Policía Nacional
Rafa, el padre víctima de Infancia Libre: “Lo único que me importa es que pague por el daño que ha hecho a mi hijo”
La ex pareja de María Sevilla, condenada a dos años y cuatro meses por sustracción de menores, cuenta cómo ha recibido la noticia
Fueron muchos meses de sufrimiento: de soportar la peor acusación que te pueden hacer (que abusas sexualmente de tu propio hijo), de no verle más y no saber ni dónde está; de abogados, de informes, de juicios, de esperas, de burocracia... Hasta que, por fin, parece que sale el sol. El calvario de Rafael Marcos hasta llegar a este día, cuando la Justicia le ha dado la razón, ha sido tremendo. Empezó a ver la luz al final del túnel a finales de marzo del año pasado, cuando recibió la llamada del responsable del operativo policial que encontró a su hijo en una finca de Villar de Cañas (Cuenca), encerrado con su nueva hermana y sin apenas ver la luz del sol. Su madre, María Sevilla, les tenía sin escolarizar y sin salir de casa: apenas le sacaban 20 minutos al caer el sol para que al menos le diera la luz natural. El resto del tiempo lo pasaban encerrados, con las persianas bajadas y la ventana cerrada, cuyo cristal servía de pizarra. Allí la madre les enseñaba el evangelio.
Fue el 30 de marzo del año pasado cuando la Unidad Adscrita a los juzgados de Plaza Castilla, perteneciente a la Brigada Judicial de Policía Nacional de Madrid, irrumpió en la finca y detuvo a Sevilla, tras un laborioso trabajo de localización de los “fugados”. Sevilla había decidido huir con su hijo para incumplir el régimen de visitas impuesto por un juez alegando que su hijo había sufrido episodios de abusos sexuales por parte de su padre.
Tras la celebración del juicio, esta mañana han notificado la sentencia del Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid: Sevilla es condenada a dos años y cuatro meses de prisión y a la retirada de la patria potestad del menor durante cuatro años. Además, ordena el pago de 5.000 euros a Rafael como reparación del daño moral causado aunque él dice que no ha sido lo peor. “Lo que más me importa es el daño que le ha hecho a mi hijo. Eso lo primero. Pero también el que ha hecho a toda mi familia ya mi”, explica a LA RAZÓN.
El padre del niño reconoce que no es la condena que ellos pedían (Fiscalía pedía tres años y medio y ellos, como acusación particular, cuatro y medio) pero no le importa: “Creo que se ha hecho Justicia. Un año arriba o abajo da igual, lo importante es que el niño pueda a estar lo más tranquilo posible”.
Primer encuentro madre e hijo, este sábado
Curiosamente desde que aquel 30 de marzo los agentes “rescataran” al niño de la finca de Cuenca la progenitora, ahora condenada, no había tenido aún ninguna visita autorizada en el punto de encuentro hasta, casualmente este sábado. Será la primera vez que el niño se reencuentre con su madre, que ya se sabe condenada. Será solo una hora y bajo la supervisión de un profesional. Rafael asegura que tanto el psicólogo como él han estado preparando al niño para el momento, para que lo viva con naturalidad aunque siempre temerosos de lo que pueda decir ella.
Y es que Sevilla llegó a modificar un documento oficial en el juicio (y así lo recoge la sentencia) para eliminar del informe del psicólogo actual de su hijo, la parte en al que decía que ahora no tenía ningún tipo de problema. “Estamos estudiando si demandarla por manipular un documento oficial”, reconoce Rafael.
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