Historia
La Legión defenderá a Millán Astray hasta los tribunales
Los Antiguos Caballeros Legionarios declaran la guerra al Comisionado de la Memoria Histórica de Carmena. No se rendirán hasta asegurar que no le quitan la calle a su fundador.
Los Antiguos Caballeros Legionarios declaran la guerra al Comisionado de la Memoria Histórica de Carmena. No se rendirán hasta asegurar que no le quitan la calle a su fundador.
Día 12 de octubre de 1936, Universidad de Salamanca. Dos hombres unidos por la tierra que pisan, pero separados por una lucha dialéctica que llevan años librando en numerosos debates públicos, se encuentran en un acto de celebración que acabaría ensombrado por sus miradas desafiantes: el uno, al grito de «¡viva la muerte!»; el otro, al de «¡viva la inteligencia!».
Desde entonces, cada 12 de octubre aquel desencuentro despierta pasiones y rencores entre los que, rebuscando en el pasado, reviven el debate. Y más este año en Madrid, cuando el controvertido recuerdo retumba en el ambiente con más agitación que nunca, porque en la opinión pública se mantiene reciente la decisión del Comisionado de la Memoria Histórica de eliminar del callejero de la capital la vía dedicada al fundador de La Legión Española. Así, en lugar de calle del General Millán Astray, la que se encuentra en el distrito de Latina se renombrará como Avenida de la Inteligencia, haciendo referencia al desencuentro entre los dos españoles hace ya 80 años. Para unos –el equipo encargado por Manuela Carmena y liderado por la socialista Francisca Sauquillo–, la intervención de Unamuno en aquella discusión merece tal honor por ser «uno de los hechos cívicos más ejemplares de que se guarda memoria en la historia reciente de España»; para otros –con los Antiguos Caballeros Legionarios a la cabeza–, el «presunto incidente», simplemente, «no fue tal».
Sea como sea y pasara lo que pasara aquel día –las versiones son muchas y muy diversas–, la calle del General Millán Astray está herida de muerte y los antiguos legionarios declarados «en guerra con un enemigo difícil: el Ayuntamiento» –o como ellos prefieren llamarlo, «la maquinaria del odio», «la coctelera del revanchismo»–. Por eso, el pasado día 24 de septiembre los que quieren limpiar la imagen del general salieron a la calle, y ayer, en un acto cargado de solemnidad, los mismos convocaron a la prensa para «desvirtuar documentalmente las alegaciones de la Comisión de la Memoria Histórica que sirven de base para retirar el nombre del fundador de La Legión a una calle de Madrid».
Así, acudiendo a las fuentes jurídicas y tirando de hemeroteca, los Antiguos Caballeros Legionarios quisieron desmentir los principales argumentos del Ayuntamiento para justificar esta «purga» contra Astray: primero, su participación activa en el estallido de la Guerra Civil, pues el general no estuvo presente en el levantamiento de julio de 1936; segundo, su papel decisivo en el nombramiento de Franco como Generalísimo, pues su figura no consta en los documentos oficiales. Es decir, que el Comisariado de Carmena es acusado de imparcialidad.
Por todo, el teniente coronel José Pérez Recena terminó su intervención contundente: «Hasta las últimas consecuencias, hasta los juzgados, hasta donde haga falta, defenderá la justicia de La Legión».
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