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Encuentro
La sostenibilidad marca el camino de las empresas
La sostenibilidad llevada a la gestión empresarial implica una transversalidad de objetivos y acciones que abarca aspectos ambientales, sociales y de gobernanza; y conciernen a compañías de todos los sectores y tamaños
Una muestra del valor que las empresas otorgan a la aplicación práctica de ese concepto se pudo constatar en el Foro de Sostenibilidad organizado por La Razón celebrado el día 23 de junio. En él participaron representantes de diversas compañías de diferentes tamaños, desde las veteranas que operan globalmente a la joven pyme nacida bajo el impulso de una aceleradora de empresas, y de sectores tan dispares como la gestión del agua, las comunicaciones, la salud, la energía, la moda o los seguros de movilidad.
El encuentro comenzó con intervención del viceconsejero de Medio Ambiente y Agricultura de la Comunidad de Madrid, Mariano González Sáez, quien destacó el liderazgo de la Unión Europea para afrontar los retos climáticos y la crisis de la biodiversidad. Asimismo, reflexionó sobre «la importancia y necesidad de la colaboración público privada para alcanzar los objetivos propuestos. El papel de las empresas en la creación de empleo verde y de calidad, asociado a las oportunidades que generan los retos ambientales, es imprescindible. Proteger el medio ambiente requiere que funcione la economía, porque son necesarias inversiones, así como un modelo de gobernanza avanzado», concluyó.
En el coloquio posterior participaron Nuria Rodríguez, directora de Medio Ambiente y Responsabilidad Social de Naturgy; Ana Belén Pociña, responsable de Productos Sostenibles de Telefónica; Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa; Federico Sainz de Robles, CEO de Sepiia; Catherine Cummings, directora de Sostenibilidad y Relaciones Institucionales de Sanitas y Federico Ramos, director de Agbar, parte del Grupo Veolia, en Madrid.
El medio ambiente ya importa
¿Ha llegado ya el momento en que el medio ambiente importa?, ¿ya no se considera un lujo dedicar esfuerzo y recursos a preservarlo?, ¿ha calado esta idea en la sociedad? Fueron las primeras cuestiones planteadas por la moderadora, y firmante de esta información, recordando el lema «el futuro será sostenible o no será».
Para Nuria Rodríguez «Claramente. Con la pandemia nos dimos un baño de realidad y vimos lo vulnerables que somos. Después, Filomena el año pasado y la reciente y temprana ola de calor en junio, son eventos extremos que ponen sobre la mesa que, efectivamente, el camino es un desarrollo sostenible y que hemos de abandonar actividades que no lo sean por otras nuevas que aparecen y que sí lo son, porque es una necesidad y no hay alternativa. Si seguimos por este camino, no vamos a conseguir un futuro demasiado prometedor ni para nosotros ni para las generaciones que vendrán. Y, más aun: cada año que tardamos, será más difícil y más costoso tomar medidas para mitigar los impactos del cambio climático».
Ana Pociña añadió argumentos: «tanto para ser eficientes en la operativa interna, como para la percepción por parte de inversores y los clientes de las compañías, el medio ambiente es muy relevante. En la sociedad está calando y es un elemento diferencial. Por eso, es importante que las compañías integren estos objetivos y así estar más cerca de estos consumidores realmente preocupados. Además, las empresas tenemos que gestionar los recursos eficientemente, más ahora que asistimos a una gran volatilidad de precios de las materias primas. La eficiencia, más allá de reducir las emisiones de CO2 asociadas a la operativa, también permite reducir costes, aislar riesgos y afinar los precios».
