Eko Carabanchel y la Complutense, refugio de los activistas de la contracumbre

La alternativa Cumbre Social por el Clima está haciendo un llamamiento a diferentes personas y colectivos de todo el mundo a participar en la respuesta social a la COP25, así como a construir esta cumbre para «rebelarse, proponer y tejer comunidad».

Uno de los puntos calientes de las jornadas en cuanto a la seguridad es lo que refiere a la manifestación que se ha organizado para el viernes 6 de diciembre por el movimiento «Fridays For Future» (FFF), la cual tendrá lugar en Atocha a las 18:00 horas. Esta protesta previa forma parte de lo que las más de 150 organizaciones han denominado como «Cumbre Social por el Clima», que se celebrará entre los días 7 y 13 de diciembre, de forma paralela a la oficial.

La principal preocupación de las fuerzas de seguridad no es la celebración de la protesta, sino la asistencia a la misma de diferentes grupos antisistema, tanto nacionales como de fuera del país, que tienen la intención de reventar este evento mundial, que aprovechan estos eventos de gran repercusión internacional para ganar notoriedad.

Así, las organizaciones que participan de esta cumbre paralela a la oficial, han centralizado a través de una página web el alojamiento, al igual que el transporte entre otros aspectos, para acoger en Madrid a los activistas.

En referencia a la movilidad, algunas de las organizaciones ofrecen transporte hacia la capital. El objetivo es movilizar a la mayor cantidad posible de gente para que asistan a la manifestación fletando autobuses y «vehículos colectivos», tales como furgonetas. En la web también se invita a los activistas a ofrecer sus viviendas como alojamiento.

Los activistas visitantes que asistirán a esta cumbre paralela se alojarán principalmente en tres espacios comunes que se habilitaran a tal efecto. Entre estos lugares, se encuentran tanto casas particulares, como «espacios sociales» y polideportivos.

Por el momento, en las viviendas particulares se han habilitado casi un centenar plazas para acoger a estos visitantes. En cuanto a espacios públicos, la Universidad Complutense ha proporcionado el frontón universitario para que se puedan alojar; así como Eko Carabanchel, que ofrece un «espacio sociocultural liberado autogestionado», es decir, un edificio okupado, que será otro de los emplazamientos en los que pasarán la noche los activistas.

alojar; así como Eko Carabanchel, un espacio sociocultural liberado autogestionado, que será otro de los emplazamientos en los que pasarán la noche los activistas. Del mismo modo, también se han ofrecido diferentes polideportivos de Alcobendas y Getafe, además de varios espacios okupados, al menos dos de ellos en el centro de la capital.

De hecho, el edificio okupado conocido como «La ingobernable», fue desalojado a petición del ministerio del Interior porque se estaba organizando en el mismo la «central» de estos movimientos, algunos de ellos considerados violentos, de cara a las acciones que pretenden llevar a cabo durante los estos días.

Además, la sede de UGT, durante esos días será utilizada como centro de convergencia para la Cumbre Social, espacio en el que se desarrollarán diversas reuniones así como ruedas de prensa de este movimiento.

Plan de seguridad

En apenas tres semanas, un tiempo récord, han diseñado las fuerzas de seguridad del Estado, en coordinación con la ONU, el dispositivo de seguridad de la Cumbre, un evento «muy complejo» en el que participan más de 5.000 efectivos con el objetivo de que la cita se celebre sin incidentes.

A los operativos en la calle se unen los servicios policiales de Información e Inteligencia con un papel esencial ya que evalúan continuamente si existe alguna amenaza, sea terrorista o de otro tipo, como la asistencia de los grupos radicales antisistema.

El dispositivo ha sido diseñado no solo para garantizar la seguridad en la sede de Ifema, sino también en el resto de actividades programadas en Madrid. Cualquier información que afecte a la seguridad se supervisará desde el Centro de Coordinación Operativo (CECOR), instalado en el complejo policial de Canillas, como avanzó LA RAZÓN, que este domingo visitó el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska.

«Nos tenemos que sentir orgullosos porque en menos de tres semanas se ha organizado este evento tan complejo gracias a las fuerzas de seguridad, ministerios como el de Transición Ecológica, Defensa, Exteriores, Fomento, junto con las administraciones autonómica y local», destacó ayer el ministro, en declaraciones recogidas por Efe.

En este puesto centralizado del CECOR habrá representantes de la ONU, los ministerios del Interior y Defensa, Presidencia del Gobierno, Casa Real, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Municipal de Madrid, Bomberos, Protección Civil, AENA, ADIF, EMT, Metro de Madrid, Samur y Summa 112.

Más de 29.000 personas se han inscrito ya en la cumbre y está previsto que asistan 196 delegaciones, entre ellas medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, así como los más altos representantes de la UE.

«Empieza ya la cumbre y deseamos el mayor de los éxitos», afirmó el ministro del Interior que destacó la «perfecta coordinación» con el personal de la ONU, que asumirá la seguridad del interior de la denominada Zona Azul acotada dentro del recinto ferial en la que tendrán lugar las sesiones de negociación de la COP25, informa Efe.

Policía Nacional y Guardia Civil se encargarán entre otras cosas de la seguridad en los hoteles en los que se alojen las autoridades, en la capital y fuera del área urbana respectivamente. La Policía Municipal se ocupará de la movilidad y de dar apoyo a las delegaciones oficiales.