Opinión

Ni bilingüismo ni enseñanza bilingüe en Madrid

Entrada a un colegio de Madrid
Entrada a un colegio de MadridJesús Hellín

Según parece la Consejería de Educación quiere desmontar el programa de enseñanza bilingüe, el mejor programa de España, que tanto tiempo, esfuerzo y dinero ha costado y que, aunque mejorable, tan buenos resultados ha dado y sigue dando. La propuesta consiste en adelantar la enseñanza de inglés en la etapa de infantil con la idea de que algunas asignaturas en la educación secundaria se impartan en español y no en inglés. Esto estaría bien si respondiera a propuestas de expertos, de estudios que lo avalen, de evaluaciones rigurosas y de necesarios debates. Pero todo parece apuntar a que, al igual que con el famoso comité de expertos de la pandemia, detrás solo haya decisiones producto de ocurrencias.

Más que un proyecto serio, parece una huida hacia adelante de una administración educativa que, durante los últimos años, se ha limitado a darle a la manivela, no ha introducido ninguna mejora en su programa de enseñanza bilingüe y no ha sido capaz de dar respuesta a las infundadas críticas, más políticas que educativas, de ciertos sectores.

Hay multitud de argumentos contrarios al proyecto que convendría explicar en detalle, pero vaya por delante las siguientes consideraciones: La Consejería de Educación confunde bilingüismo y enseñanza bilingüe. La CM es una comunidad monolingüe y en su sistema educativo no hay bilingüismo. Tampoco es enseñanza bilingüe lo que se propone, ya que no se ajusta a lo que la propia Consejería define como tal. Nadie está en contra de introducir el inicio de una lengua extranjera en educación infantil, pero con un enfoque lúdico, como establecen las leyes educativas. Pero el aprendizaje de la lengua materna se debe asegurar durante los primeros años por lo que, salvo en contextos bilingües naturales, el adelanto de una enseñanza de contenidos no estructurada puede ir en detrimento de la necesaria consolidación de la primera lengua. Y como demuestra algún estudio, precisamente con alumnos de sexto de Primaria de Madrid, los que empiezan inglés en infantil no saben más que los que lo hacen en primero de Primaria.

Teniendo en cuenta el carácter globalizador del currículo de infantil, basado en áreas, la impartición de contenidos en inglés es compleja. Además, en educación infantil no existe la especialidad de inglés y habría que formar a los docentes de esa etapa en competencias lingüísticas y metodológicas. Eso requiere tiempo y recursos.

Por otro lado, abandonar la enseñanza de contenidos en lengua extranjera en secundaria supone desperdiciar enormes recursos humanos y económicos invertidos hasta ahora, así como dar la espalda al Consejo de Europa que, desde la década de los 90 promueve el aprendizaje integrado de contenidos y lengua. También supone remar a contracorriente. Las universidades españolas están haciendo grandes esfuerzos para internacionalizarse y ofrecen cada vez más grados y másteres en inglés. ¿Tendrán los futuros alumnos el nivel necesario o volveremos al pasado? Como los resultados se verán dentro de muchos años, aunque sea un desastre, ¿a quién le importa?

En resumen, todo apunta a que se va a desvestir a un santo para malvestir a otro. Si tras 17 años de enseñanza bilingüe, aún no se ha conseguido la adecuada formación de todos los docentes de Primaria y Secundaria, ¿cuántos años se necesitarán para hacerlo con los de Infantil? ¿Qué razones justifican este cambio? La Consejería haría bien en rectificar y trabajar para mejorar su programa bilingüe.