Ocio

Primer fin de semana con el Retiro abierto

Cientos de madrileños han podido disfrutar del emblemático parque, reabierto al 60 por ciento

Es una visita obligada e ineludible para los turistas, pero también un ritual para muchos madrileños. Sale el sol y uno piensa automáticamente que el mejor lugar donde podría encontrarse para disfrutar una mañana de domingo es en el Parque del Retiro tumbado en algún rincón, sintiendo el calor del sol en la cara, oyendo el sonido de los remos de las barcas del lago entrando en el agua, el murmullo de los paseantes o el canto de los pájaros. Sin hacer nada. En paz. Sin más quehacer que ver a los niños patinando, ciclistas recorriendo su perímetro, corredores que quieren mantenerse en forma o gente que mira al infinito.

Se echaba de menos pasear el histórico parque después de casi mes y medio cerrado y, aunque una parte sigue estando convaleciente por el zarpazo de Filomena, éste ha sido el primer fin de semana en el que los madrileños han podido disfrutar de lleno del pulmón de Madrid. Parece que el tiempo se hubiera aliado con los anhelos de los madrileños para facilitar el deleite. Multitud de personas, de hecho, acudieron a disfrutar del histórico parque durante el fin de semana animados por buen tiempo. “Somos como los caracoles...”, decían algunos.

Ya están abiertos los accesos al entorno del Lago, Hernán Palacios, Huerta del Francés, Puerta de Hernani, al entorno de los jardines de Cecilio Rodríguez y al Paseo de los Coches después de que la tormenta Filomena haya pasado una dolorosa factura a más de 12.000 de los 17.000 árboles del Retiro. Y lo peor es que más de un millar son irrecuperables.

Los técnicos municipales han tenido que derribarlos para evitar accidentes, aunque es un consuelo que se hayan salvado algunas de las especies más valiosas que forman parte del catálogo de los 200 árboles singulares y protegidos de la Comunidad de Madrid: un cedro, un eucalipto, un pino de Alepo, una palmera y un ahuehuete. Éste último, además, ha salido prácticamente ileso del desastre, a pesar de que está considerado el árbol más antiguo de Madrid en zona urbana con hasta 300 años a sus espaldas, según los cálculos de algunos, y sus 25 metros de altura. Ahora, la única solución es repoblar.

Desde el lunes pasado se ha reabierto el 60 por ciento del parque después del «arboricidio», un 20 por ciento más de lo que estaba previsto inicialmente, y la idea del Ayuntamiento es que los madrileños puedan disfrutar del cien por cien del recinto a partir del 1 de marzo.

Pero ojo, que aún hay zonas que no se pueden transitar. Siguen los trabajos de limpia y poda y multas para los que no respetan las balizas. Ahora no queda otra que esperar la reapertura de la totalidad del parque, pero ya se agradece que más de la mitad de su superficie sea apta para el disfrute.