Arquitectura

Ladrillos del siglo XVI, reducidos a escombros en el Palacio de El Capricho

Las obras iniciadas en marzo han derribado muros originales del caserón, según la entidad vecinal.

La imagen de la izquierda es la situación actual del palacio, del que han desaparecido varias estancias. A la derecha, el diseño por ordenador del estudio de arquitectos
La imagen de la izquierda es la situación actual del palacio, del que han desaparecido varias estancias. A la derecha, el diseño por ordenador del estudio de arquitectoslarazon

Las obras iniciadas en marzo han derribado muros originales del caserón, según la entidad vecinal.

María Josefa de Pimentel, condesa de Osuna, era una avanzada para su tiempo. En el siglo XVIII a pocas mujeres les interesaba la música, el teatro, la lectura y menos aún era mecenas del arte. A ella sí. Y uno de sus «caprichos» fue contar con un espacio lúdico a las afueras de Madrid. De su deseo surgió el conocido hoy como Jardín El Capricho. Lo compraron en 1783 cuando sólo era una casona y, por eso, sufrió varias modificaciones. El tiempo y los diferentes gobiernos habían olvidado el emblemático edificio. No así vecinos y asociaciones que habían solicitado en numerosas ocasiones la rehabilitación del palacio, considerado Bien de Interés Cultural (BIC). No fue hasta la llegada al Gobierno del Ayuntamiento de Manuela Carmena hace tres años, que no se determinó que el malogrado caserón se convertiría en un museo dedicado a la mujer en la Ilustración, una idea que a la Asociación Cultural Amigos del Jardín El Capricho les pareció un gran anuncio, ya que «no hay nada parecido en España», explica a LA RAZÓN uno de los miembros de esta asociación. «Queríamos que el Jardín tuviera un uso más completo».

Fue en la primavera de 2016 cuando el consistorio lanzó el proyecto a concurso. «Llegaron propuestas muy remotas y el proyecto ganador incluía la demolición de parte del cuerpo central», afirma este portavoz.

En marzo comenzaron las obras bajo un secretismo que ha indignado a los vecinos y al resto de partidos políticos. «No nos han facilitado ninguna noticia y los grupos a los que nos hemos dirigido nos dicen que no les dan acceso a la documentación, ni en los plenos. La directora general de Patrimonio y Paisaje Urbano, Marisol Mena, responsable del proyecto, ni siquiera ha querido reunirse con nosotros».

De este modo, han sido los vecinos los que han decidido acudir al parque para ver cómo van las obras. «Nos sorprende que no haya ningún vigilante fuera y que la caseta de obra esté fuera del palacio». Ha sido así como han podido hacer fotos de la situación actual. «Entre los escombros hay ladrillos del siglo XVI, de la época anterior a la llegada de los duques de Osuna. El cuerpo central del palacio está totalmente vacío. Cualquier parecido al verdadero gabinete de países, uno de los que había en el palacio con obras de Goya, con el proyecto del concurso es, como se dice, mera coincidencia», insiste el portavoz de la asociación. Los vecinos alertan de que el proyecto «no tiene ningún tipo de supervisión. Es un despropósito». Y es que, hasta el momento, todos los trabajos que se realizaban en el recinto del parque se hacían «bajo un Plan Director que explica cómo restaurar la jardinería y los otros edificios». Ya en 2009, con el Plan E, se trataron de cubrir las goteras y grietas del edificio. Sin embargo, la inversión no fue suficiente y las goteras volvieron. Ahora el miedo de los vecinos es otro, que la «rehabilitación» se olvide de los orígenes de este palacio.