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«Lo que no es estético tendrá que convertirse en no posible»

Lo que dice la ley aprobada por Botella

La Razón
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El pasado mes de noviembre, la ex alcaldesa madrileña Ana Botella anunció la modificación del Reglamento de Personal para impedir que los concejales pudiesen nombrar a familiares como cargos de confianza, algo permitido hasta ese momento. «Lo que no es estético tendrá que convertirse en no posible según la legislación y así, desde luego, lo vamos a hacer», advertía la regidora, que inició los trámites de modificación del reglamento sin especificar hasta qué grado de parentesco afectarían. Finalmente, en abril quedó aprobado el texto definitivo que tan sólo añade la excepción de los familiares al reglamento que aprobó Alberto Ruiz-Gallardón en 2005. En concreto, la modificación introducida por Botella dice: «No se podrá nombrar como personal eventual a las personas que, en el momento de su nombramiento, tengan un vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable, o parentesco de consanguinidad o de afinidad dentro del cuarto grado, con cualquier concejal del Ayuntamiento de Madrid». El texto entró en vigor el pasado mes de abril tras su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.

Esto supone que los parientes de los concejales, hasta los sobrinos-nietos, no pueden acceder a los cargos de confianza del organigrama municipal, puesto que hasta sobrino es considerado como tercer grado y los primos hermanos, cuarto grado de parentesco, ya sea por línea de sangre o por unión política. Botella optó por cambiar el reglamento, pese a que afectaba a una sobrina de Esperanza Aguirre que era asesora en una junta de distrito, por las críticas a que la concejala de Ciudad Lineal, Elena Sánchez Gallar, hubiese contratado a su nuera.