Para Mar Garre «no solo importa muchísimo, es que, vemos a los jóvenes concienciados y preocupados con el medio ambiente y se sienten realmente responsables. Por eso, creamos productos relacionados con el nuevo modelo de movilidad, los vehículos eléctricos, para contribuir a que sea menos costoso para los usuarios y poder renovar el parque de automóviles, que es lo que necesitan las ciudades. Por otra parte, las personas que tenemos responsabilidad dentro de las empresas hemos de garantizar ese futuro, que no es solo conseguir los resultados de hoy, sino asegurar que las compañías van a perdurar y solo lo vamos a hacer si, de verdad, estamos convencidos de esa sostenibilidad en todos sus aspectos, ambiental, social y en el de buen gobierno».
Federico Sainz de Robles opina que «es fundamental entender toda la complejidad que lleva integrada la sostenibilidad y las diferentes áreas en las que hay que trabajar. La moda es uno de los sectores que más contribuyen a las emisiones de CO2 , pero también está el uso de agua, de productos químicos y la generación de residuos. No olvidemos que solamente el 1 por ciento de todas las prendas se reciclan, mientras que el 99 por ciento acaba en vertederos. Como sociedad, debemos hacer cambios en nuestros hábitos y a veces es complicado. Pero somos optimistas y, aunque seamos una empresa pequeña, pensamos que estos ejemplos se van trasladando a organizaciones mucho más grandes. El efecto puede ser mucho más positivo, para avanzar hacia una sociedad y un entorno más equilibrado y sostenible que tenga en cuenta todos los impactos que genera alrededor».
Para Catherine Cummings «la salud de las personas y la del entorno están directamente ligadas. Como misión nuestra empresa tiene que ayudar a las personas a vivir vidas más largas, sanas y felices. La pandemia ha desvelado la necesidad de crear un mundo mejor y la evidencia está ahí: la zoonosis, que está en el origen de la covid, se debe a la degradación medioambiental y la pérdida de biodiversidad. Debemos proteger el entorno para evitar nuevas enfermedades infecciosas. Nosotros, como compañía, operamos en diferentes niveles: internamente, para descarbonizar nuestras operaciones, especialmente con la digitalización que evita desplazamientos, por ejemplo con las videoconsultas, con las que hemos evitado 8.000 toneladas de CO2, y residuos, con los rayos X digitalizados. Y, finalmente, con la sociedad, invirtiendo en la conservación de la naturaleza».
Federico Ramos recalcó que «el cambio climático impacta directamente en el agua, por ejemplo en su distribución, las lluvias torrenciales y las sequías. Nuestro país tiene los riesgos climáticos más importantes en Europa y asumiríamos un gran riesgo si no le dedicáramos recursos y atención. Como empresa, nuestro grupo tiene la misión de ayudar a las sociedades a la transformación ecológica y, obviamente, estamos ahí. Por tanto, solo quienes desarrollen tecnología, capacidades y empleo de calidad podrán responder a estos retos».
Ecoinnovación para avanzar
Una de las claves de la sostenibilidad es la ecoinnovación, que tiene características propias dependiendo de los sectores. En el caso de Telefónica, Pociña destaca «el papel de la digitalización en la transición ecológica, es fundamental. Como empresa que provee de telecomunicaciones hace tiempo que apostamos por las tecnologías como el Internet de las Cosas, big data o la inteligencia artificial. Y en cada sector la digitalización tiene unas necesidades que tratamos de atender. En lo que se refiere a operación interna, estamos desplegando nuevas tecnologías altamente eficientes, que reducen el consumo energético por tráfico hasta en un 95 por ciento, como el 5G frente al 4G».
Por su parte, Rodríguez pone de relieve que «en Naturgy hemos hecho una transición muy acelerada, de tal manera que la generación eléctrica ha pasado de ser el primer emisor al tercero en pocos años. Hemos cerrado nuestras centrales de carbón y las hemos sustituido progresivamente por fuentes renovables y en cuatro años nuestra generación renovable alcanza el 33 por ciento. Para una empresa eminentemente gasista ha sido un enorme reto evolucionar hacia un modelo de negocio descarbonizado. Vamos a continuar, porque el gas tiene su propio reto en el desarrollo de los gases renovables y la innovación tecnológica es fundamental para alcanzar este objetivo».
