Las cinco incógnitas del acuerdo de Cañada Real

El acuerdo marco suscrito ayer establece las líneas maestras fundamentales de lo que debe ser el futuro de la Cañada. Sin embargo, deja en el aire algunos de los puntos que más incertidumbre generan:

Precio de la vivienda. González aseguró ayer que de momento se desconoce el precio del suelo que deberán abonar los vecinos para regularizar la situación. Será, en todo caso, precisan fuentes regionales un precio ajustado a la situación de estas familias. Una de las alternativas que en las primeras reuniones de trabajo se barajó planteaba que los vecinos se hicieran cargo del coste de la urbanización de los sectores afectados: mobiliario urbano, canalización de servicios públicos... Será finalmente un órgano común que integre a las administraciones y entidades participantes el encargado de decidir la opción definitiva.

Condiciones de habitabilidad. El acuerdo contempla que el modelo urbanístico sea similar para todos los sectores con el objetivo de que la ordenación resulte lo más homogénea posible. Asimismo se plantea que el uso fundamental sea el residencial. A este punto afecta otro de los extremos que deberá concretarse: qué viviendas se consolidarán y cuáles son consideradas infraviviendas y, por tanto, sus actuales inquilinos deberán ser realojados. Sí recoge el documento firmado ayer que el modelo urbanístico tiene como prioritarias las «viviendas unifamiliares que no superen las dos plantas y con calles de coexistencia, donde se mantengan las alineaciones en la medida de lo posible».

Sector 6. Por su complejidad, este sector, situado en Villa de Vallecas y en el que convive casi la mitad de la población de la Cañada Real, requerirá de un plan propio.

Consorcio. También queda pendiente la creación de una entidad u órgano que integre todas las administraciones implicadas, «con todas las competencias necesarias para acometer la actuación en su conjunto». Sí se precisa que esta entidad «no podrá suponer coste alguno para las partes firmantes».

Rivas. A pesar de que no quiso estar en la firma de ayer, el presidente autonómico animó al Ayuntamiento ripense a sumarse como le reclaman sus vecinos.