatización obligan al consistorio a clausurarlo
El Templo de Debod, uno de los reclamos que más sorprende a los turistas que llegan a la ciudad de Madrid, volverá hoy a echar el cierre. Los problemas de climatización que este espacio ubicado en el distrito de Moncloa viene arrastrando desde hace años están detrás de esta nueva clausura temporal. El Ayuntamiento de Madrid anunció ayer esta decisión después de comprobar se las bajas temperaturas que se registran en el interior del templo. Del mismo modo, el Consistorio informó, a través de una nota de prensa, de que «el milenario edificio volverá a abrirse al público cuando las temperaturas en su interior superen los 17 grados centígrados».
El pasado verano, el área de Cultura y Deportes del Gobierno de Manuela Carmena ya se vió obligada a cerrar la entrada de las visitas a este monumento. Entonces, en concreto el 3 de julio, fueron las altas temperaturas alcanzadas en su interior las que forzaron a los técnicos municipales a tomar esta medida. Estuvo cerrado hasta mediados de septiembre, al descender significativamente la temperatura.
Tras el incidente del pasado mes de julio, la delegada de Cultura, Celia Mayer, se comprometió a incluir en los presupuestos de 2017 una partida de 400.000 euros que sirviera para resolver este problema y que, además, permitiera mejorar la señalización del interior en lo que tiene que ver con las piezas museísticas. Finalmente, en el borrador de las cuentas para este año que aprobó el Ejecutivo de Ahora Madrid incrementó significativamente los fondos destinados al templo aunque dividió en dos estas inversiones. Reservó en este proyecto de presupuestos un total de 400.000 euros a la «renovación de las instalaciones informativas de la museografía permanente y, además, 200.000 euros sólo para renovar el sistema de climatización con el propósito de que no se repitan fallos que hagan subir o bajar de forma drástica la temperatura que soportan los visitantes y trabajadores del centro. Este año, por tanto, parecía el señalado para poner fin a los problemas de frío y calor en el interior del templo pero la inestabilidad política del Ayuntamiento amenaza con retrasar estas obras. La falta de un acuerdo entre Ahora Madrid y el PSOE en torno a los presupuestos para el año que acaba de empezar es más que evidente y un más que presumible retraso en la aprobación de las cuentas por parte del Pleno podría afectar de manera especial a las inversiones. Al margen del desencuentro con el grupo socialista, desde el Gobierno de Ahora Madrid se limitaron a señalar ayer que «el Ayuntamiento tiene previsto acometer el cambio de todo el sistema de climatización con cargo al presupuesto de este año para evitar que se vuelvan a repetir situaciones de estas características».
Al margen de estas obras a medio plazo para asegurar su correcta climatización, el Ayuntamiento también valora instalar una cubierta en este espacio que lo proteja de las inclemencias del tiempo y también de los efectos de la contaminación. Sin embargo, los plazos que maneja el consistorio para realizar esta obra se sitúan en los próximos 3-4 años.
El grupo municipal del PP se adelantó a este respecto al Gobierno municipal y presentó el pasado mes de diciembre una enmienda a los presupuestos de 2017con el fin de que se destinen 500.000 euros a la instalación de una cubierta de diseño. Esta enmienda, al no haberse celebrado el Pleno extraordinario de Presupuestos, no ha podido ser votada. Tal y como avanzó este diario el pasado mes, la propuesta del PP, formulada por la concejala Isabel Rosell, plantea crear «una estructura acristalada que permita el acceso al monumento así como a las zonas de los estanques, garantizando la libre circulación del público en el interior». La instalación debería cumplir otros dos requisitos: ser transparente, para permitir la correcta visibilidad del templo desde el exterior, de ahí que se hable de un elemento transparente, y ser reversible al estar protegido el templo como Bien de Interés Cultural.
Medio siglo de amenzas
La puesta a punto del templo en 2017 busca que el monumento celebre sus 50 años en España en perfecto estado. Desde su llegada en 1978, la contaminación, los excrementos de los pájaros, la lluvia y los actos vandálicos han desgastado sus paredes.
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