La evolución del modelo de movilidad, para Garre es «un momento es apasionante y está lleno de oportunidades. Proliferan los vehículos de movilidad personal y compartida, hay restricciones en los centros de las ciudades, los jóvenes no tienen interés por tener vehículo propio, ni siquiera por tener el carnet de conducir. Por tanto, hay que romper esquemas y ser imaginativo, para aportar soluciones a las nuevas necesidades del público que quiere optar por esas nuevas formas de movilidad. En nuestro caso, hemos creado un seguro muy original, que se llama “safe and go” y que asegura el desplazamiento, no vehículos concretos, porque es muy habitual utilizar diversos sistemas de movilidad».
El concepto fundacional ya puede ser innovación, como manifiesta Sainz de Robles «desde el inicio todas las decisiones que tomamos, han estado encaminadas a generar un producto de alto valor con el mínimo impacto ambiental, con impacto social positivo y generando industria local. Queríamos ser parte de la solución y ofrecer alternativas, porque conocíamos los datos y la realidad que hay dentro de nuestro sector. Hemos conseguido productos textiles completamente circulares, vienen de materiales reciclados, son completamente reciclables también y producimos localmente. Así hemos generado una alternativa para consumir de otra manera».
Otra forma de innovar es cómo relacionarse con la comunidad, «se habla de que mueren al año 7/8 millones de personas de forma prematura por contaminación del aire y sabemos que si se vive a menos de 500 m de una zona verde la longevidad aumenta un 4%, –explica Catherine Cummings–. Pues bien, nosotros a través de programas como Healthy Cities by Sanitas, promovemos estilos de vida saludables entre los ciudadanos con un reto de caminar 6.000 pasos al día, al tiempo que impulsamos ciudades más sanas mediante la renaturalización de espacios urbanos de los que pueda beneficiarse toda la sociedad. Porque en el mundo no hay sistema de salud que vaya a poder soportar el peso económico que implica una sociedad enferma».
Para Ramos «la revolución digital genera transformaciones y oportunidades enormemente interesantes. De hecho, el concepto de depuradora ya ha evolucionado y ahora son una fuente de biodiversidad, de recursos para la economía circular y de información. Por ejemplo, durante la pandemia hemos podido colaborar con el sistema sanitario analizando las aguas residuales para observar las fluctuaciones de la curva del covid mediante el análisis de las aguas residuales e informando a las administraciones. Además, estamos incorporando start-ups de gente joven que desarrolla algoritmos a partir de datos que se obtienen en la depuradora y que nos da pistas interesantes para la gestión de la red, la integración del agua depurada y la procedente de las desaladoras».
El buen gobierno atrae la inversión sostenible
Otro de los temas del coloquio fue la gobernanza. Una de las claves de la sostenibilidad la gobernanza, ¿es también un foco de atracción de inversiones? «Absolutamente sí –responde tajante Pociña–. Hay una gran tendencia por parte del mundo inversor en dirigir sus fondos a empresas con objetivos de sostenibilidad claros, coherentes y transparentes. Y, por el contrario, se están alejando de empresas con unas tecnologías más contaminantes. Eso también genera un cambio de tendencia en los modelos productivos de grandes empresas. En nuestro caso todos nuestros objetivos de sostenibilidad forman parte de la remuneración variable de todos los empleados, incluyendo al Comité de Dirección. De manera que toda la compañía trabaja coordinada y une esfuerzos para alcanzarlos».
