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ZAV, plazas azules gratuitas para residentes y control por el SER

Busca evitar que barrios limítrofes con la M-30 se saturen de vehículos aparcados para evitar los parquímetros. Se registrarán antes las matrículas de los vecinos.

A veces aparcar nuestro coche puede convertirse en un auténtico infierno
A veces aparcar nuestro coche puede convertirse en un auténtico infiernolarazon

Busca evitar que barrios limítrofes con la M-30 se saturen de vehículos aparcados para evitar los parquímetros. Se registrarán antes las matrículas de los vecinos.

En la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible que aprobó el Ayuntamiento de Madrid el pasado octubre se incluyó la figura de las Zonas de Aparcamiento Vecinal (ZAV) como una alternativa a los problemas de parking en los barrios limítrofes con el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) ante el denominado «efecto frontera» que sucede cuando acceden a estas zonas en busca de lugar de estacionamiento un exceso de vehículos con el objetivo de no pagar los parquímetros de la almendra central. Sin embargo, a la hora de aprobar la ordenanza se quedó fuera la concreción de cómo sería estas zonas ZAV, más allá de que se pondrían en marcha por iniciativa vecinal.

Precisamente, hace unos días, la Asociación de Vecinos Puerta del Ángel organizó el primer encuentro para presentar a los habitantes del barrio las Zonas de Aparcamiento Vecinal, en el que estuvieron presentes el concejal-presidente del distrito de Latina, Carlos Sánchez Mato y la directora del Gabinete del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Reyes Montiel. En dicha reunión se explicó que la ZAV se demarcará, una vez se haya constatado que existe en el espacio demandado un «efecto frontera», mediante plazas azules que serán de aparcamiento gratuito para los vecinos. El control de quién aparque en ellas se realizará mediante lectura de matrículas por parte de los vehículos del SER que, en las semanas anteriores a la puesta en marcha del ZAV, recorrerán el barrio para detectar las placas que corresponden a los vecinos.

En el acto informativo sobre la Zona de Aparcamiento Vecinal (ZAV) los vecinos de Puerta del Ángel explicaron que llevan sufriendo desde hace mucho los pormenores del denominado «efecto frontera». «El aparcamiento está permanentemente invadido por gente que aparca para ir a otros sitios. No pagan el Servicio de Estacionamiento Regulado y deciden aparcar en el barrio», reconoció Montiel. El distrito, que ya resulta de por sí difícil para aparcar para los propios vecinos, debido a la ausencia de zonas azules, hace que éstos denuncien esta situación que «les impide llevar una vida normal».

Pero ese no es el único problema, la invasión de vehículos ajenos al barrio no respeta siquiera los espacios para aparcar. Cualquier rincón en el que quepa un coche es ocupado aunque esté prohibido. «El caso es que tenemos un problema severo de movilidad peatonal, especialmente sangrante en los casos de movilidad reducida», comenta un vecino de Puerta del Ángel. Es por ello que esta asociación de vecinos decidió ponerse en contacto con el Ayuntamiento para tratar de encontrar una solución a la difícil situación que atraviesan.

Así, se han analizado, de momento, siete zonas de la ciudad, entre ellas, Puerta del Ángel, Moscardó o Carabanchel. Montiel explica que el «efecto frontera» no se produce por una sola causa, pueden ser varias, como por ejemplo ocurre en el polígono industrial de Julián Camarillo. En éste, los problemas de aparcamiento no se deben a que la gente deje el coche y se vaya a otro lugar, sino porque van en coche a trabajar y se quedan ahí. También ocurre en el barrio Moscardó de Usera, donde por ejemplo, es un problema claramente comercial, mientras que en San Isidro, «que es limítrofe con la zona SER, toda la gente aparca ahí para no pagarlo. Por lo que en fin de semana, Madrid Río se colapsa».

Montiel explica que aplicar la medida no supondría ningún coste para los vecinos. «A diferencia de las zonas SER, que sí suponen un coste aunque mínimo, en las ZAV el residente no pagaría nada». Solo sería sancionado económicamente aquel que usa dichas plazas para aparcar sin que les corresponda. Además, «es una cosa que instantáneamente se llevaría a cabo», es decir, no requiere de maquinaria pesada ni de ningún tipo de infraestructura. «Simplemente se pintaría en el suelo unas marcas azules para delimitar las plazas de aparcamiento reservadas para los residentes y así evitar que estas sean invadidas», señala.

Recuento de matrículas

Respecto a cómo se controlaría que sólo aparquen residentes, la directora del Gabinete de Medio Ambiente y Movilidad detalló que «durante varias semanas antes de comenzar este proceso de imposición del ZAV, un coche del SER comienza a tomar matrículas. Así, se identifica quién es residente y quién no y dónde se aparca y cómo», apuntó Montiel, puesto que se cruzarían las placas con las bases de datos de la Dirección General de Tráfico, como ocurre, por ejemplo, con las cámaras en los accesos del APR de Madrid Central.

Con todo, afirmó también que no se aplicaría por igual en todas las calles del distrito, sino que se investigaría cuáles son las necesidades concretas de cada calle del vecindario. «Muchas veces ocurre que nosotros a través de la medición de datos aplicamos medidas que no responden a la necesidad real de vecinos. Por ello necesitamos de la percepción de los ciudadanos residentes del distrito». «Una vez comprobado que efectivamente se está produciendo un “efecto frontera” en Puerta del Ángel, sería interesante comenzar cuanto antes la aplicación de esta zona de aparcamiento vecinal».