Ahora Madrid
Una concejala de Carmena equipara la «violencia policial» a la de ETA
El pleno de la junta municipal de Arganzuela aprobó ayer por unanimidad la propuesta del Partido Popular de dedicar una calle en la capital al militar asesinado por ETA en el año 2000, Pedro Antonio Blanco. Pese al voto favorable de todos los grupos, el debate de la iniciativa popular no estuvo exento de polémica, provocada fundamentalmente por la intervención de Rommy Arce, concejala presidenta del distrito. La edil del partido de Carmena aprovechó su turno de palabra para echar en cara a los representantes del PP su decisión de llevar al pleno de este mes esta propuesta. Arce acusó a la concejal Carmen Castell, a los vocales vecinos de este grupo y al Partido Popular en su conjunto de «utilizar el dolor de las víctimas para sus intereses políticos». Reiterándose en esa misma idea, la concejal de Carmena aseguró que las víctimas de la banda etarra habían sido «rentables» políticamente para el PP.
Rommy Arce no dejó pasar la ocasión para asegurar que su grupo promoverá que se homenajee a las víctimas de todos los tipos de violencia, además de la provocada por ETA, incluida la violencia policial, la machista y la animalista.
Pedro Antonio Blanco era vecino de Arganzuela y tenía 48 años. Fue asesinado en la mañana del 21 de enero del año 2000, nada más salir de su casa en la calle Pizarra tras la activación por parte de ETA de un coche bomba. Este asesinato supuso, además, la ruptura del cese en su actividad crimininal declarado por la banda terrorista 14 meses antes. Blanco tenía dos hijos –de 10 y 15 años en ese momento– y su viuda, Concepción Martín, forma parte en la actualidad de la Fundación Víctimas del Terrorismo. En febrero de 2014, la viuda del teniente coronel asesinado pronunció un sobrecogedor testimonio en la Audiencia Nacional alrededor de lo que sucedió la mañana del atentado. «Esa bomba no sólo estalló en la calle Pizarra matando a mi marido, estalló en el centro de mi hogar, lanzándonos a cada uno en una dirección», aseguró entonces. Un mes después, los jueces encargados condenaron a los etarras Belén Egües, Iván Apaolaza y Juan Luis Rubenach a más de 120 años de cárcel.
La polémica intervención de Rommy Arce en el pleno de Arganzuela suscitó la reacción en Twitter de algunos concejales, como el popular Fernando Martínez Vidal: «Es usted una auténtica sinvergüenza. Tuvieron que morir 1.000 personas para que usted y yo, que no nacimos en este maravilloso país, disfrutáramos de una vida en democracia y libertad. Así que un respeto a las víctimas, entre las que se encuentran muchos amigos y compañeros, de derechas y de izquierdas».
Rommy Arce forma parte del sector más radical de Ahora Madrid. Peruana de nacimiento y bibliotecaria de profesión, en su candidatura a las primarias de Ahora Madrid también incluyó su experiencia laboral dentro de la «Plataforma por la libertad de Alfon», que apoya al joven detenido durante la huelga general del año 2012 por llevar en su mochila un artefacto explosivo incendiario de fabricación casera. De su trayectoria como concejala en estos meses destacan precisamente sus pronuciamientos públicos en favor de la liberación de «Alfon». En el pleno del pasado mes de diciembre defendió la eliminación de la calle dedicada a la Batalla de Belchite y sus sustitución por el nombre de Juana Doña, una destacada líder comunista. También formó parte del grupo de seis concejales que votó en contra del criterio de la alcaldesa y del grupo de Ahora Madrid en la tramitación del Plan Parcial para edificar viviendas en los antiguos cuarteles de Artillería situados en la calle Raimundo Fernández Villaverde.
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