Junto a la atracción de inversión, e inversión responsable, para Rodríguez «la gobernanza es clave para mejorar como compañía y para evitar cosas como el greenwashing. Tiene que haber una coherencia entre el propósito, la estrategia y el desempeño de la compañía. Eso te lo te lo da la gobernanza a través de los mecanismos de retribución ligada a indicadores de sostenibilidad, de un Plan de Sostenibilidad que emana de nuestro plan estratégico y de los objetivos para 2025, 2030 y 2050. Son herramientas clave para poder mejorar y, evidentemente, obtener beneficios en temas de financiación sostenible. Y también es imprescindible evaluar bien los riesgos climáticos, de impacto social y reputacional de lo que estamos haciendo , para monitorizar mejor la gestión y asegurarnos de que, efectivamente, vamos por el buen camino».
En la misma línea, para Garre «el buen gobierno es un foco de atención de inversores, de clientes y, muy importante, de empleados. De talento. Es un círculo muy completo que te posiciona de manera diferente ante todos tus stakeholders. Línea Directa salió a bolsa el año pasado y claramente hemos despertado mucho más interés en el mercado, lo que exige que hagamos nuestro negocio de manera transparente, con rigor y con los más altos estándares de ética».
Para atraer inversión responsable, una BCorp, necesita que los posibles inversores «entiendan que el fin de la compañía además de crecer y ser rentable, es tener impacto social y ambiental positivos, –explica Sainz de Robles–. Percibimos que hay mucho interés en este tipo de proyectos. Justamente, tener esa estructura y esos valores desde el principio nos hace más fácil crecer, porque no tenemos que reconvertirnos a medida que la legislación avanza».
Al contrario que las otras compañías presentes en el foro, «en Sanitas no tenemos accionistas, –explica Cummings–. Lo que es una circunstancia muy afortunada porque reinvertimos los beneficios en el propio negocio y nos ha permitido avanzar en digitalización antes que otra empresas. Ser una empresa independiente con un rol en la sociedad, nos hace buscar la manera de ser económicamente viable, pero también responder a las necesidades que hay en cada época».
Los objetivos de digitalización del sector del agua van a tener el apoyo económico del PERTE, (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) de Digitalización del Ciclo del Agua, pero la escasez hídrica, la reutilización del agua, etc., van a requerir también inversiones. Federico Ramos encuentra en el PERTE «una gran oportunidad, que tendrá que ser completada con inversión privada o nos quedaremos cortos. Por otra parte, la figura de la compra pública innovadora, está teniendo éxito, porque entramos en un diálogo con las administraciones para conocer sus necesidades. Estos mecanismos de colaboración tienen mucho recorrido y creo que van a ser clave para que de verdad la colaboración público-privada, al menos, en el mundo del agua, se implante y sea real».
Empleo verde
Otro de los vectores sobre los que se espera que la sostenibilidad tenga un efecto positivo es el empleo. Verde y de calidad. Algo sobre lo que hubo acuerdo general: «las comunicaciones son habilitadoras de las capacidades que caracterizan al empleo verde», afirmó Pociña. Para Nuria Rodríguez, «hemos suscrito convenios de formación para empleados y comunidades en los territorios donde estaban las centrales de carbón».
«Crear empleo de calidad es fundamental y la primera responsabilidad de la empresa», aseguró Garre. «Entre todos nuestros proveedores suman 500 empleos y nosotros somos 26. Nos hace sentirnos muy orgullosos», detalló Sainz de Robles, mientras que Cummings el hecho de que «nos apoyamos mucho en start-ups para desarrollar las soluciones de gestión ambiental que necesitamos». Ramos, por su parte, subrayó «la importancia de la cualificación. Cuidamos de que nuestros empleados continúen formándose, y tenemos equipos muy pluridisciplinares que son una fuente de formación en sí mismos».
La participación del director de La Razón, Francisco Marhuenda, cerró la jornada. En su intervención destacó la necesidad de que la sostenibilidad sea un objetivo de toda la sociedad y cómo el compromiso y el esfuerzo colectivo, de las personas y las empresas es necesario para hacer mucho más y conseguir los objetivos marcados no solo por la Unión Europea y las Naciones Unidas, sino para cuidar el futuro de nuestros hijos de nuestros nietos de las futuras generaciones.
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