Región de Murcia
Más de 2.000 mujeres son atendidas al año en la Región por trata
Las víctimas disponen del número de teléfono 112 para canalizar llamadas de emergencia
Adolescentes, niñas y mujeres son explotadas sexualmente cada día entre los miles de ciudadanos que circulan y pasean por las calles y parajes de la Región. Nadie las ve. Solo los voluntarios de las Organizaciones no Gubernamentales que intentan descubrir e identificar al mayor número posible de víctimas para rescatarlas de su situación de trata y ofrecerles un futuro esperanzador.
La operación no es fácil, especialmente, por el temor, la desesperación y la dependencia que todas ellas tienen de las mafias que utilizan su «venta sexual» como negocio.
Todo empieza en sus países de origen, donde sus compatriotas las engañan ofreciéndoles un mundo mejor. Según los datos de que dispone la Consejería de Familia, las primeras mafias provenían de los países del Este de Europa. Hoy, la mayoría son africanas. De Nigeria, Argelia o Marruecos. Una vez llegan aquí los tentáculos se alargan con otras personas que se ocupan de la explotación sexual.
Cuando las organizaciones, Oblatas, Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) y CAT, se ponen en contacto con las víctimas intentan convencerlas de que pueden tener acceso a otro mundo. Para ello, la Comunidad destina cada año 106.000 euros, para la acogida y atención de víctimas de la explotación sexual. La directora general de la Mujer, Alicia Barquero, hizo hincapié a lo largo de la semana en la necesidad de concienciar a la sociedad sobre la existencia de esta lacra para que denuncien y evitar que se banalice con el comercio sexual.
La consejera, Violante Tomás, recordó que denunciar este tipo de delitos es una responsabilidad de todos. «La trata de mujeres atenta gravemente contra los derechos humanos, lesionando la libertad, la dignidad y la integridad de las víctimas». También hizo patente la responsabilidad del cliente que demanda servicios sexuales.
La labor de las ONGs ha permitido rescatar y reinsertar durante este año a cuatro mujeres que han logrado alejarse de las mafias que las controlaban.
Programas de inserción
En los programas de inserción se potencia la inclusión social de mujeres en contextos de prostitución, víctimas de trata con fines de explotación sexual, así como generar dinámicas participativas de transformación social. Ofrecen un servicio integral que abarca tres líneas de intervención, atención personalizada a las mujeres y a sus hijos, participación del voluntariado y trabajo en red, para llevar a cabo la sensibilización y transformación social.
Barquero puso de manifiesto el éxito que suponen estos programas en la inserción social de las mujeres víctimas de la explotación. «Existe un amplio sentido de pertenencia y ya identifican recursos, como el centro de día de Oblatas como un espacio de referencia, para ayudarlas a ellas y a sus hijos». La acogida se hace de forma cercana, se crean espacios de familiaridad y proximidad. Otro valor añadido es que reconocen a la mujer como persona, con plena dignidad, derechos y posibilidades.
La intervención recoge un amplio abanico de actuaciones. Desde la toma de contacto con la mujer y su identificación como víctima de trata, hasta que, una vez recuperada, accede al mercado laboral. Se incluyen proyectos de atención social, escuela de madres, atención psicológica, además de formación, con talleres laborales, clases de español, talleres de peluquería y de atención social a personas dependientes.
La Región de Murcia actúa en colaboración con la Delegación del Gobierno y cuenta con el teléfono de emergencia 24 horas, 112, para canalizar las llamadas de emergencia.
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