Artistas
Zoé, tras la tierra prometida
En su nuevo álbum reivindican lo bueno de su tierra y sus tradiciones.
En su nuevo álbum reivindican lo bueno de su tierra y sus tradiciones.
Aztlán es la tierra prometida en la tradición azteca. Es el origen de un pueblo y al mismo tiempo su paraíso, un territorio de intensa blancura al que los nahualtecas siempre soñaban con regresar algún día. Por eso, Zoé, la mayor banda de rock de México, país que se asienta sobre la herencia azteca, ha elegido «Aztlán» como el título de su nuevo disco, el que presentan hoy en Las Noches del Botánico (como teloneros de Bomba Estéreo) como una reivindicación de las raíces de la cultura mexicana y de todo lo que tiene de bueno aquel país tan sacudido por años problemáticos: el narcotráfico, la corrupción, Donald Trump...
«Elegimos el título por lo que pasaba en nuestro país en 2017 y 18. Toda la polémica en torno a la frontera norte, con EE UU, cerrándose, creo que aquello nos hizo volvernos hacia tu interior, mirar a tu país por dentro. Y creo que o fue el efecto positivo de una situación bien fea. Pienso que ese hecho de volver la mirada hacia adentro se dio en nosotros y en mucha otra gente en nuestro país de forma individual, como una tendencia a rescatar a nuestra cultura, una necesidad de volver a pensar en nuestros orígenes y en nuestros rasgos, en las cosas que son resultan propias. No te hablo de una reconstrucción de la música azteca, como si se tratara de un museo, sino de pensar en lo bueno de nuestra herencia», señala León Larregui, vocalista y líder de la banda. «México ha pasado por etapas tan jodidas y problemáticas que ya es hora de hablar de lo bueno de nuestra historia. Y parece que ha vuelto la esperanza y la posibilidad de que las circunstancias por fin den la vuelta hacia algo más positivo», corrobora el guitarrista Sergio Acosta sobre el resultado de las elecciones de hace dos semanas, en las que salió vencedor Andrés Manuel López Obrador. ¿Confían en un cambio auténtico? «Es que no nos queda otra. Pero él solo representa la posibilidad de que algo bueno suceda, y ya va siendo hora. No se puede asegurar nada, y sólo eso ya me genera una emoción que no habíamos sentido en muchos años. Aunque puede el nuevo presidente se equivoque y que lo haga todo mal, pero, al menos, tenemos esperanza», añade Acosta. Puede también que sea más firme contra Donald Trump, que siempre que puede desprecia a lo que venga del sur de EE UU. «Pienso que sí, que defenderá mejor nuestra soberanía que los anteriores, sin ninguna duda», corrobora Larregui.
En lo musical, el nuevo álbum abre un camino no transitado previamente: «Creo que es, a la vez, psicodélico y orgánico. El álbum no surgió de un concepto y apenas de algunas conversaciones en las que teníamos claro que no incluiríamos ninguna canción que pudiera ser parecido a algo que ya hayamos hecho. Nuestros discos son todos borrón y cuenta nueva y lo hacemos así porque nos parecen importantes. Cada nuevo álbum marca el comienzo de una etapa para nosotros y, por supuesto, siempre caben reminiscencias de lo que éramos, pero nunca nos permitimos caer la repetición», dice Larregui. Los mexicanos siempre miran hacia adelante, avanzan hacia su Aztlán, su tierra prometida. Mientras llegan, van dejando canciones.
✕
Accede a tu cuenta para comentar