La Fiscalía pide 10,2 años al ex Papa de El Palmar de Troya por el robo en su antigua Iglesia

El Ministerio Público le acusa, junto a su pareja, de robo con violencia e intimidación y de lesiones a dos curas palmarianos, uno de los cuales les hirió al defenderse

La Fiscalía solicita 10 años y dos meses de prisión a Ginés J.H.M. y a su pareja Nieves A.T.R. acusados de un delito de robo con violencia e intimidación, el pasado 10 de junio, en la autoproclamada Iglesia de El Parmar de Troya, de la que Ginés fue Papa, y de dos delitos de lesiones causadas a los padres Silvestre y Jesus María a los que atacaron con una navaja tras ser sorprendidos. En su escrito de acusación, el Ministerio Público considera que el Padre Silvestre, también investigado por un delito de lesiones a los otros dos, actuó en legítima defensa al ver a los asaltantes atacar al Padre Jesús María que los había sorprendido, y por tanto es su caso concurre una eximente completa.

El fiscal solicita también que ambos indemnicen con 5.604,8 euros al Padre Silvestre por las heridas con arma blanca que le infringieron en el enfrentamiento -y con 27.368,26 euros al Padre Jesús María por las secuelas sufridas también como consecuencias de las heridas que recibió al sorprender a los dos acusados, ya que sufrió fractura de tibia y peroné, de una falange de la mano. Igualmente pide 8 años de alejamiento de la Iglesia Palmariana y 9 y 7 años de prohibición de acercarse a menos de 300 metros de los Padres Silvestre y Jesús María.

Ginés y su pareja se acogieron a su derecho a no declarar en el Juzgado de Instrucción 3 de Utrera que investiga el caso y se encuentran en prisión provisional tras los hechos ocurridos en una iglesia erigida hace décadas en la pedanía de El Palmar, no reconocida por Roma y conocida por su oscurantismo, cuyos dirigentes se autoproclaman Papa. En el caso de Ginés, renunció al puesto al iniciar una relación con Nieves.

El fiscal destaca que por su condición de ex Papa conocía “los horarios y rutinas” de la misma, por lo que ambos acusados estuvieron esperando en su coche la hora apropiada para entrar sobre las 6.30 de la madrugada y “tras franquear un muro perimetral valiéndose de una escalera telescópica, una vez en el interior del recinto aguardaron ocultos hasta las 16.30-17.00 horas, momento en el que sabedores de que la puerta que da acceso a dependencias del Monasterio permanecería abierta, se introdujeran en la zona en la que se ubica la imprenta y hanitaciones de los Superiores”.

Para ello, y con el fin de no ser identificados -por lo que el fiscal añade la agravante de disfraz- llevaban pasamontañas y mochilas con caretas de payaso, además de bridas, herramientas y una navaja que efectivamente emplearon al verse sorprendidos por el Padre Jesús María.