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Vivienda

Los dueños de pisos turísticos plantan batalla legal a Carmena

Impugnarán el plan «anti Airbnb» y advierten de una oleada de recursos y litigios.

El plan para limitar estos apartamentos es especialmente riguroso en lo que respecta a la zona de Centro
El plan para limitar estos apartamentos es especialmente riguroso en lo que respecta a la zona de Centrolarazon

Impugnarán el plan «anti Airbnb» y advierten de una oleada de recursos y litigios.

La comisión de Desarrollo Urbano Sostenible dio ayer luz verde para la aprobación del plan para la regulación de uso terciario en su clase de hospedaje, también conocido como plan «anti Airbnb». Concretamente, será en el próximo Pleno del Ayuntamiento, fijado para el 27 de marzo, cuando el Ejecutivo de Manuela Carmena ponga coto al 95% de las viviendas que a día de hoy se anuncian en las plataformas de pisos turísticos, especialmente aquellas que se encuentran en el distrito de Centro. En esencia, todos aquellos apartamentos que excedan el alquiler en un plazo de 90 días al año –tal como dictan las normas del sector–, se considerará que realizan una actividad comercial y, por tanto, deben estar sujetos al nuevo reglamento. Con todo, desde el pasado julio ya se han inspeccionado 12.000 viviendas y se ha ordenado el cese de unas 500.

Los propietarios, que presentaron alrededor de 600 alegaciones al proyecto, ya han reaccionado. Madrid Aloja, asociación de particulares, gestores y propietarios de alquiler vacacional, avisaron ayer de que «impugnarán» una medida que tachan de «electoralista» y que «va en dirección opuesta a las directrices de jueces, autoridades de la competencia y Unión Europea». Así, recuerdan los casos de Canarias, Asturias, Baleares, País Vasco y Galicia como ejemplos donde la justicia ha cuestionado este tipo de regulaciones.

Además, vaticinan que «se producirá una oleada enorme de recursos y litigios», ya que más de 10.000 alojamientos cumplen la normativa regional del Gobierno de la Comunidad de Madrid, por lo que se ven sometidos a una «doble regulación».

El plan se organiza en tres anillos: el primero coincide con los límites de Centro; el segundo comprende desde el distrito de Chamberí al completo y parte de los de Chamartín, Salamanca, Retiro, Arganzuela y Moncloa-Aravaca. El tercero corresponde a los barrios de la almendra central, a los que se suman parte de los distritos de Usera, Carabanchel y Latina.

La principal traba que encontrarán los caseros es que, aquellos que tengan sus viviendas en el primer y en el segundo anillo, se les exige un acceso independiente a los pisos, no estando permitidas las puertas de entrada, los portales o los ascensores comunes. La exigencia se mantiene también para el tercer anillo cuando el uso del hospedaje pretenda implantarse en situaciones donde no están permitidos otros usos terciarios, es decir, edificios donde no se admita la prestación de un servicio al público.

Otra de las novedades es que se elimina la implantación directa para aquellos hoteles que quieran establecerse en un edificio completo, sustituyendo el uso residencial por el de hospedaje. A partir de ahora, deberán contar con un plan especial que estudie el impacto en el entorno y que tendrá que ser aprobado por la Junta de Gobierno y por el Pleno municipal.