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Infraestructuras

Una vía pecuaria extinta, la excusa para paralizar Campamento

Podemos, PSOE y Ciudadanos instan la calificación de la Cañada Real de Madrid para torpedear una subasta de Defensa.

Los vecinos reclaman que se califique una vía pecuaria que el antiguo Ayuntamiento de Carabanchel Bajo no incluyó en el inventario de 1931 larazon

Podemos, PSOE y Ciudadanos instan la calificación de la Cañada Real de Madrid para torpedear una subasta de Defensa

Los grupos parlamentarios de PSOE, Podemos y Ciudadanos se unieron ayer en una Proposición No de Ley (PNL) en la que clamaban por la urgente declaración de una extinta vía pecuaria junto al Metro de Colonia Jardín para evitar que el Ministerio de Defensa subaste la parcela. Enarbolaron para ello la ley de Vías Pecuarias de 1995 y su subsiguiente norma regional desarrollada en 1998 y señalaron el valor cultural y medioambiental de las cañadas madrileñas que debe ser protegido contra la especulación inmobiliaria y que cuenta con el respaldo de vecinos que, desde el pasado mes de octubre (fecha de anuncio de la subasta de la parcela por parte del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa, Invied), se han unido para paralizar la venta de los terrenos, que son dos solares vacíos.

Sin embargo, esta reivindicación no existió cuando la Comunidad enajenó parte de la parcela mediante expropiación para construir la estación de Metro de Colonia Jardín y para levantar las vías del Metro Ligero. Tampoco durante la revisión puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOUM) que ordenaba el ámbito y especificaba que ante la «huella» de una antigua vía pecuaria se debía crear una nueva cañada que uniese los cauces de dos arroyos y varias veredas históricas al norte del ámbito. Según apuntó el diputado del PP, Jesús Gómez, «parece que el único objetivo es paralizar la Operación Campamento».

Y es que esta parcela está íntimamente ligada a la «Operación Campamento» pese a que no llega a lindar con los antiguos cuarteles porque la revisión del PGOUM que cita la existencia de tres vías pecuarias en la zona –Cañada Real de Madrid, Cañada de Extremadura o de Retamares y Cañada del Camino de Boadilla–, también especifica que éstas no están clasificadas en el inventario de vías pecuarias de la Comunidad de Madrid. Lejos de lavarse las manos con el asunto, el consistorio madrileño indicó la necesidad de proteger este patrimonio y para ello obligaba a crear una nueva vía pecuaria «cuyo trazado discurrirá fuera del ámbito del Plan Parcial» de Meaques y se integraría en el remate suroeste de la «Operación Campamento». Es decir, la Cañada Real que ahora claman por proteger, no sólo no está constatada sino que en los mapas de la Red Nacional de Vías Pecuarias que citaron durante el debate en la Asamblea de Madrid se detalla que el itinerario es tentativo y no tiene validez jurídica.

Corredor medioambiental

Al margen de la cuestión de fondo, que es aplicar la misma normativa de protección de las vías pecuarias a la «Operación Campamento» puesto que la Cañada Real de Madrid discurre también por dichos terrenos de Defensa, lo cierto es que basta un vistazo aéreo a la zona para constatar que no existe desde hace más de medio siglo nada parecido a una vía pecuaria entre la calle Sanchidrián y la peatonal Arenas de San Pedro, tan sólo un par de solares donde los vecinos aparcan y sacan a pasear a sus perros y el acceso a un aparcamiento no regulado junto a la estación de Colonia Jardín.

Sí que existen y de hecho son un espacio a proteger tanto por el PGOUM como por reivindicaciones de Ecologistas en Acción, los cauces de los arroyos Meaques y Valchico, al norte de la parcela en subasta, y cuyo cierto valor medioambiental pretendía recuperar el Ayuntamiento de Madrid en la revisión del Plan General. Es más, el mismo documento reclama que los terrenos de Meaques no se pueden urbanizar hasta que se cree la nueva vía pecuaria que regeneraría los cauces de los arroyos y las antiguas cañadas madrileñas.

Este nuevo corredor medioambiental se debe desarrollar mediante un convenio urbanístico entre los consistorios de Madrid y Pozuelo de Alarcón –pues discurriría por ambos municipios– el Ministerio de Defensa y la Comunidad de Madrid, quien sería en última instancia propietaria del suelo según exige la ley de vías pecuarias. Además, la revisión del PGOUM exige que hasta que no se trace la vía pecuaria fuera del ámbito, no se puede edificar en la parcela junto al metro de Colonia Jardín. Según señaló el diputado popular, está en manos de la alcaldesa, Manuela Carmena, hacer el estudio de detalle para crear el corredor ambiental y la nueva vía pecuaria.

Se da la circunstancia además que la reclamación de PSOE, Podemos y Ciudadanos coincide con las únicas hectáreas de la parcela –de más de 58.000 metros cuadrados– en las que el Avance del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid concentra la edificabilidad del ámbito, cifrada en 260 viviendas en bloques de seis alturas, ya que la huella sonora de la linde de los terrenos con la carretera M-502 es demasiado elevada. Igualmente, fuentes del Ministerio de Defensa detallaron que en el diseño inicial de la edificabilidad se contemplaba concentrar a su vez las 4 hectáreas de zonas verdes en la parte más cercana a la huella de la Cañada Real de Madrid para cumplir la reclamación de un parque que hacen los vecinos.

También sucede que junto a la parcela del Invied existe un bloque de viviendas construido en 1957 que se ubica sobre la reivindicada vía pecuaria. Pero ni PSOE, ni Podemos, ni Ciudadanos valoraron en sus intervenciones qué sucederá con los vecinos de estas viviendas si se clasifica la vía pecuaria y la Comunidad de Madrid tiene que expropiar la parcela donde se encuentra el bloque de pisos para proteger la cañada.

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