Verdes e inclusivos: los festivales también pueden ser sostenibles

Sale el sol en la isla. Los primeros rayos del alba dulcifican el ánimo. El Mallorca Live Festival 2023 finaliza y llega la vuelta a casa. Han sido tres días de conciertos (del 18 al 20 de mayo) en los que han vibrado 65.000 asistentes. La experiencia musical inmersiva de los británicos The Chemical Brothers puso el colofón a esta sexta edición, que también ha contado con Black Eyed Peas, The Kooks, Quevedo o Viva Suecia, entre otros.

Tras el subidón, toca hacer la mochila y subirse al autobús. Sí, al autobús. Y es que este año el festival ha seguido su primer Plan de Movilidad, basado en reducir el número de tubos de escape y proteger el medio ambiente. «La logística ha sido brutal. Antes todo el mundo asistía en coche al festival, con el impacto que conlleva, emisiones, congestión, tráfico… Para minimizar esa saturación y cuidar del planeta, hemos trabajado en un Plan de Movilidad», apunta Álvaro Martínez, director del Mallorca Live.

La principal novedad es que, este año, todo el acceso al recinto -uno de los más bonitos de Baleares- se ha realizado a través de un sistema de buses lanzadera, que han conectado el Antiguo Aquapark de Calvià con distintos puntos de la isla, reduciendo significativamente el número de coches. Para llevar a cabo esta medida, han contado con el patrocinio sostenible de Endesa, con la asesoría que estructura la movilidad de las Fallas de Valencia y con la empresa de transportes que realiza el servicio de grandes festivales como el BBK Live.

La apuesta por la sostenibilidad del Mallorca Live Festival es una elección valiente que trata de aunar su impulso general por una oferta cultural cada vez más comprometida con el valor del entorno: «La sociedad ha evolucionado. El nivel de consciencia personal que tengo no es el mismo que el de hace 10 años», destaca Martínez. «El planeta necesita ser cuidado y esto es un trabajo en equipo. Festivales como el nuestro o más grandes tienen que ser elegantes y ser sostenibles», alienta.

Transformar la industria de la música en directo o conseguir que un espectáculo sea climáticamente neutro es una meta muy ambiciosa en la que cada cambio suma. Sin embargo, los festivales o incluso los conciertos, no han alcanzado ese grado de madurez en sostenibilidad que sí que tienen otros sectores, como el financiero o el energético. Por ello, encontrar socios es clave para que el impacto sea real.

En este sentido, el Mallorca Live ha implementado otras soluciones para desmarcarse y avanzar en áreas clave como la reducción de emisiones, la movilidad o la economía circular. «Nosotros comenzamos a trabajar a partir de la tercera edición en un Plan de Sostenibilidad que ha crecido mucho y, este año, nos ha llevado este año a tener a Endesa como patrocinador sostenible, lo que hará posible, entre otras cosas, que podamos medir nuestra huella de carbono», señala el organizador.

La energética ha contribuido en buena medida a que el festival mallorquín ponga el acento en la lucha contra el cambio climático. Y es que además de facilitar la llegada del público en transporte colectivo a través de lanzaderas o de contribuir a la medición de emisiones, también ha facilitado que se pongan en marcha 60 puntos de recogida de residuos, fuentes de agua potable y una zona construida con materiales reciclados que, además, «saldrán de gira» y serán utilizados de nuevo durante todo el año en los próximos eventos con presencia de la marca.

Esta temporada son cuatro las citas que componen la ruta de festivales 2023 que cuentan con el apoyo de Endesa. Al Mallorca Live Festival este año se unen el Cruïlla, en Barcelona, donde actuarán Amaia o Placebo; y el Espacio Zity Zaragoza, que contará con Lola Índigo o Pablo López. Repite el Festival Jardín de las Delicias en Madrid, donde actuarán Melendi o Vetusta Morla; incluyendo la gira del festi, con paradas en la capital, pero también en Sevilla, Cádiz y Granada.

El denominador común de todos estos eventos será según María Lacasa, directora de marca y patrocinio de Endesa, «el crear nuevas experiencias y más confortables para quien acuda a estos festivales, pero, sobre todo, apostar por la sostenibilidad». Un ejemplo claro de esta colaboración fue, en sus palabras, «la realización de una acción relacionada con la movilidad, el año pasado, en el Jardín de las Delicias, donde pusimos lanzaderas de autobuses eléctricos gratuitos hasta el festival». Además, se recompensó a quienes llegaron a los conciertos en vehículos eléctricos regalándoles el parking.

En ocasiones se financian ideas ya desarrolladas por la organización del evento musical y, en otras, Endesa aporta su experiencia descarbonizadora con proyectos como los citados. «Los festivales a día de hoy son muy conscientes de lo que la sociedad les está reclamando y cada vez ponen más planes sobre la mesa», asegura Lacasa. Por ello, afirma que «la entrada de la compañía en la música ha resultado ser muy natural».

Como patrocinador sostenible, la energética se ha propuesto un doble objetivo. El primero: que la filosofía no es compensar, sino reducir. «Creemos que compensar está bien y hay que hacerlo, pero una vez se agota la vía de la reducción. Es lo más honesto», subraya la directora de patrocinio. La segunda meta tiene que ver con que Roma no se hiciera en un día. «Que un festival sea 100% sostenible, en todos los aspectos, es muy difícil», apunta Lacasa. Por lo tanto, la meta de momento es «conseguir que cada festival sea más sostenible que el año anterior». Paso a paso.