Prohibido circular: Calendario de veto para los contaminantes

El Ayuntamiento debatirá en pleno a la vuelta del verano la ordenanza de Movilidad Sostenible que obligará a cambiar de coche al 38 por ciento de los conductores de la región.

Vaciar la ciudad de coches para disfrutar de un aire más limpio, lograr una movilidad más sostenible, potenciar el transporte público frente al privado y favorecer la movilidad de peatones y ciclistas es un modelo que persiguen las principales ciudades europeas, incluida Madrid que, a golpe de ordenanza municipal y de sanciones, obligará inevitablemente al 38% de los automovilistas a cambiar de coche de aquí a los próximos siete años si quieren circular por las vías de la ciudad. Y es que es a partir del 1 de enero de 2025 cuando estará prohibido definitivamente conducir un coche gasolina de antes de 2000 y, en el caso de los de gasoil, si es de antes de 2006. Precisamente, todos esos coches contaminantes que el Gobierno de Ahora Madrid quiere sacar de las vías suponen el 38% del censo de vehículos matriculados en Madrid. Es decir, la región dispone de 1.792.608 vehículos sin etiqueta ambiental, lo que representa casi el 40 por ciento del total del parque automovilístico que el Gobierno de Carmena obligará necesariamente a renovarse si es que quieren circular. Con etiqueta ambiental B y C cuentan el 61% de los vehículos. Solamente el 1,27% son cero emisiones o eco (60.374). El proyecto definitivo de ordenanza de movilidad sostenible, sobre el que el Ayuntamiento ha introducido modificaciones después de someterlo a información pública, está generando numerosas dudas entre los ciudadanos que no tienen claras las limitaciones que se impondrán a sus vehículos. De ahí que organizaciones de defensa de conductores como Automovilistas Europeos Asociados (AEA) hayan sacado a la luz el calendario de prohibiciones para vehículos que sirva para disipar las dudas de los automovilistas madrileños que ven con desconcierto los vetos que se avecinan para sus vehículos a partir de otoño, cuando previsiblemente se apruebe la ordenanza de Movilidad Sostenible que podría incorporar aún nuevas modificaciones aportadas por los grupos políticos. Hasta ahora, la ordenanza regulaba que fuera la Junta de Gobierno la que tuviera las atribuciones para abordar los cambios que considerara oportunos, una cuestión que ahora ha cambiado y que obligará a que haya un debate público sobre el nuevo modelo de movilidad en Madrid.

El presidente de AEA, Mario Arnaldo, cree que «está bien que se tomen medidas en la ciudad, pero se tienen que tener en cuenta no sólo la antigüedad, sino el mantenimiento de los coches». En su opinión, la filosofía de este cambio de modelo en la movilidad «es establecer incentivos y restricciones pero los incentivos no los veo por ningún sitio. Se podrían haber hecho planes de rejuvenecimiento del parque automovilístico, porque hay coches que han pasado la ITV y han pagado el impuesto de circulación pero, en cambio, se les va a restringir el tráfico».

Especial preocupación genera la ordenanza entre los residentes en Madrid central, que comprende los distritos de Chamberí y centro, donde uno de cada cuatro vehículos son contaminantes y se les va a permitir aparcar hasta 2025.

Los residentes en esta zona de Madrid tendrán limitaciones de tal manera que a partir del 1 de enero de 2020 no van a poder gestionar invitaciones para vehículos que carecen de distintivo ambiental. A partir de ese año, tampoco podrán aparcar en una plaza alquilada o cedida por un familiar o amigo coches que no tengan la etiqueta ambiental y, a partir de 2025, ni siquiera podrá aparcar un residente si tiene un coche contaminante.

El proyecto de ordenanza municipal obligará también a una renovación de la flota de coches de los bomberos, ambulancias además de los utilizados por las fuerzas y cuerpos de seguridad. No podrán circular por Madrid Central si son contaminantes a partir de enero de 2020 y se da un margen de dos años más, hasta 2022, para los que tengan el distintivo B.

También tienen los días contados los camiones de transporte de 3.500 kg sin distintivo ambiental. Estarán vetados para circular a partir de enero de 2023 y se da un margen de vida de dos años más, hasta 2025, para los vehículos de estas características que tengan la etiqueta de color amarillo. Y es que, a partir de ese año, la calle será para coches o motos que no contaminen, bicicletas... Y coches históricos.