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Banca
¿Por qué no deberías quedarte solo con la tarjeta de crédito que te dé tu banco?
Algunas entidades no obligan ni siquiera a abrir una cuenta corriente, sino que permiten domiciliar los recibos de la tarjeta en cualquier banco
Hay más de 38 millones de tarjetas de crédito en circulación en España, según el regulador nacional. Muchos españoles llevan una en la cartera, normalmente la que les ha dado su banco. Pero ¿es la mejor?
Lo más habitual es solicitar una tarjeta de crédito en la entidad en la que se cobra la nómina. Sin embargo, puede que no sea la mejor. “Conformarnos con la tarjeta de crédito de nuestro banco puede ser un error”, explican fuentes del comparador de productos financieros HelpMyCash.com. Por dos razones: primero, porque estaríamos renunciando a las ventajas que podríamos conseguir con otro plástico y, segundo, porque nos podría salir muy caro. Además, puede ser aconsejable tener una segunda tarjeta de crédito gratis, por si una de ellas falla.
El precio marca la diferencia
La mayoría de los bancos comercializa tarjetas de crédito sin comisiones de emisión ni de mantenimiento. La diferencia es que mientras algunos exigen cumplir una larga lista de requisitos para no pagar nada por ellas (domiciliar una nómina, hacer un gasto mínimo con la tarjeta, etc.), otros no obligan ni siquiera a abrir una cuenta corriente en la entidad, sino que permiten domiciliar los recibos de la tarjeta en cualquier banco. De esta manera, no hace falta vigilar si se cumplen o no las condiciones de la tarjeta para no acabar pagando una comisión anual que, por lo general, suele ser de entre 40 y 50 euros, apuntan desde HelpMyCash.
Además, el tipo de interés es otro punto que diferencia una buena tarjeta de una del montón. Actualmente, de media estos plásticos tienen un interés del 18,42%, según el Banco de España. Esto significa que por cada mil euros pagados en un año el cliente debe abonar unos 103 euros en concepto de intereses. Sin embargo, hay tarjetas con las que es mucho más barato aplazar el pago de las compras. De hecho, algunas no cobran ni siquiera intereses.
Por ejemplo, la tarjeta de crédito WiZink Click permite pagar las compras de entre 85 y 1.000 euros en tres meses sin intereses ni comisiones, es decir, al 0% TAE. Así, por ejemplo, si se compra un smartphone de 300 euros, se puede dividir el pago en tres cuotas de cien euros cada una para no tener que desprenderse de todo el dinero de golpe y sin pagar ningún sobrecoste.
La tarjeta WiZink Click no tiene gastos de emisión ni de mantenimiento y se puede solicitar sin cambiar de banco. Además, la entidad regala un cheque de 60 euros para gastar en Amazon a los clientes que soliciten la tarjeta y la usen durante el primer mes desde su aprobación.
No es la única tarjeta que permite fraccionar el pago de las compras en varios meses sin intereses. La tarjeta Tú de Abanca o la Visa Clásica de Laboral Kutxa también dan la posibilidad de devolver el saldo dispuesto en varios meses sin intereses, pero cobran una comisión de gestión, por lo que sí hay un sobrecoste.
Descuentos en compras
No solo el coste marca la diferencia entre una buena tarjeta y otra mediocre, sino también las ventajas asociadas que tenga. Algunas incluyen seguros gratuitos de asistencia en viajes, permiten ahorrar cada vez que se hace una compra, ofrecen descuentos en gasolineras, etc. Otras, en cambio, no ofrecen nada especial. Por eso, solicitar una tarjeta extra en otro banco que no exija cambiar la nómina, ni siquiera abrir una cuenta nueva, nos permitirá disfrutar de una tarjeta mejor que la de nuestro banco sin necesidad de cambiar de entidad.
Eso sí, antes de contratar una tarjeta nueva, es importante revisar la letra pequeña. Por ejemplo, algunas tarjetas devuelven un tanto por ciento del importe de las compras, pero solo si se paga a plazos, de manera que los intereses acaban comiéndose la bonificación, señalan desde HelpMyCash. Una excepción es WiZink, cuya tarjeta de crédito Me devuelve el 3% del importe de las compras en moda, ocio, alimentación o viajes (el cliente puede escoger las dos categorías que más le interesen) con un máximo de 72 euros al año. No hace falta pagar a crédito para recibir la bonificación, sino que se puede pagar a fin de mes sin intereses. La tarjeta WiZink Me no tiene comisiones de emisión ni de mantenimiento y se puede solicitar sin cambiar de banco.
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