La Asamblea de Madrid no es lugar para monólogos

La Asamblea de Madrid ni es la «Chocita del Loro» ni la «Sala Galileo» para la representación de monólogos abiertos al público, independientemente del contenido de los mismos. Es lo que se comentaba hoy en los pasillos de la Cámara madrileña después de la polémica surgida por que el Gabinete de la Presidencia de la Asamblea decidiera revocar la autorización para el uso de una sala para unas supuestas jornadas de violencia de género organizada por Unidas Podemos, IU, Madrid en Pie y previstas para el miércoles que, en realidad, no eran unas jornadas como tal.

La revocación se ha producido por «criterios técnicos», según indicaron fuentes parlamentarias. Y es que, después de que se formulara la petición, el pasado 23 de enero, se pudo constatar, a través de un comunicado de los organizadores, que lo que realmente se iba a celebrar el miércoles no eran exactamente unas jornadas sobre violencia de género, sino un monólogo teatral que lleva por nombre «No sólo duelen los golpes», de la comunicadora y activista feminista Paloma Palenciano. Además, la representación teatral iba a estar abierta al público. En ella Palenciano pretendía narrar su vivencia personal de maltrato con una pareja que mantuvo entre los 12 y los 18 años y que trató incluso de matarla, según explica en la información difundida por el grupo parlamentario. El objetivo del monólogo era «ayudar a jóvenes y adolescentes a que tengan herramientas en educación afectiva sexual frente a relaciones de violencia machista», explicó la portavoz de Unidas Podemos, Isa Serra.

El Gabinete de la Presidencia entiende que las salas de la Cámara regional «no están destinadas a monólogos abiertos al público» y su uso es exclusivo «para actividades formativas», añadieron desde la Cámara.

La portavoz de Unidas Podemos, Isa Serra, ha lamentado, a través de las redes sociales, el «veto a la charla» y culpó a Vox de que «lleve tiempo señalando a Palenciano y ahora Cs se sume a la censura».

La activista feminista también ha expresado su malestar. «Estamos revueltas y enojadas porque esta censura no es sólo a mí, sino a todas las personas que tratan de buscar un mundo donde los derechos humanos estén encima de la mesa. Los que me han vetado no se dan cuenta de que esto nos va a hacer más fuertes», advirtió.

Palenciano aseguró que lo que pretendía hacer ver era «lo que los grupos de ultraderecha estaban vetando con el famoso “pin parental”»,