Ahora Madrid
Mayer desaparece y reparte culpas
La delegada vacía su agenda pública mientras señala a su equipo por los escándalos: un director general dimitió ayer y otra asume toda la culpa por los errores sobre Memoria Histórica
La delegada vacía su agenda pública mientras señala a su equipo por los escándalos: un director general dimitió ayer y otra asume toda la culpa por los errores sobre Memoria Histórica
Tras asegurar en sus últimas declaraciones en público que se siente «respaldada» por Carmena, Celia Mayer afronta tres semanas clave para conocer si sigue o no como delegada de Cultura del Ayuntamiento. A finales de mes, podría ver cómo el Pleno de Cibeles la reprueba, después de que PP, PSOE y Ciudadanos hayan exigido su dimisión. Antes, deberá presentar los dos informes a los que se comprometió Rita Maestre –uno, sobre lo sucedido en el carnaval y otro sobre los procedimientos de contratación artística– y realizar la remodelación del área de Cultura, avanzada por la propia Carmena. A la espera de todo ello, Mayer ha reducido al máximo su actividad, tal y como refleja su agenda de las últimas semanas.
De hecho, desde el pasado 5 de febrero –día en el que tuvo lugar el espectáculo de títeres dentro de la programación del Carnaval que finalizó con dos actores en la cárcel por enaltecer a ETA a raíz de la denuncia del consistorio– Mayer sólo tiene anotadas cuatro reuniones en su agenda pública, al margen de los plenos, las juntas de Gobierno y las comisiones a las que está obligada a acudir como responsable de un área. Desde el 19 de febrero, no tiene ningún acto ni reunión referida en la agenda publicada en el portal de Transparencia municipal.
En el día de ayer, visitó, según la web del Ayuntamiento, la exposición sobre Cervantes instalada en la biblioteca pública Mario Vargas Llosa, que forma parte del programa conmemorativo del cuarto centenario de la muerte del padre de «El Quijote». El consistorio no convocó a los medios para esta visita ni facilitó imágenes de Mayer durante la misma. Algo similar a lo vivido durante la reciente inauguración de ARCO, en la que la delegada de Cultura no quiso hacer declaraciones a los medios de comunicación.
Fuera de los focos, la tarea que Mayer sí parece haber iniciado es la de reestructura su área. A través de un comunicado, el Ayuntamiento informó ayer del primer paso dado en esta dirección. Jesús Carrillo, director general de Programas y Actividades Culturales, presentó ayer su dimisión por «motivos personales». Desde Cibeles concretaron que «Carrillo abandona el Ayuntamiento de Madrid tras ocho meses al frente de la programación cultural para reincorporarse a su puesto de profesor titular en la Universidad Autónoma de Madrid». Carrillo era, por detras de Mayer y de la coordinadora general del área, el el máximo responsable de las actividades culturales y, como tal, de algunos de los episodios más polémicos protagonizados por el equipo de Ahora Madrid: la cabalgata de Reyes en enero y el Carnaval de Tetuán en febrero.
«Nefasta gestión»
La salida de Carrillo busca aplacar a los grupos de la oposición y servir de cortafuegos para blindar así la continuidad de Mayer en el cargo. De momento, el único partido en reaccionar a la dimisión de Carrillo fue el PP. Su portavoz de Cultura, Isabel Rosell, reiteró que «quien debería renunciar a su cargo es la delegada del área Celia Mayer, y no su subalterno, al que ve como la cabeza de turco con la que el Ayuntamiento quiere tapar su desastre cultural». Rosell subrayó que «la nefasta gestión» que Mayer ha llevado a cabo, con «la aquiescencia del PSOE», en el área de cultura «se empezará a solucionar en el momento en el que la delegada asuma la responsabilidad de sus gravísimos errores».
Además de confirmar la salida de Carrillo, el Gobierno de Carmena también confirmó estar «avanzando en la remodelación del Área de Cultura y Deportes», en la que «se prevé la incorporación de nuevos perfiles, así como la implantación de nuevos protocolos de actuación que serán presentados en los próximos días». Carrillo se incorporó al Ayuntamiento como director general de Programas y Actividades tras siete años como jefe de Departamento en el Museo Reina Sofía. En las elecciones municipales de 2015, había formado parte de la candidatura electoral de Ahora Madrid, en el puesto número 32.
En la comisión de Cultura de febrero, Carrillo tuvo que dar explicaciones sobre los polémicos sucesos del reciente Carnaval. Descargó entonces parte de las culpas de la contratación del comisario de la programación posteriormente cesado por Mayer, Ramón Ferrer, en la Junta de distrito de Tetuán. Señaló asimismo haber realizado a Ferrer un contrato privado por valor de 5.699 euros.
El de Carrillo no es, sin embargo, el único cortafuegos que Mayer ha trazado a su alrededor en estas semanas de crisis. La directora general de Intervención en el Paisaje Urbano y Patrimonio Cultural, Mª Sol Mena, es la señalada por el área como la responsable política de los errores cometidos en febrero en aplicación de la Memoria Histórica y, especialmente, el relacionado con la retirada de una lápida de homenaje a ocho carmelitas asesinados en 1936. En la contestación a una petición de información formulada por el PP, Mena asume haber ordenado la retirada de los vestigios sin el marco normativo necesario para ello: «Desde la Dirección General de Intervención en el Paisaje se inició la retirada de algunos elementos (...) Entre éstos se encontraba la placa en homenaje a ocho frailes carmelitas fusilados en el Cementerio Parroquial de Carabanchel». Con esta respuesta, firmada el 15 de febrero, Mayer descarga también la responsabilidad en este terreno. Con Carrillo fuera y Mena señalada –el área cuenta con otros dos direcciones generales, la de Deportes y la de Bibliotecas y Museos–, Carmena, pero también el PSOE, deberá decidir en las próximas semanas si la herida abierta en esta área debe saldarse o no con la renuncia de Mayer.
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