Represión en Venezuela
Carmena se da la mano con los López y se enfrenta a sus concejales
La alcaldesa se compromete con los padres del opositor al régimen chavista a realizar un acto en defensa de los derechos humanos en Venezuela y pedir la liberación de su hijo. Buscará una fórmula para evitar que una nueva votación en el Pleno evidencie la negativa en parte de Ahora Madrid a condenar las prácticas de Maduro
La alcaldesa se compromete con los padres del opositor al régimen chavista a realizar un acto en defensa de los derechos humanos en Venezuela y pedir la liberación de su hijo. Buscará una fórmula para evitar que una nueva votación en el Pleno evidencie la negativa en parte de Ahora Madrid a condenar las prácticas de Maduro.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, recibió ayer a los padres de Leopoldo López en el Palacio de Cibeles. Lo hizo en un claro desafío a la gran mayoría de concejales de Ahora Madrid, que hace apenas dos meses votaron en contra –todos menos Marta Higueras–, de que la primer edil recibiera a los familiares del opositor venezolano.
Las puertas de la sede del Ayuntamiento de la capital se abrieron a Leopoldo López y Antonieta Mendoza, pero después de haber recibido, el pasado mes de mayo, al llamado Comité de víctimas de la Guarimba venezolana, un colectivo afín al régimen de Nicolás Maduro, que se aglutina a «afectados por los ataques perpetrados por sectores violentos de la oposición al gobierno venezolano a partir de 2014», año en el que encarcelaron a Leopoldo López.
Pese a la negativa del Gobierno de Ahora Madrid y de PSOE –que se abstuvo en febrero a la petición para que Carmena recibiera a la familia López–, la alcaldesa votó, junto a PP y Cs, a favor de la recepción que se celebró ayer a las 12:30 de la mañana y fue calificada por los familiares como «buena, amable y seria».
Antonieta y Leopoldo consiguieron que la portavoz del consistorio, Rita Maestre, reconociera que «la detención de López fue arbitrária». Pero para llegar a esto, los padres del opositor venezolano acudieron con un dosier actualizado del caso de su hijo, así como un resumen de todas las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen de Maduro en los útlimos 72 días.
Sin embargo, durante la conversación con los padres de López, tanto Carmena como Maestre, hablaron constantemente la necesidad de establecer una «equidistancia» con lo que sucede cada día en Venezuela, así como la existencia de «dos violencias» en su país. Las ambiguas palabras de las representantes de Ahora Madrid llevó al padre de López a pedir, ya en la calle, donde sí se les permitió hacer declaraciones ante la Prensa, que Madrid se exprese «contundentemente a favor de las libertades, la democracia y la justicia en Venezuela como capital de los hispanoparlantes». El abogado de la familia, Javier Cremades, fue quien directamente aseguró que la ciudad «aún no ha sido suficientemente eficaz como para tomar una distancia contundente con el régimen», en referencia a los silencios de la mayoría de los concejales de Ahora Madrid a la hora de condenar la violación de derechos humanos del régimen de Maduro, votando incluso en contra de mociones que pedían desde la recepción con los padres del opositor venezolano, como la liberación de Leopoldo López, Antonio Ledezma y el resto de presos políticos de Venezuela. «No hay dos violencias en Venezuela, no es posible tener equidistancia», afirmó Cremades en respuesta a las declaraciones de Carmena y Maestre.
Un «cauce efectivo»
La alcaldesa sí se comprometió con Antonieta y Leopoldo a cumplir la petición con la que los padres del opositor acudieron al Ayuntamiento: lograr una acción institucional contundente que condene la violencia de derechos humanos en Venezuela y exija la vuelta de la democracia. Lo que no está claro es cuál será la fórmula escogida por el Gobierno municipal. «Se tratará de buscar un cauce que realmente sea efectivo para de avanzar en la protección de los derechos fundamentales en Venezuela y en la recuperación de las libertades», afirmó ayer Maestre. El objetivo de Carmena y la portavoz municipal es buscar una fórmula para trasladar un mensaje «en defensa de los derechos humanos y la condena de cualquier tipo de violencia», pero sin pasar por el Pleno donde se evidencian las polémicas reticencias de muchos de los concejales de Ahora Madrid a la hora de condenar las prácticas del régimen, ya que en estos casos la oposición siempre pide que haya votación individual precisamente para obligar a retratarse a los concejales de Carmena.
Consciente de que la palabra Venezuela parte en dos a los concejales de Ahora Madrid, la estrategia de la alcaldesa pasa porque la «acción contundente» que ayer le reclamó la familia López sea fuera del hemiciclo. La situación venezolana no sólo divide en dos al grupo, es además uno de los motivos de mayor enfrentamiento entre Carmena y parte de sus ediles debido a la presencia de un grupo de «díscolos» o «radicales» que en más de una ocasión han evidenciado en el Pleno sus reticencias a condenar el régimen chavista. Precisamente, uno de los líderes de este movimiento radical es el concejal competente del área de Derechos Humanos del Ayuntamiento, Mauricio Valiente, contra el cual la oposición se unió el pasado mes de marzo para que la alcaldesa le retirara las competencias para redactar el Plan de Derechos Humanos del Ayuntamiento por su defensa del régimen venezolano, del castrismo en Cuba y de la revolución leninista. De hecho, a pesar de que el asunto prinicipal de la reunión de ayer era la violación de derechos humanos por parte del gobierno de Nicolás Maduro, Mauricio Valiente no acudió a la cita, tal y como subrayó el portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida, que sí acudió a la reunión de ayer, junto a los de Ciudadanos y PSOE, Begoña Villacís y Purificación Causapié, respectivamente.
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