Asuntos sociales

Bronca política por la granada en el centro de Menas de Hortaleza

Los tedax detonan un artefacto lanzado al interior del recinto La izquierda achaca lo ocurrido al «discurso del odio y xenófobo» de Vox , que condena los hechos.

El Centro de Menores no acompañados de Hortaleza fue desalojado al encontrar en su interior un artefacto explosivo. Foto: Cipriano Pastrano
El Centro de Menores no acompañados de Hortaleza fue desalojado al encontrar en su interior un artefacto explosivo. Foto: Cipriano PastranoCipriano Pastrano DelgadoLa Razón

Eran sobre las 9:00 horas cuando un vigilante del Centro de Primera Acogida de Hortaleza, que estaba ocupado por 89 menores extranjeros no acompañados (los llamados menas), detectó un extraño paquete en el patio. Parecía algo de papel de aluminio, envuelto a su vez en una bolsa de plástico y sujeto por los extremos por dos trozos de cinta aislante alrededor. El vigilante había estado en el Ejército y por eso sospechó que podría tratarse de un artefacto que se utiliza para prácticas, con baja carga explosiva. Por eso avisó al 091 y en seguida llegó al lugar una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. Los agentes coincidieron en que lo mejor era que los expertos en explosivos confirmaran lo que parecía una granada casera. Los guías caninos que detectan estos productos dieron el «ok» y, tras acordonar la zona, los artificieros de los Tedax detonaron el artefacto que, según fuentes policiales, tenía un poco de pólvora y le faltaría algún componente como iniciador para que pudiera explosionar.

Los agentes de Policía Científica también acudieron al lugar para ver si había algún tipo de vestigio que aportara más información, aunque reconocieron que «es complicado». Y más aún después de la explosión.

La investigación del suceso la lleva la Brigada de Información, en concreto el Grupo de Respuesta hasta que analicen si ven indicios de que detrás pueda estar algún grupo de odio como radicales de extrema derecha o incluso algún «mena» que haya salido del centro. Mientras, los investigadores tratan de saber quién está detrás de este ataque y tomaron declaraciones en la sede de Moratalaz. También se analizan posibles cámaras de seguridad que hubieran podido captar el presunto lanzamiento del paquete desde el exterior. Mientras, los expertos en explosivos analizan su contenido para determinar si se trata de una granada militar (ahí se podría seguir su trazabilidad por el lote y la procedencia) o es de origen casero. En este caso, si se han empleado pólvoras industriales, podrían analizarse los «marcadores», productos químicos que lo identificarían y ayudarían a conocer el origen del producto.

Aunque la Policía no ha dado mayor importancia al suceso, lo cierto es que se ha producido en un momento delicado y de máxima tensión policial en la capital, con la Cumbre del Clima, las navidades a la vuelta de la esquina y Madrid en alerta antiterrorista de nivel 4. «Más que tener miedo, los trabajadores están hartos de que el centro se esté utilizando como arma arrojadiza entre los políticos. Lo ocurrido ayer es un despropósito más en la lista de cosas que han ocurrido en este centro», añade un portavoz de Csif. Su queja constante es la sobreocupación de menores cuando el personal de vigilancia y educadores es el de un centro para 52 personas.

La granada en cuestión lo que sí desató es una «explosión de críticas» en el ámbito político. La izquierda relacionó lo ocurrido con el «discurso del odio y xenófobo». El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, advirtió de que «son la antesala de hechos más graves. Nos tendrán enfrente todos aquellos que practican el discurso de odio», sentenció. El portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Pablo Gómez Perpinyà, responsabilizó a Vox del artefacto explosivo «por su campaña de acoso» a estos menores y por quienes sostienen su «discurso cómplice, como PP y Cs». En la misma línea, la portavoz de Unidas Podemos en la Cámara de Vallecas, Isa Serra, aseguró que lo ocurrido en el centro obedece a la «criminalización» de estos menores por Vox, un partido al que «PP y Cs dan voz».

Sin embargo, Vox condenó ayer los hechos ocurridos en el centro de Hortaleza y lamentó que «algunas formaciones utilicen unos hechos tan graves para atacar a nuestra portavoz, Rocío Monasterio. Es vergonzoso que se use la violencia , injustificable en cualquier caso, con fines políticos».

Por su parte, el consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid, Enrique López, mostró su «honda preocupación por la politización» del caso. Es más, calificó de «irresponsable» lo sucedido, mientras que el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, tuvo que hacer ayer un llamamiento a la calma. Mientras, la Red de Inmigración y Ayuda al Refugiado se personará como acusación particular en el caso. La disputa política promete recrudecerse aún más hoy ya que la portavoz de Vox, Rocío Monasterio preguntará en la Asamblea cuántos expedientes «separando por nacionalidades de origen» se han tramitado en los centros de menores sobre conductas contrarias a la convivencia entre los años 2015 y 2019. Además Más Madrid propone una declaración institucional de condena en el pleno de hoy que califica de «ataque terrorista» lo ocurrido.

Un alcance de hasta 300 metros

Hay que retroceder más de un siglo para encontrar los primeros ingenios mecánicos que permitían lanzar granadas desde fusiles. Fue durante la Primera Guerra Mundial cuando se empleó a gran escala, demostrando pronto que su alcance efectivo era mayor que si la bomba era arrojada directamente con la mano. Tras la Segunda Guerra Mundial, estos dispositivos empezaron a ser reemplazados por lanzagranadas, entendidos como armas individuales.
Sin embargo, a día de hoy se ha regresado a su uso, de forma que pueden ser empleados por soldados comunes y no necesariamente por granaderos entrenados. Si bien depende de la carga de la granada, algunos de estos explosivos tienen un alcance de hasta 300 metros, incoporando además mecanismos de puntería. Modelos clásicos, como el fusil de asalto AK-47, se fabrican de forma que es posible adosar una bocacha lanzagranadas atornillada a la boca del cañón.