Coronavirus

Recorrer miles de kilómetros para confinarse en Arganda

Más de medio centenar de personas, entre ellos venezolanos recién llegados, están acogidos en un complejo propiedad del ex piloto Teo Martín

Juan Pablo Castro y su familia, ayer, en el complejo La Cigüeña, donde ocupan un bungalow
Juan Pablo Castro y su familia, ayer, en el complejo La Cigüeña, donde ocupan un bungalowV. M.V. M.

Juan Pablo Castro hace unos días que aterrizó en Madrid con su mujer y sus dos hijos, de dos y cinco años, tratando de huir de Venezuela. Tenía dinero sólo para dos noches de hotel hasta que alguien le habló del Samur Social del Ayuntamiento de Madrid y decidió acudir para pedir ayuda. «Fue llegar y nos encontramos con la crisis del coronavirus y, después de todo lo que hemos pasado en nuestro país, fue como si nos cayera una bomba que viene directa por el aire», dice.

Juan Pablo llegó la noche del domingo en un autocar al complejo La Cigüeña, en Arganda del Rey, junto con otras 56 personas más, muchos de ellos niños. Es un complejo situado en plena naturaleza, en el parque regional del Sureste de Madrid propiedad del ex piloto Teo Martín, dueño de la escudería que lleva su nombre, además del impulsor delcentro de alto rendimiento e investigación del deporte de motor instalado en Alcorcón. Teo Martín contactó con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Arganda para poner sus instalaciones a disposición de cualquier persona que pudiera necesitarlas y ya tiene los primeros inquilinos.

Su hija Verónica se encarga de que la familia de Juan Pablo y otras tantas procedentes de Nicaragua, Georgia, Perú y otros países que han aterrizado estos días en Madrid y se han visto atrapados en la crisis del coronavirus, reciban todo lo que necesitan «durante el tiempo que sea necesario». Juan Pablo se dirigió ayer a Fernando, uno de los empleados del complejo, con lágrimas en los ojos y llenos de gratitud «por tanta generosidad». «Hubiera querido fregar todos los platos del comedor y toda la cocina, hubiera hecho lo que me hubieran pedido, pero no me han dejado, hubiera estado bien hasta durmiendo debajo de un carro con mi familia, después de lo que hemos pasado», dice.

«Vengo de una situación muy crítica, de un país donde no hay calidad de vida, donde hemos lidiado con la delincuencia, la inestabilidad política, la extorsión...Todo está vinculado con el crimen organizado y así es difícil vivir y educar a los hijos», dice. Él es preparador físico y su mujer trabajadora social, pero en los últimos años se habían dedicado en Venezuela al comercio ambulante en mercadillos. Primero de ropa y, después de comida «porque es lo único que quiere ya la gente y por lo que puedes conseguir algo de dinero para sobrevivir en un país donde el salario mínimo es un euro y medio». Su familia vendió joyas y fue recopilando dinero para que pudieran venir a España, pero nadie pensó que pudiera coincidir con una situación tan insólita como la que estamos viviendo y que ahora les lleva al confinamiento. Juan Pablo dice que no tiene miedo al coronavirus después de vivir la situación extrema de su país. «Lo que ocurre en Venezuela es como cuatro coronavirus juntos en comparación con lo que hemos pasado porque allí la muerte está a la vuelta de la esquina», dice.

El venezolano no deja de sorprenderse de la eficiencia del sistema sanitario español, el trabajo del personal sanitario y la reacción de la sociedad en general. «En España hay una disposición humana que se nota en todas partes; los médicos y enfermeras ponen en riesgo sus vidas y eso es una proeza. Estoy en deuda con el pueblo español, no dejo de agradecerles y les bendigo mil veces».

Otros empresarios hoteleros también se han puesto a disposición de la administración madrileña para ceder sus instalaciones en esta situación de emergencia sanitaria. Ayer, un portavoz de la cadena Room Mate, propiedad de Kike Sarasola,detalló que «estamos preparados y tenemos todo listo para poner a disposición nuestras plazas cuando se necesiten. Ya contamos con disponemos de operativas internas», manifestó a LA RAZÓN.

Además, y por otra parte, el Ayuntamiento de Madrid ha habilitado 150 plazas en el recinto ferial de Ifema destinadas a personas sin hogar que no tengan síntomas de coronavirus, según informó la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Así, a través de un mensaje en la red social Twitter, apuntó a que las personas sin hogar que presenten síntomas «se trasladarán a centros específicos de aislamiento para su cuidado».