Gastronomía

Barcelona se eleva como destino turístico de referencia con una campaña muy especial

La nueva campaña de Turismo de Barcelona se basa en una generación de cocineros que han convertido sus proyectos en restaurantes de referencia a nivel nacional e internacional.

Rafa Peña y Albert Raurich
Rafa Peña y Albert RaurichTurismo de Barcelona

Turismo de Barcelona ha presentado en Madrid, “La revolución gastronómica continúa en Barcelona”, una nueva campaña de promoción nacional e internacional que pretende relanzar Barcelona como destino de referencia en excelencia gastronómica destacando valores alrededor de la alta gastronomía como la innovación, el talento y la creatividad. La presentación ha tenido lugar en el transcurso de una cena ofrecida por los cocineros catalanes Rafa Peña y Albert Raurich en el hotel Santo Mauro, delante de los principales operadores y agentes de turismo Premium.

Tal y como ha afirmado Marian Muro, directora del consorcio de promoción turística de Barcelona, “se trata de una campaña que pretende comunicar el gran momento que vive la ciudad como destino gastronómico de calidad gracias a una nueva generación de cocineros que han seguido el espíritu de un movimiento protagonizado por nombres como Ferran Adrià, Carme Ruscalleda o los hermanos Roca y que han hecho de sus proyectos restaurantes de referencia a nivel nacional e internacional”.

Muro ha argumentado su presentación en Madrid “porque se trata del principal mercado emisor que visita Barcelona atraído por nuestra cocina y queremos que siga siendo así, ya que es en los mercados de proximidad donde más se aprecia el valor entorno la gastronomía”. Un dato muy revelador que ilustra esta afirmación es que en los dos últimos años, el 82% de los visitantes españoles ha viajado a Barcelona para disfrutar de su gastronomía. Por nacionalidades, los europeos son los más interesados en la gastronomía: en términos de restauración, Francia y Bélgica, seguidos del mercado nacional, figuran a la cabeza, mientras que en productos gourmet, Italia, Portugal y el resto del Estado español ocupan las primeras posiciones.

Menú: tradición y cosmopolitismo

En la cena ofrecida el pasado jueves para ilustrar la excelencia gastronómica de Barcelona, se ha servido un menú degustación de seis platos elaborados por dos chefs de disciplinas e índole muy distintas que hasta el día de hoy nunca habían trabajado juntos y a quiénes les une una personalidad muy marcada.

Rafa Peña, el chef del Gresca de Barcelona, recientemente instalado en el Santo Mauro de Madrid, trabaja des de una concepción de la cocina catalana tradicional para reinterpretarla y ensalzar el producto y su conexión con el territorio mientras que Albert Raurich, discípulo del Bulli que abrió Dos Palillos en pleno barrio del Raval de Barcelona, con una oferta innovadora de cocina asiática de fusión, al alcance de todos los públicos, muestra la cocina de la Barcelona cosmopolita. Ambos ofrecen hoy un menú único y en perfecto equilibrio entre la tradición y la innovación, y entre lo local y el cosmopolitismo. Seis platos muy pensados para comunicar el momento actual de la cocina catalana, evolucionada y reinterpretada junto a la cocina asiática y de fusión marca Barcelona. Dos perfiles creativos aliados como cómplices de la rica y excelente oferta gastronómica de Barcelona.

La campaña se fija en un nuevo grupo de chefs que no superan la cuarentena, profesionales comprometidos y emprendedores, con proyectos muy personales y singulares que se sirven del ADN de la cocina de Barcelona para lanzar sus aportaciones al mundo de la restauración. Influenciados no tanto por una cocina o una técnica determinadas, sino por un espíritu marcado por la pasión por lo que hacen, las ganas de compartir y el riesgo. Este espíritu de la cocina catalana de vanguardia es el que ha llevado al Consorcio de promoción de la ciudad condal a realizar una campaña que se lanza este mes pero que está pensada para que tenga un largo recorrido.

La campaña, que empezará a rodar la próxima semana en España y Europa se fija en aquellos restaurantes consolidados y de gran prestigio, poniendo el acento en haber convertido la ciudad en un campo de pruebas para muchos jóvenes cocineros abiertos a recibir las influencias de todas partes apostando por el producto de proximidad. Sus proyectos han contribuido de forma decisiva a democratizar la alta cocina, acercándola a un gran público.