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Garrido se posiciona como candidato con un discurso pro Casado

El presidente madrileño quiere blindar la política fiscal frente a la armonización de impuestos que propone el Gobierno de Pedro Sánchez.

Ángel Garrido con las cien medidas que presentó ayer en la Cámara de Vallecas
Ángel Garrido con las cien medidas que presentó ayer en la Cámara de Vallecaslarazon

El presidente madrileño quiere blindar la política fiscal frente a la armonización de impuestos que propone el Gobierno de Pedro Sánchez.

Con un lazo con la bandera de España en la solapa y un discurso en el que aludió desde su arranque a la unidad de España frente al desafío independentista, el «compromiso con la Constitución», la «fidelidad a la corona», la defensa de la libertad educativa, y una política fiscal basada en la bajada de impuestos y en el que sacó a relucir las medidas adoptadas por la Comunidad contra la corrupción, el presidente madrileño, Ángel Garrido, demostró ser un hombre de partido y, sobre todo, alineado con la corriente pablista que manda en el PP. De hecho, reprodujo en su discurso muchos de los puntos, solo que en clave madrileña, que Pablo Casado expuso en su primera intervención como líder del partido. Con este esquema de mensaje en el atril y una retahíla interminable de medidas a realizar en los ocho meses que faltan para que acabe la legislatura, Garrido se presentó en el Debate sobre el Estado de la Región de la Cámara de Vallecas con un doble mensaje: primero, dejar claro que ha tomado las riendas de la comunidad siguiendo la nueva línea que marca el partido y, segundo, que cuenta con una gestión que le avala porque ya ha cumplido el 99% de su programa electoral cuando quedan ocho meses para que acabe la legislatura. Y por si alguien piensa que la legislatura puede darse por acabada, puso sobre la mesa una batería de medidas. Hasta cien propuestas dijo que tenía en la cartera, algunas con fecha de conclusión en 2026, como la construcción de aparcamientos disuasorios en las afueras de la capital para vaciar el centro de coches, y otras que estar por rematar.

Garrido contó con el apoyo del secretario general del PP, Teodoro García Egea, que acudió a escucharle, al igual que otros miembros de peso del PP, como Andrea Levy, Isabel Ayuso,

Pío García Escudero o el portavoz del PP en el Ayuntamiento, José Luis Martínez Almeida. El secretario general de los populares, no obstante, abandonó el hemiciclo antes de que acabara el discurso «porque tenía que marcharse al Congreso», dijeron. Quien no acudió fue Pablo Casado, aunque estaba invitado, un gesto que muchos entendieron «lógico» porque, de hacerlo, hubiera sido un refrendo demasiado grande a Garrido cuando aún no están decididos los candidatos y no se sabrán nombres hasta finales de noviembre, justo poco antes de la convención que el PP tiene en diciembre.

El gesto dejó claro que no hay candidato aún a la Comunidad, aunque la cúpula del PP no pierde la oportunidad, cada vez que puede, de ensalzar, sobre todo, la figura de José Luis Martínez Almeida «el verdadero contrapeso en el Ayuntamiento de Madrid» a las políticas de Carmena, dijo García Ejea. Otro indicio de que, de momento, no está claro que Garrido sea candidato es que se notó una menor presencia de populares para arropar a Garrido, a diferencia de lo que ocurrió en su discurso de investidura.

Si hay algo que el presidente regional defendió con ímpetu fue la política fiscal que ha aplicado en Madrid. Por eso anunció el blindaje de la política de bajada de impuestos que ha habido durante su gestión. Presentará una proposición no de ley en la Cámara en la que se instará al Gobierno a que las políticas fiscales o autonómicas no puedan ser reducidas o anuladas. «No queremos que los madrileños deban renunciar a sus conquistas sociales por un prejuicio ideológico de la izquierda», dijo en un contexto en que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere armonizar impuestos, lo que supone elevar algunos como el de sucesiones, que en Madrid ha sido prácticamente eliminado.

De paso arremetió contra Pedro Sánchez y le invitó a rectificar en financiación autonómica, «cuyo modelo castigó a cada madrileño el año pasado a recibir 229 euros menos que a los demás españoles y mantuvo infrafinanciada a la Comunidad de Madrid en 1.500 millones anuales».

Garrido tuvo un reconocimiento especial a uno de los consejeros que ha sufrido uno de los años más tormentosos por el escándalo Cifuentes, como es el titular de Educación. «Si la educación pública ha avanzado de manera notable en esta legislatura tiene nombre y apellido: Rafael Van Grieken», dijo entre un sonoro aplauso de la bancada popular. Garrido fue citando una a una cada medida a aplicar en las diferentes consejerías para acabar citando a Kennedy y su consigna de «la nueva frontera», que utilizó para ganar las elecciones a Nixon y que se basaba en reducir la carga fiscal. En su discurso salió a relucir hasta el Papa Juan Pablo II, al que parafraseó para insinuar que él es el candidato. «El futuro comienza hoy, no mañana».

Medidas claves:

Economía: Fomento de ayudas para la conciliación dirigidas a autónomos y pymes, y creación de un cuerpo de interventores.

Sanidad: Reforma de las urgencias de La Princesa, remodelación del Hospital Ramón y Cajal y del Doce de Octubre, Plan de equipamientos de altas tecnologías y de innovación sanitaria.

Educación: Plan para promocionar los contenidos y las vocaciones científicas, incremento del presupuesto hasta 36,6 millones para el cheque de educación infantil, plan impulsa para mejorar la convivencia.

Política social: Centro de Mayores virtual, red de residencias públicas de 180 plazas para dependientes, ayuda anual para huérfanos o víctimas de violencia de género.

Transportes Red de aparcamientos disuasorios, nuevo reglamento del taxi.