Hubo más de cuatro focos en el incendio de Seseña

La Guardia Civil investiga el entorno empresarial del vertedero en busca del autor

La Guardia Civil ha localizado ya más de cuatro focos del incendio del cementerio de neumáticos de Seseña y Valdemoro, tras los primeros análisis practicados «in situ». Tras darse por finalizada la extinción del fuego la semana pasada en la parte madrileña, muy probable origen de las llamas, los agentes pudieron trabajar sobre el terreno, recogieron muestras y las enviaron al laboratorio para examinar qué acelerantes utilizaron para encender los neumáticos. Asimismo, Los perros del equipo del Servicio de Protección a la Naturaleza, que llevan la investigación, marcaron varios puntos, más de cuatro por el momento, en los que se rociaron dichos acelerantes de las lamas, por lo que la hipótesis de que el incendio fue provocado se confirma.

Por otro lado, los agentes están investigando a empresarios y otro tipo de personas que podrían tener intereses en que ardieran los neumáticos, como los dueños del terreno y explotadores, así como a los transportistas que solían trabajar en el mismo. Se trata de dilucidar tanto la posible implicación en el incendio como probables responsabilidades penales o civiles por su actuación durante los últimos años, en los que se acumularon miles de toneladas de ruedas en ese descampado. También se investigará a todas las instituciones relacionadas con el vertedero por si incurrieron en algún delito o falta debido a determinadas actuaciones o dejaciones en su tratamiento.

Según detallaron fuentes de la investigación, los autores materiales tuvieron que acceder a la zona en algún vehículo y lo hicieron por la parte que pertenece al término madrileño de Valdemoro. Descartan que fueran caminando porque el trayecto es largo y a la vuelta hubieran sido vistos por los servicios de emergencia que acudieron nada más divisarse la negra columna de humo. Además, tuvieron que tardar un tiempo en prender los neumáticos, para lo que utilizaron un acelerante, ya que el caucho tarda mucho, tiempo en coger la llama y los autores, toda vez que el incendio fue provocado, tuvieron que cerciorarse de que ardían antes de abandonar el lugar.