Se buscan 700 aulas para examinar a 43.000 enfermeros

Una vez descartada la externalización de la gestión de seis hospitales públicos, el Gobierno regional ha querido centrar sus esfuerzos para este 2014 en materia sanitaria en la reestructuración de la red pública y en la puesta en marcha de un Plan Laboral que adelantó Ignacio González el pasado mes de abril ante más de 400 responsables de hospitales y centros de salud de la Comunidad de Madrid. Al margen de la conversión de 5.000 trabajadores eventuales en interinos, uno de los puntos clave de este plan laboral pasa por la convocatoria de oposiciones. La oferta pública de empleo contempla, por ejemplo, 150 nuevas plazas de médicos especialistas precisamente en las especialidades que soportan un mayor índice de temporalidad. Esas plazas se unirán a las 3.571 cuyas pruebas selectivas que tendrán lugar después del verano.

De ese total destacan las 1.600 convocadas para aspirantes a enfermeras. Tanto por la cifra en sí como por la expectación que han despertado a su alrededor. No en vano, la Consejería ha validado la inscripción a estas pruebas de más de 43.000 aspirantes procedentes de toda España. Será una de las citas de este tipo más numerosas de la historia de nuestro país. Una de cada 27 personas inscritas obtendrá una plaza.

«No hemos hecho aún la convocatoria porque estamos negociando aún, ya que al matricularse más de cuarenta mil aspirantes hay que establecer la logística en torno a dónde se examinan», explican fuentes de la Consejería de Sanidad. El examen, eso sí, tendrá lugar en septiembre. Lo que ahora está ultimando de acordar la Consejería es el espacio en el que se llevará a cabo un examen que debe efectuarse de forma simultánea para todos los aspirantes. Para ello, todas las universidades públicas de la región tendrán que abrir sus puertas y recibir en sus instalaciones a los opositores. Y es que en total, se deberán habilitar 738 aulas de examen. Y cada una de estas clases requerirá de al menos tres personas que cuiden el examen, lo que obligará a Sanidad a «reclutar» hasta septiembre a cerca de 2.500 vigilantes. Otra de las opciones es ubicar el examen en los recintos feriales de Ifema donde ya se han celebrado citas de este tipo en otras ocasiones.

El esfuerzo de la Administración regional al ofertar 1.600 plazas de enfermera ha despertado gran expectación en todo el país, especialmente en comunidades en las que se no se realizan ofertas públicas de empleo desde hace tiempo. De hecho, sólo el 37,85% de las personas inscritas viven en la Comunidad de Madrid. El resto de aspirantes proceden de Castilla y León (10,90%), Andalucía (10,59%), Castilla-La Mancha (9,29%), Comunidad Valenciana (6,99%), y de las demás autonomías son el 20% restante.

El pasado año, la Sanidad valenciana convocó unas oposiciones que tuvieron una expectación similar. Se examinaron más de 34.000 aspirantes que optaban a 200 plazas de celador. La inscripción de aspirantes obligó entonces a repartirlos entre las tres provincias de la región: casi 19.000 personas en Valencia, más de 12.500 en Alicante y 3.300 en Castellón.

Además de la oferta de 1.600 enfermeras, los planes de la Consejería pasan por que también en septiembre se celebren las pruebas selectivas que den acceso a 306 puestos de médico de familia, 119 pediatras de atención primaria, 100 matronas, 146 fisioterapeutas y 1.300 auxiliares de enfermería. La oferta pública se completará con otras oposiciones, todavía sin fecha, a lo largo de este 2014. En concreto, los procesos selectivos de 318 plazas de técnicos especialistas de anatomía patológica, laboratorio, medicina nuclear, radiodianóstico y radioterapia y, tal como anunció Ignacio González en abril, se seguirá avanzando en la realización de pruebas de 37 facultativos de urgencias hospitalarias.

Todos estos procesos se inscriben en una política por parte de la Consejería de intentar dar estabilidad a los trabajadores del sistema público de salud cumpliendo con la tasa de reposición de plazas vacantes que el Gobierno de la nación estableció en el 10%. «La idea es que los ciudadanos que trabajan en nuestra Sanidad consoliden su plaza», reconocía el consejero, Javier Rodríguez a este diario: «Buscamos que la gente no esté en la inseguridad que ahora existía y que afecta a todas las personas eventuales que se estaban contratando mes a mes, porque eso no redunda en un buen servicio».