Flores pierde el primer asalto

Aunque será hoy cuando declare ante el Tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, Miguel Ángel Flores sabía que ayer, primer día del juicio que se alargará hasta el mes de junio, todas las miradas se iban a posar sobre él y trató de mostrar la mejor versión de sí mismo o la que él creía más apropiada acorde a las circunstancias. La imagen del principal imputado del «caso Madrid Arena» era impoluta: gabardina azul marino, traje gris, camisa blanca y un educado «buenos días» a los periodistas fue su carta de presentación. A lo largo de la primera sesión del macrojuicio se mostró serio y sin apenas moverse de la silla ni gesticular cuando la secretaria judicial leía el relato de los hechos de la Fiscalía. Mantuvo el ceño fruncido y rostro preocupado; quizás una intranquilidad impostada que no habría sufrido estos años a tenor de los kilos que ha ganado.

Hacía tiempo que Flores no se dejaba ver y, aunque ha cumplido la medida cautelar de personarse en sede judicial los días 8 y 22 de cada mes (fue detenido el 9 de mayo de 2014 al no presentarse), todos tenían ganas ya de volver a poner cara al que se considera el principal responsable de la tragedia. Fue su defensa quien, durante las cuestiones previas tratadas ayer, realizó una petición que llamó la atención, ya que podía haberla solicitado a lo largo de los dos años largos que ha durando la instrucción. La maniobra parecía clara: meter en el embrollo judicial, a última hora, a algún político. José Luis Fuertes, su letrado y también de Santiago Rojo y Miguel Ángel Morcillo (números dos y tres de Diviertt) vino a pedir que se «investigara» ahora a los ex concejales del Ayuntamiento de Madrid, Fátima Núñez y Pedro Calvo (entonces también presidente de Madridec). Sin embargo, el tribunal, presidido por María Luisa Aparicio, rechazó esta propuesta, así como su petición de anular parcialmente el proceso. «No entendemos esa petición de nulidad parcial, porque no depende ni está relacionado con una supuesta vulneración de derechos fundamentales de Flores», dijo la presidenta. «No vamos a declarar ninguna nulidad parcial de la investigación ni mucho menos ordenar que siga una instrucción que el juez instructor declaró conclusa». Flores pierde así su primera batalla dentro de un proceso que se aventura largo y complejo.