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La sangre de mil murcianos contribuirá al estudio del efecto del BPA en el cáncer
Este producto químico se utiliza para fabricar plásticos en los que se envasan alimentos o agua
Este producto químico se utiliza para fabricar plásticos en los que se envasan alimentos o agua
Detectar las causas y factores de riesgo que aumentan las posibilidades de tener cáncer es el objetivo fundamental del estudio que está desarrollando el equipo de investigación dirigido por la doctora María Dolores Chirlaque, coordinadora del registro de cáncer de Murcia desde el Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad. Sus últimos trabajos se centran en determinar la influencia de bisfenol-A, conocido también como BPA, en el origen de algunos tipos de cáncer. «Resulta necesario saber cómo incide este producto químico utilizado para fabricar plásticos, latas de alimentos o bebidas, incluso está en las tintas de los recibos o tiques de compra, en la aparición de la enfermedad».
Aunque en un principio la investigación se centró en los tumores relacionados con las hormonas, como mama y próstata, ahora se ha ampliado a cualquier tipo de cáncer tras la beca de 120.000 euros recibida de la Asociación Contra el Cáncer de la Región de Murcia. «Iniciamos los estudios sobre el Bisfenol A en los casos de cáncer que tuvieran que ver con los órganos reproductores dado que la estructura química del BPA tiene similitud con los estrógenos y, por lo tanto, pueden interferir en los mecanismos de nuestras hormonas». Es por ello que el bisfenol A se ha clasificado como disruptor endocrino.
La doctora Chirlaque señala que «por primera vez en este tipo de estudios vamos a determinar a través de la sangre de los murcianos los niveles de BPA que tienen en su organismo y su incidencia en el desarrollo de la enfermedad». Para ello se utilizarán las muestras de mil de los 8.517 voluntarios sanos de la Región que participaron entre 1992-1996 en establecer la cohorte del Estudio Prospectivo Europeo sobre Dieta, Cáncer y Salud (EPIC), financiado, entre otros organismos, por la Unión Europea, en el que participan diez países deEuropa y en España, cinco centros Asturias, Guipuzkoa, Navarra, Granada y Murcia. «Cada dos o tres años cruzamos los datos de esas personas con el Registro de Cáncer de la Región de Murcia. Afortunadamente, somos una de las comunidades españolas que cuenta con estos datos poblacionales. Así podemos detectar los casos de cáncer en las personas de la cohorte».
El calor hace que se libere
En una primera fase se seleccionarán los participantes en el estudio y posteriormente se les pasará una segunda medición en la que tendrán que responder a cuestiones relacionadas con sus hábitos alimenticios, el consumo de productos que contienen bisfenol-A y su exposición al mismo. La directora del proyecto hace hincapié en que la asimilación que el organismo puede hacer de este producto proviene de tres vías, los alimentos, la piel (con las tintas impresas con calor) y al inhalarlo si está en el ambiente.
La experta considera que, aunque el bisfenol A no está considerado por sí mismo un producto cancerígeno, la Comunidad Europea a través de una directiva, prohibió su utilización en la fabricación de biberones y tetinas, dado que los bebes y niños pequeños son el grupo poblacional con más riesgos.
Coincide con sus colegas en aconsejar que no se calienten lo alimentos en el microondas dentro de los envases de plástico. «El calor hace que se libere más fácilmente este producto químico que puede filtrarse así en los alimentos. Tampoco dejar el agua envasada en botellas de plástico expuestas al calor, ni que se lleve en los coches, dado que la temperatura ambiente que allí se produce puede alterar la composición del líquido».
En esta pionera investigación que se realiza en la Región conjuntamente con cuatro provincias españolas, a través del equipo de investigación de Sanidad, se aplicará también a los casos que se produzcan de cardiopatía isquémica, como infarto o angina de pecho.
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